Capítulo 27. Te regalo un pedacito de mí.

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¿Quieres saber lo qué pasó después de que mi mensaje fue enviado?
Lo qué pasó después..
Como olvidarlo.
Envíe el mensaje sin esperanzas de que lo leyera, era una forma de confesarle mi sentir sin decírselo.
Era algo contradictorio.
Espero puedas entenderlo.
-Es muy bonito lo que escribiste acerca de mi, Alie, me halagas y me motivas a seguir siendo buena persona. Muchas gracias.-
Me contesto al 3 día enviado el mensaje.
-TRÁGAME TIERRA.-
Me decía a mi misma mientras leía su mensaje y me sentía apenada y nerviosa.
Seguí platicando con el, como si mi sentir, no influyera en nada y no era que no le importara, sino, no pasaba nada y creo que jamás me sentí tan cómoda de decirle a alguien que me gustaba.
Porque, ¿Te ha pasado que le dices a alguien tú sentir y se aprovecha de eso?
La verdad a mi si y tenía miedo, después de ser tan cerrada y tan reservada, el abrirme a alguien y regalarle mis sentimientos...
No quería que se aprovecharan de lo que sentía y me lastimaran pero sabía que el no era como los demás chicos y lo sabía no porque me gustara sino porque lo era.
El me inspiraba mucha confianza, no me sentía incómoda de que él lo supiera y que siguiéramos siendo amigos, en lo absoluto.
Porque yo sabía que el no tenía mucho tiempo.
Y verdaderamente se lo que pensarás.
-"Cuando tienes interés, haces espacio por la persona, porque cuando quieres, se puede".
Pero era más complicado que eso.
¿Y te digo algo un poco loco?
Yo lo entendía bien.
Estaba muy acostumbrada a que los chicos estuvieran detrás de mi.
Con miles de llamadas y mensajes de texto en mi móvil.
Estaba acostumbrada a que me dieran muchísima atención.
Y con el..
Bien, el me mandaba un mensaje cada que el tiempo se lo permitía.
Platicábamos, a veces era muy fluido y a veces no.
A veces tardaba días en contestar.
Pero eso, no me molestaba.
Yo entendía.
Incluso a veces sentía que lo hostigaba con tantos mensajes que le enviaba.
Me hacía sentir bien, que me regalara un poquito de su tiempo y que me prestara atención.
Que se preocupara por mi.
Me llenaba bastante.
Porque el sentimiento que tenía por el, no era solo un "Me gustas" y ya, no.
El me gustaba de una forma diferente.
Me gustaba para estar con el.
Para verlo cumplir cada una de sus metas.
Para hacerlo reír.
Para que él estuviera junto a mi.
Para que me apoyara y me escuchara cuando mi cielo se volviera gris.
Para que me abrazara y en su subconsciente resonara una voz diciendo
-"Vaya, creo que la quiero".
Y ante todo, siempre le desearé el bien, porque es maravilloso.
Sé qué hay alguien muchísimo mejor que yo, pero por favor, no la encuentres aún.
Yo puedo ser lo mejor para ti, si me lo permites.
No debes dejarte intimidar porque me gusta el metal.
O porque mis ojos delineados de negro están.
Mi chamarra de cuero, mis tenis negros de botín y las uñas negras tintadas usar.
No te intimides por mi forma de caminar.
Por la forma en que a veces me llego a expresar.
No te intimides por mi extraña forma de pensar.
Porque soy más que eso.
Soy la persona más tierna y cursi que encontraras.
Alguien que hará de todo por verte feliz.
Soy la persona que más te va a querer.
Te haré dudar de si las demás chicas te han querido.
Y mi niño, sabrás que soy más de lo que a veces puedo demostrar.
Podríamos hacer cualquier cosa juntos, desde platicar y matemáticas estudiar hasta enseñarte a bailar.
Estoy dispuesta a regalarte un pedacito de lo que soy.
Para que te acuerdes de mi, si es que no estoy.

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