Capítulo Diecisiete

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No sé, pero hoy amanecí de maravilla. Incluso me levanté media hora antes de lo normal. Hoy estoy de muy buen humor, nadie me daña el día. Ese negro me dió alegría como para dos meses.

Me siento agotada a pesar de que no tuve sexo anoche, sólo una leve aventurita pero gaste más energía de la que uso en siete actos salvajes.

Tengo que estudiar de español, ciencias ambientales e inglés, además de eso tengo que ir a comprar unos materiales para la clase de costura, tremenda perdedera de tiempo por cierto.

Mientras repaso por encima pienso en Ryand, en lo que pasó, en que si no hubiera sido porque estaba en mis días hubiera terminado haciéndolo con él. La forma como me tocaba me hacía sentir que moría, me hacía desear más de él. Sabía lo que hacía y eso me encanta. Yo no estoy para enseñar, estoy para que me enseñen a mí.

Busco su chat en Whatsapp y le envío un mensaje, quiero saber más de él.

- Quiero saber de dónde eres, ayer no me dejaste hablar.

- Jajajaja, soy de Guánica.

-Mmm, ok. ¿La novia de Randy es familia tuya?

- Sí, ella es mi hermana. Somos iguales sólo que yo soy más lindo.

- Que creído me salió el niño. ¿Cuántos años tienes Tú?

- Eso no se pregunta.

- Pero yo quiero saber. Normal, es sólo un número.

-18.

Ahí dejé de escribirle por un momento.

Dieciocho años...

No le creo en lo absoluto, juraba que tenía algunos veinte mínimo.

A mí me gustan con más edad que yo y sólo me lleva unos meses.

Por la noche volví a escribirle

-Por ley tengo que volver a verte.

- Vaya... tantas ansias...

- No es Eso, quiero que lleguemos al final.

- Tranquila, cuando estés cerca de aquí me llamas. Mi cuarto, mi cama y yo te estaremos esperando.

Me gusta ser directa, si quiero algo hablo claro, No me gusta disfrazar nada.

¿Quiero sexo? Lo digo. Así evitamos malos entendidos y confusiones.

Pensando en eso me quedé dormida y me desperté con la alarma, lo que significa que hoy hay escuela. También estoy de buen humor hoy, inclusive tengo ganas de arreglarme.

Llegué a la escuela y rápido me encontré con Estefany, me pregunto que hice el fin de semana y sólo le enseñe mi cuello y un poco el pecho y le dije que le contaría detalles después cuando estuvieran todas, que la pase mega cabrón.

Desayunamos juntas y poco a poco iban llegando nuestras amigas al salón de clases, les dije que tenía que contarles algo y ellas me prestaron su máxima atención, saben que lo que viene es bomba.

Mientras le voy contando, sus caras valen millones de dólares. Y es que yo me puse hasta rojita y todo, tampoco me lo creo.

- Tu le tienes ganas al negro

- Ese te dejo loca

-Ella quiere más, le gustó el nenito...

Esas y miles de reacciones más tuvieron mis amigas.

Y, tienen razón. El negro me dejo loca, con ganas de más. Él me encantó.

Sólo por un rato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora