Mi corazón estaba partido en mil pedacitos, pero negué rápidamente, dándole una patada a una pared, tENÍa KhE LuChaR Y sER VALIENTe, bASTA. Me decía una y otra vez mi corazón, ya que mi cabeza no era capaz de pensar ahora mismo. Me di media vuelta y corrí hasta donde la chica, molesto... ansioso.
— Ten en cuenta que no me rindo tan fácil. — Dije señalándola desafiante, mientras volvía a mi rumbo.
Juré que ella sería mía, y su corazón también mío.