Anoche después de abrir los ojos y darme cuenta de que me hallaba de nuevo en mi cuarto, debí haberme desmayado por que no recuerdo nada más, solo el sonido del despertador al día siguiente, me levanté como de costumbre, me prepare y baje a desayunar, todo en mi casa lucía normal, mis padres y mi hermano menor sentados a la mesa, mi mamá hablando de lo que haría hoy y mi padre leyendo el periódico, mi hermano comiendo su cereal, todo era muy monotono, pero yo tenía una sensación extraña, como una cría pequeña que ve por primera vez la luz del sol y todo lo que toca, a la que todo le parece nuevo y extraño, así me sentía yo esta mañana, después de comer, me aliste para ir a la escuela, y salí a esperar el autobús
Al llegar este, subí y me sente en los últimos puestos, recoste mi brazo a la ventana y coloque mi mejilla contra mi mano, ahora voy de camino a la escuela, me siento muy triste, por más que lo intento no puedo alejar todo lo que sucedió de mi cabeza, estoy deprimida, me siento decepcionada, abatida, veo los árboles pasar rápidamente a través de la ventana, no puedo evitar recordar el hermoso bosque, la primera vez que fuí, cuando conocí a Noah, mis mejillas enrojecen y derramo una lágrima al pensar en mi amigo, me limpio con la manga de mi suéter, ¿estará bien? ¿podré volver a verlo? ¡Ay! me hubiese encantado poder hacer algo, pero no sabía que, y tampoco tuve tiempo de pensarlo, y ahora no puedo volver...
Llegó a la escuela y al bajar me tropiezo con un chico de cabello castaño, este me dice:
-Oye, cuidado por donde caminas
-Lo siento- respondo
La verdad no estoy en mí hoy, entro a la escuela, camino por el largo pasillo a donde esta mi salón, ahí están los chicos con los que siempre estoy, los saludo y me siento en mi lugar, me recuesto en la mesa a esperar que llegue la profesora, volteo y veo a los chicos hablando y riendo, al parecer, por una película que vieron ayer, al observarlos pienso en algo que jamas se me había ocurrido: ¿Y ellos, de verdad son tus amigos? solo hablo con ellos y ellos conmigo en horas libres o a la hora del almuerzo , debes en cuando quedamos en salir a algún lado, pero en el fondo se que no puedo contar con ellos, ni siquiera notan lo triste que estoy, me doy cuenta de que solo estoy con ellos para no estar sola, porque eso es lo que se hace en la secundaria, o al menos eso creo yo, llega la profesora y empieza la clase, por lo general prestó atención, soy muy aplicada, pero estoy distraida, y apenas si oigo lo que dice, pero de repente dice algo que me saca de mi ensoñación
-...Una de las creencias que tenía esta antigua civilización era que sus almas podían viajar a otro mundo que controlaban en sus sueños, la leyenda dice que se debía ser un elegido para ir, pero un día un misterioso habitante inventó unas pulseras con las cuales pudieran ir aquellas personas que no estuvieran destinadas, esto para que su familia y amigos también pudiera disfrutar de este mundo, fueron entregadas a los elegidos, pero con el paso de los años las pulseras fueron destruidas para evitar que cayeran en malas manos, su tarea de hoy es investigar más acerca de esto y elaborar un ensayo que se entrega este viernes, que pasen buen día clase
Suena la campana y todos empiezan a salir, yo me quedo estupefacta en mi silla, al quedar el salón casi vacío, me acerco a la profesora
-Disculpe, ¿sabe donde puedo averiguar más de la leyenda?
Ella saca una libreta de su escritorio, anota algo y me lo entrega
-Me alegra ver a mis estudiantes interesados, puedes buscar en la biblioteca este libro, contiene mucha información acerca de este tema- dice
-Muchas gracias
Salgo del salón, me siento muy mareada, y esa sensación extraña aumenta, siento como si me apagara...
-¿Esta bien doctor? - oigo que dicen en la habitación de al lado, reconozco la voz de mi padre
-Si, se desmayó en la escuela, tiene síntomas de deshidratación y cansancio, le inyectamos algo de suero para que se recupere rápidamente, es muy común ver a estudiantes así, no es algo de que deban preocuparse - le responde alguien
-¿Cuando podremos verla?-dice la voz de mi madre
-Dentro de una media hora empieza el horario de visitas, de momento está dormida, necesita descansar
-¿Podemos llevarle algo? ¿que recomienda?-habla ella otra vez
-Cualquier cosa que le suba un poco el azúcar estaría bien, los vere aquí en media hora para ver el progreso de la paciente, hasta entonces
Oigo pasos que se alejan y después silencio, una enfermera entra en la habitación
-Veo que te encuentras mejor ¿no es así?- exclama sonriente
-Si, me siento mejor
-El suero ya se acabo- remueve la aguja y coloca una bendita en su lugar- ya está, mantente recostada unos minutos vendré enseguida para comprobar que puedes mantenerte de pie
Salio de la habitación, al cabo de diez minutos estaba de vuelta
-Intenta levantarte tu sola- dijo colocándose a poca distancia de mi
Me levanto, a pesar de estar un poco débil, permanezco en pie sin esfuerzo
-Ahora camina un poco por la habitación
Hago caso y camino sin dificultad, me doy cuenta de que ya no tengo la sensación extraña y estoy perfectamente bien
-Tus padres vendrán en poco tiempo, esperalos aquí sentada- dice conduciendome a unas sillas afuera de la habitación- estaré en la habitación de enfrente, avisame si te vuelves a sentir mal
Asiento, al verme sola no tengo más remedio que observar lo que me rodea, estoy en un pasillo que lleva a varias habitaciones, todas iguales, al final de este, veo una especie de recepción, con una mujer anotando cosas, en un escritorio circular, de repente pasan dos doctores hablando de algo, al parecer hay una mujer que lleva dos años en coma en el piso superior, el más joven dice no saber específicamente que la llevó a eso, ya que no hay causa aparente, el otro le responde que ya la han tratado varios profesionales en el área y ninguno logra dar con la causa, estos llegan al final del pasillo y desaparecen por la otra puerta del pasillo que lleva a unas escaleras, no pasa mucho tiempo hasta que baja una niña pequeña, de unos cinco años, lleva un osito de peluche abrazado y se sienta en las sillas de enfrente, seguidamente baja un hombre de unos 40 años, toma a la niña de la mano y se va con ella, los dos se ven muy tristes, me quedo viendo el suelo tratando de imaginar porque estaban así, ¿serán la familia de la mujer que oí hablar?, estoy distraída pensando en eso, y siento una mano en mi hombro, alzó la vista, son mis padres
-Hey, estás mejor ¿no? -dice mi padre
-Que susto nos diste-dice mi madre
Ambos me abrazan, en eso llega la enfermera
-Recomiendo que tome mucho líquido y que no descuide el descanso, si los sintomas persisten deberán traerla para realizarle un tratamiento, y también debe realizarse un chequeo periodicamente
-Muchas gracias- dice mi madre- la cuidaremos bien
-Gracias, por todo- digo yo
-No hay porqué, cuidate y no descuides la alimentación-dice ella
Salimos todos, en el auto mis padres me entregan una dona y un refresco, ellos charlan acerca de lo que estaban haciendo cuando sonó la llamada para decirles donde me encontraba
Llegó a mi casa, mi hermano quién había estado esperando sentado en la escalera, me abraza, y me enseña unos dibujos que hizo en la escuela, es la hora del almuerzo, y después de la comida, mi padre regresa al trabajo, no sin antes indicar que en el curso de la tarde le informaran como seguía yo, mi madre pidio la tarde libre para cuidarme y mi hermano va a hacer la tarea, voy a mi habitación y busco algo relacionado con la leyenda, aunque no aparece demasiada información en internet, no mucho más de lo que la profesora nos dijo en clase
Me acuesto frustrada, solo me queda buscar el libro que me indico, quizás allí pueda hallar la manera de volver...
ESTÁS LEYENDO
El país de los sueños
FantasyTe imaginas que pudieras ir a un lugar, sin tener que salir de tu cama. Una chica descubre que es una de las personas elegidas para visitar un mundo, un mundo donde puedes ir y venir a tu antojo y hasta volar por ti mismo, al que solo se pude ir un...