Mónica

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Isla se sentía mal, había pensado que su amiga era la peor de todo el mundo, que era una traicionera que le gustaba hablar mal de ella a sus espaldas pero al escuchar a su madre decir aquello creyó conveniente ir a buscarla a su casa y pedirle perdón como era correcto. Le había mandado en un principio mensajes pero ninguno abría y mucho menos le contestaba.

— ¿Está Mónica?

—Sí Isla, pasa, está en su cuarto.

La castaña corrió hasta el cuarto de su amiga, tocó la puerta y un "pase" fue lo que necesitó para entrar en aquellas cuatro paredes en las que había pasado horas jugando, riendo, peleando y contando chismes con su "amiga".

—Ho-Hola Mónica.

La mencionada volteó a ver a Isla, primero con ingenuidad y luego con desprecio lo que Isla creyó que era porque se había enojado con ella.

— ¿Qué haces aquí?

—Yo quería discul... quería disculparme contigo, no debí haber pensado mal y mi mamá ya me explicó lo que pasaba realmente. Tú solo quería que Eiden y yo nos enamoráramos.

Mónica tensó la mandíbula.

Eiden e Isla enamorados sobre mi cadáver, pensó.

— ¿Y qué? Ahora vienes como mosca muerta a pedir perdón, ¿me equivoco? — Isla no sabía qué responder, no le gustaba el tono que Mónica estaba usando tampoco esa mirada despectiva que le daba —. Dime que no eres tan estúpida como para no darte cuenta.

— ¿De qué?

— ¿De qué? ¿¡De qué!? — gritó saltando de su cama —. ¡Me enamoré de Eiden idiota! Pero claro, no se ha fijado en mí gracias a que tú pareces perro faldero detrás de él.

—No, Mónica yo nunca intenté que él...

—Claro que no, porque Isla es una niña buena que no piensa en ella y solo quiere hacer feliz a los demás, ¿verdad? — silencio —. Ese día que escuchaste yo te vi afuera de la ventana y estaba ansiosa de que escucharas para que te olvidaras de Eiden y así quedarme con él. Fue mejor que eso, Timmy fue detrás de ti, ese día que llegaste con él a tu casa Eiden fue a preguntarle qué pasó después se desahogó conmigo. Me encargaré de que te olvide.

— ¿Qué? — susurró sorprendida —. Mónica...

— ¡Cállate y vete de una buena vez!

Isla tenía los ojos llorosos, ¿cuándo había perdido a su amiga de años? Al parecer un pequeño gusto tenía el poder de separar a las personas. Isla se dio la vuelta pero antes le dijo:

—La estúpida eres tú, al menos yo no mendigo el amor de alguien más. Con permiso.

Y así terminó una gran amistad, ¿culpa de Eiden? no, culpa de la envidia, una amiga de verdad querrá verte feliz por sobre ella misma.

¿Chico O Chica? (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora