RIDE ME (Jikook) EDITANDO

Capítulo 32

Maratón 3 / Final 🌌

Los números ya marcan en nuevi valor en mi cuenta bancaria, lastima que ese dinero no sea para mí. Cierro sesión junto con todas las aplicaciones para luego apagar la PC. Totalmente cansado me levanto del suelo, ésta vez me tocó ser más silencioso ya que aunque JiMin no esté hay más personas que ronda por ahí y eso significa menos dinero.

Me quito la lencería que me queda, me pongo mi ropa que dejé en suelo, luego empiezo a limpiar el suelo y guardar lo utilizado. Salgo de ahí, cierro la puerta con cuerda; algo que me acabo de inventar, claro está.

Camino hacia la cocina y preparo algo se comer, pienso en que mi apetito ha aumentado todavía estoy delgado.
Luego viene el recuerdo de lo que pasó con JiMin, de nuevo me sonrojo al ver su reacción al ver mi torso desnudo, sin embargo también el saber que nos avisó que se iría, cosa que no hace muy seguido, lo dijo de un tono tan amable que me sorprendió.

Ya es de noche y hace un calor espantoso, debe ser porque el verano está a la vuelta de la esquina.
Termino mi jugo con emparedado listo para ir a ponerme ropa más ligera.

—¿JungKook, quieres ir con nosotros?— pregunta MoMo.

La veo en ropa en interior y pienso dos veces antes de ir.

—¿A dónde?

—A la piscina.

—¿JiMin te dio permiso?

—Claro que sí, vamos.

Observo a Jin en una pantaloneta y camisa, decido ir con ellos. Entro a la habitación, busco la ropa más ligera que tengo, me la pongo y salgo hacia la piscina. Llego encontrandome con ellos ya nadando fluidamente en el agua, yo apenas y puedo mantenerme flotando.

—¡Ven JungKook, entra!— grita MoMo.

Pienso todas las cosas malas que pueden pasar y no me dan ganas ni se estar aquí afuera, pero viendo como disfrutan estar allí, decido dar la vuelta e ir entrando, el agua en mis talones hasta estar con el agua al cuello; el pánico me ataca pero no lo  demuestro para nada.

—No tengas miedo, ven— me anima SeokJin mientras extiende sus manos hacia mí, las tomo buscando ayuda, confort.

Ya pasados los minutos me encuentro nadando con fluidez, aunque claro, con ayuda de Jin.

—Ya tengo mis dedos arrugados— l hago saber a mi compañero.

—Yo igual, creo que ya es suficiente.

Se sumerge en el agua saliendo en pocos minutos a la orilla, mientras que yo me tomo mi tiempo.

—¿Y MoMo?— le pregunto.

—Déjala, está feliz.

Jin toma su toalla y se empieza a secar, yo sin traer la mía espero a que me la preste pero mientras tanto observo a MoMo nadando con fluidez, en una burbuja donde solo existe ella y el agua. El ruido de las llantas rechinar me espabila, miro a Jin con los ojos expandidos, él me toma de la mano para empezar a correr hacia dentro de la casa, ¿Dónde quedó el dolor de los golpes? Jin se resbala un poco pero sin importar que, nos encontramos a la habitación; Jin cierra la puerta mientras que yo me seco un poco para acostarme en la cama y hacer de cuenta que nunca estuvimos allí.

—Hagamos de cuenta que te estaba aplicando pomada— susurra Jin —¡Ahí vienen!

Me quito la camisa y la lanzo debajo de la cama, me cubro con las mantas hasta mi cadera. Jin se sienta al lado mío tratando de cubrirme, por suerte la pomada estaba cerca; empieza a aplicarla en mi torso, todo muy rápido.

—¿Están aquí?— Se escucha la puerta.

—Si señor— responde MoMo.

Se abre la puerta dejando ver a un JiMin completamente desaliñado, o eso es lo que logro ver. Nada comparado a como se fue.

—¿Ustedes estaban en la piscina con ella?— pregunta con un tono fuerte de voz.

—No señor— le respondí.

Un silencio incómodo aparece, espero lo peor. las gotas del cabello mojado de Jin caen en mi rostro. Noté que no se quitó la ropa mojada, él lo sabe ya pero sigue actuando normal. La puerta se cierra de un azote pero no dejamos salir el típico suspiro de alivio.

—Estamos jodidos—Dijo Jin.

—Concuerdo con eso.