°Paradise of nightmares° [KaiSoo]

Prologo

Prólogo.
Berlín. Once de Octubre.

-Volvemos a Seúl. –dijo la señora.

Su hijo abrió desmesuradamente los ojos, incapaz de interpretar esas tres palabras. Miró a su madre, una mujer de pelo castaño claro y de ojos cafés, y luego a su padre, muy parecido a su esposa. ¿Volver? Aún no se lo creía. Todos los recuerdos que guardaba de ese lugar eran pesadillas, que lo perseguían por un callejón sin fin.

En cambio Alemania, para él era un lugar fantástico, tenía amigos y un montón de chicas que se le declaraban día a día.

–No pienso volver ahí. Si quieren, ustedes se pueden ir, pero yo me quedo. –protestó.

El padre soltó un suspiro pesado, y frunció el seño:

–No podemos, hijo, no será tan malo. Sólo nos quedaremos unos meses, por favor, haz esto por nosotros. –dijo.

–¿Hacer algo, por ustedes? ¿Por qué? ¿Acaso alguna vez han hecho algo por mí? –Dijo Jongin con los ojos cristalizados.- ¡No! ¡Lo único que hacen es preocuparse de sus malditos trabajos! ¡¿Y yo?! ¡¿Acaso creen que soy una marioneta que pueden manejar con dinero?! Si piensan que es así, bueno, están muy, muy equivocados.

Conteniendo las lágrimas, se retiró por la puerta principal del departamento. Dio un portazo detrás de él y caminó hacia el único lugar en que sabía que podía estar sólo: la azotea. Y ahí, soltó todas las lágrimas acumuladas, sintiendo cómo su pecho se descargaba de todas penas. Pateó las cajas que habían ahí, soltando gritos de exasperación.
Al cabo de una media hora, el cansancio y la rabia no daba para más; bajó hasta el apartamento de su mejor amigo, Chanyeol. Tocó la puerta y él salió frotándose los ojos.

–¿Qué sucede? –preguntó Chanyeol notando los ojos hinchados de su amigo.

–¿Me puedo quedar en tu casa hoy? –respondió. Él otro asintió con la cabeza y lo dejó pasar.

Después de explicar lo sucedido, JongIn, se dirigió agotado al sofá. Había sido un día terrible, sin duda alguna. Dejó que sus pensamientos se disiparan, y finalmente el sueño cedió, aunque sin dejar de repetirse esto: De una manera u otra, tendría que volver al paraíso de las pesadillas.