toda historia de amor tiene su final

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El ciego experimento por primera vez los sentimientos de que hoy está acostumbrado (odio hacia el mismo), aveces es horrible volver a recordar etapas de la vida del ciego, pero, los recuerdo día a día, noche a noche, en los seguidos ataques de impotencia, ¿como no contarlo? Si lo recuerdo todas las noches, culpándome de mis errores, y tratando no culparme, pero es imposible...
Fue el primer paso a todo lo que llego a pasar, las primeras lágrimas que el ciego derramó por alguien, sabiendo que fue su culpa, y el primer dolor en el pecho, en fin, tomaron caminos diferentes, el ciego fue de mal en peor, cada vez más bajo, y cada vez que intento salir se hundió más, y ella? Ella fue todo lo contrario del ciego, la anoréxica tan perfecta peleo con la vida desde que todo acabó, por así decirlo, porque su historia nunca termino, fue solo una coma, ¿pero quién le explica que fue un punto final para el ciego?, Quizás porque el dió todo de el, hasta sus fuerzas, sin reservar o mezquinar nada, el se dió por vencido, ¿quien le explica que no fue su intención lastimarla?, que el solo quería su sonrisa y por ella vivir, ¿quien le explica que el ciego sigue respirando la fragancia de su perfume?, ¿quien le explica que el ciego se cansó de chocar contra todo, y se sentó a esperar su perdón?
En fin, como nombre, la vida nunca estuvo a favor del ciego, ya es tan tarde, que sus vidas tienen otro sentido, y muchos kilómetros de distancia.
En fin el ciego la necesitaba para vivir desde esa noche, pero al vivir el, la lastimaba a ella, el ciego se alejó, y la dejo vivir a ella mientras el murió, se sacrifico, y aunque sabía que a ella le dolería, iba a está bien. El ciego murió intoxicado en su fragancia y ausencia.
Mientras ella al ver muerto a lo único que le daba vida volvió a dejar un talón de madera sobre los pies del ciego y se fue. Él anduvo por calles oscuras, tropezando, cayendo, levantándose, dando pasos ciegos pisando sobre las rocas mudas. Todo está oscuro y no hay salida, si él corre ella lo hace también. Da vueltas sobre la misma esquina donde nadie lo espera. En sus ojos vencidos su alma está muerta. Como aquellas mañanas perfectas, tan perfectas que podía olvidarse de los nombres y las fechas. Se acuerda del sol que lo iluminaba en el camino, pero las sombras responden desde adentro. Traen laberintos sin memorias. Dejan la piel hueca, despojada de toda la historia de su carne. Es igual que la muerte. Llega al final del camino, luego de seguir a un hombre que caía una y otra vez aún conservando los trozos de espejo roto que guardan su reflejo, voltea su rostro y la misma oscuridad le responde: nadie.

UN VIEJO CIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora