Primera prueba: Pesares de la mente.

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He de dormir, pero no puedo.
Hace poco más de 4 días que no consigo el sueño. Se supone que debo averiguar la raíz del problema antes de resolverlo, pero la cosa es que mi problema no tiene solución alguna.

Me revolví en el colchón suave y cómodo por sexta vez, intentando encontrar la posición más favorable, y así, aunque sea, dormir unos minutos.

—Leo, Leo, ¿Estás despierto?.

Oí mi nombre ser pronunciado por el pesado de mi hermano, solté un suspiro y solo atiné a decir un "Sí" entre susurros. No podía verlo ya que mi cuerpo estaba de frente hacia la pared en donde se encuentra la única ventana de la habitación.

—Es que tengo muchas ganas de ir al baño. —Dijo él, quise reírme pero ninguna carcajada salió de mi boca. Chasqueé la lengua para darle a entender que me fastidiaba.

—Ya estás muy grandecito como para pedirle a tu hermano menor que te acompañe al baño, ¿No lo crees?

—Ya chisguete, no seas así, sabes que yo siempre te he protegido. ¡Ahora no'más tienes que devolverme el favor!

¿Es en serio? ¿Y a quién secuestró primero la Nahuala? A veces mi hermano puede ser muy baboso.
Lo miré con recelo en cuanto me volteé y en lo que quitaba las sábanas que cubrían mi cuerpo, al hacerlas a un lado pude sentarme en el colchón y así proceder a ponerme de pie. Nando lucía como la mismísima llorona con las ojeras que tenía, algo irónico ya que el que no ha dormido nada soy yo.

Él salió también de su cama y caminó hacia la puerta para abrirla, yo tomé un candil que estaba a la par de las escaleras y me adelanté a bajar, pues sabía que el miedoso de mi hermano no lo haría primero.

—De esto nos burlaremos la abuela, Nana y yo mañana. — Solté de la nada cuando mi rostro miraba fijamente la gran puerta marrón del baño. Nando solo sacó la lengua y se metió al pequeño lugar, yo me quedé observando el comedor y la cocina.

—Oye Leo, ¿No sería increíble que apareciera una chica idéntica a Xóchitl? Digo, si apareció una igualita a Teodora, podría ser posible que algo así pasara, ¿No?— Habló él detrás de la puerta. Frunciendo el ceño, me negué rotundamente a la cuestión.

—A diferencia tuya hermanito, yo no remplazo de esa manera a alguien. — Acerté con seriedad y ligero enojo. Aunque la idea pareciera tentativa, no podría estar con alguien así, no si no es ella totalmente.

—Uyy, pero en Guanajuato... Teodora me contó que clarines besaste a la niña esa que te ayudó con las momias... ¿Cómo era?... ¿Clementina?

—Valentina, baboso. Y Yo no la besé, ella fue quien lo hizo y claro que después pedí disculpas. —Bajé la mirada a mis huaraches recordando lo duro que fue conseguir el perdón de la morena. Sonreí al recordar también el beso que ella me dió hace unos días.— Además, no soy mujeriego como tú. A mí sólo me interesa una persona.

—Ya, ya entendí, ¡uy! que enojón te volviste.

Nando abrió la puerta para salir por ella, me miró con cara de pocos amigos y comenzó a subir las escaleras, fui tras él con candil en mano.

—¿Y cómo se llama la güerita? — Cuestioné tratando de que mi hermano cambiara su expresión por una menos estúpida. Sabía que él quería hablar de eso desde hace días.

—Ahhh pos, se llama Teodora. Es chistoso, ¿No? Hasta el tonito de voz y lo fresa tiene. — Habló con aires de amor, fruncí el ceño nuevamente y le dí un sape.

—¿Ves cómo eres de mujeriego?
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Después de unos minutos, me encontré en la posición inicial: acostado sobre la cama y mirando hacia la ventana.

Pensaba en lo que dijo Nando sobre el beso con Valentina. No lo había hecho ya que tenía otras cosas en mente, pero ahora que lo hacía... Me di cuenta que en verdad estuvo mal, le pedí disculpas a Xóchitl una y otra vez, pero cuando finalmente las aceptó olvidé el tema por completo y me ví regresando a Puebla... La lastimé, de eso no hay dudas, no hice más que pedir disculpas y marcharme.

Me siento terrible.

Estos pesares...

No dormiré esta noche, eso lo sé.


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CNA

Hola. Aquí la autora, los capítulos serán cortos por ahora ya que poco a poco se desarrollará la trama de la historia. Para la persona o personas que la leen, no desesperes/desesperen, todo irá a un ritmo y muy pronto los capítulos serán más extensos.

¡Hasta pronto!

→Editado✓

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