Alcohol - Parte 2

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C A T O R C E.

No quiero recordar lo sucedido anteriormente. Por favor, no mencionarlo ¿okey?

Está bien.. solo un poco.

Lo peor es que declaró sus sentimientos antes del almuerzo; todo se hizo tan incómodo pero como un adulto maduro que soy la invité a almorzar intentando olvidar eso. Pero me es imposible olvidar sus besos, me es imposible olvidar su cercanía y recordar nuestro intento de relación anteriormente.

El almuerzo se me hizo eterno. Shajaira siempre se mantuvo cabizbaja, me di cuenta como retenia sus lágrimas y aún no la quiero como una hermana pero recuerdo el cariño que le tuve. Antes de bajarnos del auto le dí un beso y sí en la boca. Le dije que sería el último pero que no se entristezca, tendrá el mejor hermano del mundo; uno del cuál la defenderá de cualquier tipo con malas intenciones. Ella sólo sonrió y me besó pero esta vez la mejilla.

Bajamos del auto, la abracé y besé su frente para luego encontrarme con mi madre reclamando las sábanas y almohadas que por suerte no olvidé.

La pequeña olímpica se había llenado gracias a mi familia. Mis tías estaban comprando comida chatarra para comer mientras ven sus series y nosotros buscábamos todo tipos de cervezas para mezclar y matar nuestros riñones. Las chicas compraron comida chatarra también porque luego de beber hasta las 4am veremos películas hasta el medio día. Bueno, ese es el itinerario de estos adultos con etapas de jóvenes frustrados. No soy fanático de amanecer borracho pero si me gusta beber uno que otro trago. Lo acepto.

Nuestras madres no nos apoyan pero les decimos que solamente nos vemos una o dos veces al año y eso no está mal, así que, se convencen y no nos dicen nada. Aunque, la madre de Bethany, Owen y Willow como mujer cristiana no lo apoya, sin embargo, ella dice que son libres de escoger lo que quieren.

Que bueno que existe el libre albedrío.

Tomé una canasta de cerveza junto a los Paul.

—¡Jean, primito!—Me jalaron las locas de la familia. Espero que sepas a quiénes me refiero—. Juliette está aquí—chillaron en mi oído.

Busqué a mi alrededor y no había nadie. Aunque, no me extraña que esté aquí porque es la misma olímpica  dónde la vi por primera vez.

—No veo a nadie. No alucinen par de locas—me dirigí a la caja para dejar las cervezas. Ellas me tomaron del brazo y me llevaron al sector de medicina.

Ella está de espaldas pero la reconozco. Reconozco su cabello y su forma tan extraña de permanecer de pie.

Las locas que tengo por primas gritaron su nombre y ella volteó con horror. No la miré, solo me fijé en sus pastillas y sé que son para dormir porque mi madre las tomaba, también traía otras pero las desconozco.

Agité mi mano y ella hizo lo mismo. Parece apenada y es de esperarse porque lo que trae puesto no le favorece en nada.

Willow y Maia la abrazaron, ella se veía incómoda pero no desconfiada. El par de locas la llevaron con los demás para presentarla. Creo que han hecho mal porque Juliette se ve realmente mal. Su cabello está sin peinar, sus ojeras otra vez profundas y su cara llena de pánico está intacta pero al parecer el gran amor de estás locas por Juliette no lo logran ver. Primero la llevo con los borrachos de mis primos, que de hecho, la miraron de pies a cabeza. Ellos son adultos y no le dirán nada pero puedo apostarles que lo primero que harán al darle la espalda es hablar de ella. Mierda, primitas.

Ninguno la saludo con ganas a excepción de Nestor que acaba de llegar. La reconoció al instante.

—¿Fue ella la que durmió en tu casa aquella noche?

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⏰ Última actualización: Jan 22, 2018 ⏰

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