Chocolate

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- tranquilo por favor, sientate- Yukina dirigió al azabache al sillón de aquella pequeña sala y lo sentó con cuidado, preocupado de que algo malo pudiera llegar a ocurrirle- tranquilo, respira profundo amor

-n-no... Me llames así... a-ahora...-el más bajo tocaba su vientre tratando de aliviar el dolor y aún a pesar de todo  lo miraba con cariño -oigan... Sé que están molestos pero... pateando de esa manera... al único que le duele es a mí, no a su padre...

??: perdón mami...
???:si... Perdón, es solo... Que papá me hizo enojar...
Shouta: esta bien... Hay que descansar un poco...

-amor... Lo siento, por todo lo que pasó hoy...

-quiero descansar Yukina... Iré  a la habitación...

-déjame ayudarte...- Yukina dirigió al azabache a la habitación y lo ayudó a  recostarse, una vez que estuvo cómodo comenzó a dormitar y el castaño salió de la habitación un momento. Se dirigió  al jardín que estaba frente a la cabaña para calmarse y volvió momentos después, sin embargo al escuchar risas provenientes de la habitación que obviamente eran del azabache se acerco sigilosamente...

El azabache seguía dormido pero comenzaba a hablar en sueños, cosa que causo gracia al castaño y se sentó al lado de Shouta, estaba a punto de acariciar su vientre cuando de nuevo las risas volvieron.

-...Jajaja... Nai, basta... me haces.... cosquillas

"¿Nai? ¿Quien era Nai?"

Yukina estaba sorprendido, confundido y nuevamente su mente era asaltada por pensamientos donde creía a su marido al lado de otro hombre... Pero decidió detener sus pensamientos y tomar ventaja del asunto hablando con un medio dormido Shouta

-¿quien es Nai amor?

-el bebé...

-¡¿eh?! ¿Decidiste el nombre del bebé sin decirme?

-... Yo no lo decidí... Él lo escuchó por casualidad... Y le gustó... yo no tuve nada que ver

-...ya veo...

-...tu hijo... quiere chocolate...

-...te lo traeré.

-¡no!

-¿qué?

-la ultima vez... que pedí una cosa... Pasó algo horrible...

-¿qué? ¿Shouta-san quieres decir que por eso jamás volviste a pedir algo que se te haya antojado?!

-no quiero... que vuelva a pasar algo malo...- fue lo último que hablo antes de darse vuelta sobre la cama y seguir durmiendo, dejando a Yukina sorprendido, pues efectivamente el azabache no había pedido nada desde lo ocurrido con el taiyaki...

Yukina pensaba que su esposo no debía reprimirse de aquella manera y él solamente quería consentirlo y protegerlo así que decidió salir un momento por las calles de Takayama mientras el azabache aún estuviera durmiendo.
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Unas pataditas lo despertaron, no siendo consciente de su platica con Yukina antes de dormir.
Cuando al fin logró despertar se dió cuenta de que tenía sobrepuesta una blusa gris azulada con varios detalles en la parte frontal y, ésa era la razón por la cual los bebés pateaban demasiado... Yukina ingreso a la habitación en el momento en que Shouta se sentaba sobre la cama y se quitaba la blusa de encima

-¡despertaste! Espero que la blusa te guste, la vi por casualidad y pensé en ti,

-¿en mi?

-si, los bebés aún están creciendo y tu ropa cada vez te queda pequeña y esa blusa es un poco más grande

-¿me estas diciendo gordo?

-¿Eh? No, no,
Solo que, pensaba que esa blusa es bonita y,¡sé que  te quedará hermosa!- se veía emocionado y con ilusión, la cual se fue por la borda cuando vió al azabache fruncir el seño y hacer bolita la blusa antes de arrojarsela

-si es tan bonita ¡pontela tú!,
¡A ellos no les gusta y no han dejado de patear pensando que de esa forma se la van a quitar de encima!

-¿qué? Pero...

-Olvídalo, ¡no usaré esa cosa! Me voy...

-¿a- adónde?

-¡a dar una vuelta!

Festejando el cumpleaños de Kisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora