*MI FELICIDAD, TU SONRISA*

PARTE 1

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Los primeros rayos del sol se filtraban en las blancas y suaves cortinas de la ventana, el bullicio de un nuevo día se hace presente en la casa de los Oshiba, Masahiro despertó temprano, tal como es su costumbre, levanto un poco su cabeza y se giro para besar la frente de su esposo.

-Buenos días mi amor, ya es hora de levantarse- dijo Masahiro dulcemente.

Cuándo estaba por incorporarse, Kousuke lo jala y cae sobre él, teniéndolo boca abajo, el mayor toma el rostro del rubio y besa sus delgados y suaves labios.

-Buenos días, cariño- le dice amoroso Kousuke.

Masahiro sonriente y con un ligero rubor en la cara, decide levantarse de una buena vez.

-Kousuke ya es hora y tienes que ir a trabajar, yo iré a ver a los niños y después preparó el desayuno.

Inmediatamente Masahiro, con su característica sonrisa, sale de la habitación para pasar a la siguiente, la de los gemelos; abre con cuidado la puerta y observa como uno ya esta despierto, se está cambiando el pijama para ponerse su uniforme del preescolar, el otro aún dormía plácidamente abrazando un oso de peluche, Masahiro los ve anodadado; son unos preciosos pequeños de 5 años, son las combinaciones del rubio y del pelinegro; el mayor es Hiromasa, Kousuke eligió su nombre para honrar a la madre de sus hijos, el pequeño tiene piel blanca y ojos verdes se aprecia un pequeño lunar debajo de uno de sus ojos, pero, su cabello y personalidad son como los de Kousuke, es risueño, juguetón, muy sociable y protector para su edad, además, empieza a notarse su capacidad de análisis y suspicacia, en pocas palabras le hace honor al significado de su nombre.

El otro es Kyosuke, Masahiro
lo escogió pues aunque es muy parecido a él en tono de piel y cabello, incluso es responsable y organizado para su edad, pero, era poseedor de los mismos ojos que su padre le había heredado, también tiene el pequeño sexy lunar debajo de su boca, además es un niño muy tranquilo, a diferencia de su gemelo era más comelon y dormilón pero, ya en más de una ocasión había demostrado en el preescolar su fuerza física y emocional pues era muy protector con los niños más débiles, pero muy desconfiado con los extraños y era sorprendente que le llamara tanto la atención los libros de Matemáticas de su padre.

-Buenos días Hiro~chan, como amaneció mi pequeño?

-Hola mami, me desperté temprano, yo intente despertar a Kyo~chan, pero no pude!!! Es una piedra durmiente!! Ahora me estoy cambiando de ropa, pero no puedo cerrar mi suéter..

-Ven, acercate mi vida.
Acuerdate que hoy mamá ira a recogerlos a la salida de la escuela, papá tendrá un poco mas de trabajo y no podrá ir por ustedes.

-Si, mami... Dijo triste el niño.

-Por cierto, pasaré al supermercado después de recogerlos de la escuela, necesitó comprar lo de la cena, que quieren comer??

-Katsudon mami, por favor!!

-Claro que si... Ya estás vestido y listo. Ahora recoge tu pijama y alista tu mochila, en lo que levantó a Kyosuke.

Entonces procede a remover al otro niño, nota que duerme igual a su padre, haciendo ese mismo ceño.

Después de algunos minutos el pequeño Kyosuke ya despierto, es cambiado de ropa y los tres bajan a la cocina.