A la mañana siguiente.
Narra Viktor.
Sentí los rayos del tibio y hermoso sol en mi rostro, ya es momento de despertar y acompañar a mi bello retoño en su día, besar esos exquisitos labios formados por dos pétalos de rosa y sentir su aliento en mi rostro que equivalía a sentir un fuego que recorre todo mi interior.
Abrí mis ojos removiéndome en el colchón buscando a mi amado para abrazarlo y colmarlo de amor, pero sólo sentí su fría ausencia en la colcha. Giré mi cabeza un poco sorprendido y no vi nada parecido a la habitación de Yuuri. ¿Qué? Recuerdo que Yuuri me cargó, y yo supongo que llegamos a su habitación, si no, ¿dónde estoy? Me senté y vi una bolsa negra y una nota en el escritorio. Antes de ir tras la nota, me percaté de que estas manos no son las de Yuuri. Un segundo, estas manos son... ¿mías? Imposible.
Corrí al baño y el espejo me dejó congelado. Empecé a entrar en pánico.
— Y-Yuuri... ¿Qué hiciste? — susurré aterrorizado, ¿qué está pasando?
Soy yo el que está en el espejo, pero ¿en qué momento? Y peor ¿Por qué?
Palpé mi rostro con mis manos y esto no es una de esas pesadillas que me atormentaban recientemente, realmente estaba pasando. Toqué los ahora cortos y disparejos mechones de pelo que llegaban un poco más arriba de mis hombros. Miré el suelo y había muchos cabellos color plata en el suelo con un par de tijeras. Mis ojos se humedecieron al procesar todos los horripilantes acontecimientos.
Me dirigí al escritorio y sostuve la nota en mis manos temblando.
Hola Viktor, me imagino que ahora tienes un millón de ridículas preguntas que hacerme, pero intentaré aquí aclararte todo. No quiero que te me vuelvas a acercar en tu vida Nikiforov, hazlo y te juro que llamaré a la maldita policía Viktor. No te quiero ver, no te quiero ni escuchar. Un sucio mentiroso cómo tú merece cosas aún peores. No te atrevas a mostrar tu estúpido rostro por aquí nunca más, tus cosas te esperan afuera de mi habitación, no te molestes en tocar, no abriré ni aunque me pagaran, las quiero lejos de mi puerta para el final del día, te dejé un regalo en la bolsa...
¿Qué acabo de leer? Apreté los dientes arrugando esa asquerosa carta, esto definitivamente no se quedaría así, primero, nadie me dice que hacer, segundo, no tiene ninguna razón para hacer esto, y tercero, ¡arruinó mi cabello! Nadie me habla así y se sale con la suya. Yuuri es incapaz de hacer algo así, debo llegar al fondo de todo esto.
Agarré un gorro que convenientemente estaba sobre la cama vecina y me dirigí emperrado a la habitación de Yuuri, acabas de molestar a Viktor Nikiforov, no sabes lo que te espera. Subí el ascensor y el pasillo estaba extrañamente con más concurrido de lo habitual, me hice paso entre las miradas sorprendidas por el hecho de tener ahora mi cabello corto. Me paré enfrente de la puerta de Yuuri.
— ¡Katsuki Yuuri más te vale abrir la maldita puerta en este preciso instante! — grité golpeando la puerta impaciente — ¡Yuuri! ¡Más te vale venir a explicarme todo esto! — mis incesantes golpes tendrían efecto en algún momento — ¡No me iré hasta que abras la maldita puerta! ¡Y sabes que soy perfectamente capaz de quedarme aquí todo el día si es necesario!
Muchos alumnos dirigieron sus miradas curiosas a mí, pero no me importó ni un poco. Sólo somos Yuuri y yo. Me percaté que algunos descarados se pusieron a grabar el momento incluso. Ya podía ver los títulos en el periódico estudiantil "Viktor Nikiforov pelea con su nuevo novio", "De tranquilo y pacifista a una gata rabiosa", "El rechazo de Nikiforov". ¿Por qué mejor no se consiguen unas vidas y me dejan tranquilo de una buena vez?
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Cambio de Cuerpo
Fanfic[AU Yuri!!! On ICE Universidad] Victuuri. La vida a veces puede dar giros inesperados, pero ¿qué justamente tuviera que cambiar de cuerpo con el grandioso estudiante Viktor Nikiforov? ¡Es algo totalmente descabellado! ¿¡Que haré, qué haré?! ¡Viktor...