Capitulo Único.

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Su respiración agitada, sus ojos entrecerrados y su cuerpo demacrado atado en una silla.  ¿En qué momento llego a pasar esto?, se encontraba tan herido y vacío, saber que la persona de la cual se había enamorado le haría tal daño.

¿Cuáles fueron sus motivos?  ¿Qué hizo mal?, Se preguntaba las mismas preguntas una y otra vez, sus muñecas dolían de lo apretadas que estaban las cuerdas, ya se había rendido de forcejear para poder liberarse. Levanto su mirada que ya se encontraba sin aquel brillo que lo caracterizaba, miraba aquella persona que lo había dañado a pesar de haberle escuchado decir que lo amaba.

- ¿Porque me haces esto?- Su voz sonaba rota, se sentía roto, cada parte de su ser lo estaba.

- ¿Tengo que tener una razón para hacer esto?- ella respondió con otra pregunta, su cabello castaño se encontraba completamente desaliñado y sus ojos, esos ojos que en algún momento estuvieron llenos de un brillo tan hermoso, y ahora se encontraban vacíos y segados por la oscuridad.

-Pe-pensé que estaba haciendo las cosas bien...-la tristeza que tenía se le notaba en su voz y en su pobre mirar. -Dijiste que me amabas, yo... Yo no cometí ningún error...-

Un silencio inundo la vacía habitación pero al cabo de unos segundos una risa acabo con ese silencio, una risa que no reflejaba felicidad ni tristeza, sino una que reflejaba una completa locura.

- !Claro! Dije que te amaba  !jure que te amaría hasta la muerte!... Pero... -su voz disminuyo un poco y su rostro solo mostraba una sonrisa que se podría definir como macabra, mientras tomaba aquella pistola que estaba sobre la mesa y la cargaba, para luego apuntar justo en la cabeza de lo que era el hombre que ella decía amar. -¿Qué te hizo pensar que hablaba de la mía?

Y disparo...



Claro que jure que te amaría.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora