Después de casi una década, he regresado a casa, y una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver que la casona seguía igual que siempre.
― Mamá, ¿por qué sonríes? ― Preguntó Saya, alzando una ceja al mirarme.
― ¿Acaso está mal sonreír? ― Amplié mi sonrisa aún más.
― No, pero es raro verte así. ¿Estás feliz de estar de nuevo en Japón?
― Muy feliz ― respondí, tomando su mano y guiándola hacia la puerta de la casa, donde nos recibió la recepcionista, informando que mi familia estaba reunida en el balcón. Le pedí que guardara silencio sobre mi llegada.
Me dirigí a mi antigua habitación para dejar las maletas antes de unirme a ellos en el balcón. Todos estaban disfrutando de un postre al parecer, ¡incluso Mirai estaba allí!
― Trunks, ¿____ no te ha llamado? ― Mamá preguntó, pero él negó.
― No, la última vez que habló conmigo fue cuando llegamos a Japón después de visitarla.
― Vaya, ¿cómo estará? ― Mi mamá suspiró, y eso generó miradas preocupadas entre los demás, incluso de Papá.
― Permíteme presentarte, Madre mía, que estoy de maravilla. ¿Verdad, Saya?
― ¡Sí! ― Confirmó Saya.
― ¡______! ― Todos se levantaron sorprendidos, lo que me hizo sonreír.
⋯ • ⋯
― ______.. ― Susurró Vegeta, haciendo que saltara un poco en su lugar.
― Me asustaste.
― ¿Qué pasó? ― Regañó, frunciendo el ceño. ― Estás demasiado relajada. Ni siquiera sentiste mi Ki, eso es peligroso. ― Se colocó a su lado, cruzando los brazos y mirándola con desaprobación.
― Perdón. He estado en paz durante tanto tiempo que me he desacostumbrado a estar alerta.
― Pues tendrás que acostumbrarte de nuevo. ― Bufó.
Ella guardó silencio por unos segundos y luego preguntó: ― ¿Qué ha estado pasando aquí? ¿Por qué mi yo del futuro es así? ― Se refería a su hermana mayor, que desde su llegada se había mostrado grosera e indiferente hacia ella, ni siquiera se había presentado a Saya, lo que hizo que la pequeña se sintiera culpable e intimidada.
― Hay muchas cosas que no sabes ― murmuró el mayor. ― Por eso he venido. Tenemos que hablar, Vegita.
Ella lo miró con preocupación y asintió.
― Ven. ― Él la condujo al interior de la casa, y la llevó al patio, donde se sentaron al lado de la piscina para conversar.
― Bulma de vez en cuando me espía ― comenzó a explicar. ― Por eso te traje aquí.
― Ya veo ― asintió. ― ¿Y qué quieres explicarme?
― Principalmente, quiero contarte lo que ha sucedido en estos años.
― Claro ― respondió, aunque no estaba convencida. ― Explícame.
Vegeta suspiró. ― Esto llevará tiempo. No estoy seguro de qué le ocurre a Mirai, pero sé que ha estado actuando de manera extraña durante mucho tiempo. ― Explicó mientras miraba fijamente a ______. Ambos estaban sentados en el borde de la piscina, cara a cara, en posición india.
― ¿Por qué crees que es así? ― Preguntó, cruzando los brazos como su padre. ― No recuerdo haberle hecho nada malo.
― Estaba poseída ― la interrumpió.
______ abrió los ojos de par en par y una oleada de malos recuerdos la invadió. Miró a su padre, tratando de discernir si estaba bromeando, pero su rostro no mostraba ninguna señal de mentira. Comenzó a entrar en pánico y sacudió la cabeza rápidamente.
― No... No... No... ¡No! ¡No!
― Cálmate, Vegita ― gruñó él, tomando la mano de la pelinegra. ― No es como tú piensas. Ella está bien. Creo que el problema es contigo, y por la forma en que miraba a Saya en la cena, creo que también la involucra a ella. No sabemos qué le pasa, pero parecía querer matarte con la mirada.
― Entonces, ¿podría ser que... Saya...? ― Inmediatamente ambos se miraron, y ______ se levantó para correr hacia la casa.
― No, no, no... ― murmuraba con miedo mientras sus sospechas se confirmaban. ― ¿¡Qué estás haciendo!? ― Gritó con frenesí al entrar en su habitación, donde se encontró con Mirai, a punto de lanzar una bola de energía hacia Saya, que dormía profundamente abrazando un peluche gigante.
― ______. ― Susurró Mirai, completamente fuera de sí.
― ¡Aléjate! ― Extendió la mano y una espada apareció a través de la luz. ― ¡Quítate! ― Ante este grito, los ojos de Mirai se volvieron rojos, un rojo intenso.
Los gritos despertaron al resto de la familia, que se asomó para ver a ______ justo fuera de su habitación, sosteniendo una espada y mirando furiosamente a alguien.
― ¡Te lo digo ahora, aléjate de Saya!
― Tú... Debes morir, engendro ― gruñó Mirai, completamente fuera de sí, acercándose a la cama.
― ¡Déjala! ― ______ estaba perdiendo la paciencia, y aunque no había entrenado en una década, sabía que podía enfrentarse a alguien sin problemas.
― ¿____? ¿Qué está pasando?
― ¡Deben morir!
― Espera, ¿esa es Mirai? ― Trunks del futuro fue hasta la habitación de su hermana, que estaba al lado de la suya, pero no encontró a nadie. ― Es mi hermana.
― ¡Cállate!
Bulma se acercó a su esposo. ― ¿Qué está pasando?
― Mirai está tratando de matar a Saya.
― ¿Qué?
― ¡Deben morir! ― Volvió a gruñir, esta vez cargando más energía en su mano.
― ¡Déjala!¡Por favor, Mirai!
― ¿Mamá? ¿Tía? ― Saya se despertó, mirando a las dos mujeres. ― ¿Qué está pasando?
― Mirai está poseída de nuevo ― gruñó el Trunks mayor. Se acercó a la habitación donde todo ocurría, pero una pared invisible le impidió avanzar. ― ¿Qué es esto?
― No quieren que interfieran ― se escuchó la voz de una mujer, y todos se giraron para ver a Fuun al final del pasillo.
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______ Y Trunks Briefs | 6
Fanfiction«Después de casi 11 años de paz y tranquilidad en la Tierra, ____ regresa a Japón pero esta vez junto a Saya, su hija. Mientras que esto ocurre en la Tierra, en el otro lado del universo ocurre algo totalmente diferente, ¿estás listx para averiguarl...