Episodio 1, parte 2

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Rosie estaba encantada. Dejó aue Amelie guardara las pocas cosas que había empacado. Sin parecer una desesperada, comenzó una charla.
-Quiero que nos conozcamos más. Yo por ejemplo tengo 12 ¿y tu?
-13.
-¿Tu color favorito? El mio es el celeste.
-Aunque me paresca una estupides, es el verde.- Hizo una pausa fijando la vista en la estanteria de Rosie.-  Errr... ¿Puedo leer alguno?
-¡Claro! Ahora son tus libros tambien. Te recomendaria estos. Son mis favoritos.
Amelie lo sostuvo en la mano acariciando la tapa.-Harry Potter... -susurró.-Gracias. Alli no tenía nada que leer.
Ambas siguieron hablando acaloradamente hasta la hora del almuerzo.  A tan solo tres horas de conocerse, se sentian como si estuvieran juntas toda la vida.

Al cerebro de Sherlock parecia no poder asimilar lo que sucedió. "Una hija... Una hija... No se ni cuando ocurrió" Buscó en su palacio mental tratando de recordarla.  Definitivamente la madre de Amelie era una mujer que Sherlock limpió de su cerebro.
Las dos muchachas bajaron las escaleras. Habían estado mucho tiempo hablando y el lenguaje corporal de Amelie indicaba que se sentía comoda.
-Deberiamos hablar.- Sentenció Amelie.-Ya que vamos a vivir juntos...
-Claro. Tenes que saber lo malo de mi: Toco el violín para pensar mejor...
-¿Y eso es malo por qué lo tocas muy mal?- Él sabia que ella solo estaba jugando. Era el primer día y ya hacia bromas. Interesante.
- Y a veces no hablo por largos periodos de tiempo- continuó ignorando la interrupción.
-Entonces eso seria algo bueno, ya que no estarias diciendo bobadas constantemente.
Sherlock miró a John desesperado. Nadie le habia hablado asi. Expeto su hermano, pero ese era un caso especial.
La señora Hudson entró a la cocina justo a tiempo. Apolló sobre la mesa un gran plato de pescado y papas. Típica comida britanica.
-¿El... Ama de llaves verdad?
-No soy su ama de llaves- Contesto enojada- Soy su casera.  Esto es solo porque has llegado- completó con una sonrisa.
Amelie miró el pesacado, asqueada.
-Sra. Hudson, creo que deberá prepar otra comida. A Amelie no le gusta el pescado.
-No es que no me guste. Soy alergica, querido.
La mente de Sherlock no sabia como reaccionar.
- Entonces come las papas, querida- dijo la Sra. Hudson amablemente- luego te prepararé un buen te.
-Sobre eso... No me gusta el te. Preferio una taza de cafe.
-Eres la persona menos britanica que he conocido- declaró Sherlock.
-Habló el hombre mas britanico del mundo. Amo mi pais. Y punto.
Terminaron la cena, todos hablando sobre su vida.

Cuando terminaron de comer, Sherlock le preguntó a Amelie la razón por la cual tenia ortodoncia.
-No lo se.  Desde que tenia ocho años, un hombre del gobierno me dio varias cosas por ser una niña prodigio. Un hombre repugnante.
-Recuerdas a ese hombre- preguntó su padre con la esperanza de que diga el nombre que él queria.
Amelie se asombró. Sus ojos se abrieron como platos.
-Era tu hermano...
Sherlock sin decir palabra salió corriendo afuera. Paró un taxi y subio.
-¿Qué esperan?- bramó. Y todos subieron al auto.

Amelie, Rosie y John seguieron a Sherlock como perros sin entender. Pero Amlie tenia una corazonada.
Entraron a un lugar llamado "El club Diógenes".Los hombres sentados se alarmaron al ver dos mujeres entrando pero ambas los ignoraron.  A Rosie le dieron ganas de gritar "Machistas  de mierda" pero prefirió guardarlo.
Los cuarto entraron en una habitación, como un despacho. Mycroft Holmes se encontraba alli. Al observar a Amelie se dio cuenta de lo que pasaba. No llegó a pronunciar una sílaba que Sherlock lo detuvo.
-¿ Por qué me la ocultaste, Mycroft? ¡Por 4 años!
-Debia estar seguro de que...
-¿Podría haber tenido una familia y me la ocultaste?- lo interrumpió ella. Se sentó en un sillón abrumada. Su nuevo tío Mycroft le posó una mano en el hombro. "Maldito hijo de..."
Sin pensarlo dos veces, Amelie tiró su codo fuertemente hacia atras golpeando el estómago de su tío. Al mismo tiempo, Sherlock le pegaba una bofetada a su hermano. Lo dejaron tirado en el piso.
Antes de irse, Amelie miró los zapatos de Mycroft y le dijo-A proposito tus zapatos son tan feos como tu cara.- Y se fue.

Horas después de hablar con su hermano, Sherlock creyó que era hora de probar la inteligencia de su hija.
-Como recompensa por un día agitado,te llevaré para que resuelvas un asesinato.
-Sherlock no creo que sea buena idea...- dijo John
- Tonterias. Ella es muy inteligente, John. Va a ser muy útil en mis casos.
-Ósea que solo sirvo para eso: Resolver casos.
-Si... Digo, no claro que no.- No convencia a nadie.
Llevó a los 4 a un campo en las afueras de Londres. Alli estaban cadáveres de dos hombres.
-Adelante, Amlie. Comienza con las deducciones.
Amelie, extrañada obedeció a su padre.
Corrió por todo el campo.  Hizo movimietos parecidos a los de Sherlock pero al mismo tiempo diferentes. Luego de unos 15 minutos, ella paró.
-Bien.  Ambos hombres murieron de un tiro en la cabeza. Hay tres pares de huellas por todo el alrededor. Uno talla 38, otro talla 42 y otro talla 40. Los hombres calzan 38 y 42. Sólo nos queda averiguar el del tercer par, es decir el "asesino."- Sherlock sonrió, pero no porque estuviera orgulloso sino a punto de estallar de la risa. Se había equivocado.- En conclusión: El hombre que calza 38 fue asesinado hace un par de días, mientras el otro recien ayer. ¿Qué hay de las otras huellas?¿Y el arma?  Simple. Mi padre sacó dos cadáveres de la morgue y planificó una esena del crimen. Sherlock calza 40, John 38 y solo hacia falta alguien mas para que sean los 3 "sospechosos"
Sherlock no lo podia creer. Amelie sería muy útil en sus casos.
-Bien hecho.- le felicitó John. Rosie la abrazó. Verdaderamente se estaban haciendo amigas.
Sherlock seguia atontado y fue dirigido por su amigo hasta el taxi. Amelie era tan inteligente como el, tal vez, aún más.

Sherlock 2 : Las Historias De Amelie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora