Casas de madera

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Caminando y casi siempre corriendo por los senderos , cogiendo y guardando en su pequeña mochila  crema cada hoja o roca rara que encontraba a su paso , mientras que en sus ojos color canela reposaba el reflejo del sol y su sonrisa  al igual que sus mejillas indicaban a uno que estábamos a mediados de aquel verano . A los habitantes de Berlania les hubiera encantado ver  crecer a Susan ya que era una niña sumamente encantadora , pero por desgracia no todos pensaban así .
—¡abuelo Benja!– gritaron los gemelos al entrar. Ya era hora, un domingo familiar era lo que me hacia falta,  estar con mis nietos y mi hijo eran uno de los placeres que gozaba ya que sentía que el tiempo se me estaba acabando.
— ¿Como están?– dije al mismo instante que ambos se sentaban en mi regazo. 
— Veo que aun sigues en buena forma – dijo mi hijo al entrar en la habitación, con los hombros caídos y las ojeras remarcadas, sera difícil que se libren de mí – respondí con el deseo de verle una sonrisa pues esa era la típica broma que nos hacíamos cada fin de semana.
—Papá, hace unos días pase por Wesex y adivina que, hay departamentos disponibles a muy bajo precio,  se que tienes algunos ahorros y yo puedo completar la otra parte, así que por que no...– No pienso moverme de Berlania, nací aquí y pienso pasar mis últimos días y noches aquí – respondí al intento de mudanza de mi hijo.
—Pero padre, solo quedan 15 habitantes , desde hace ya  20 años que nadie visita este lugar y cada vez se deteriora mas,  me sorprende que aun  tengan agua y fluido eléctrico.
—Tu conoces el por que de todo esto,  bien sabes quienes vinieron aquí y  como dejaron todo – respondí con tristeza en mis palabras.
De que están hablando – preguntó uno de los gemelos. –De cosas de adultos de las cuales no deben prestar atención,  mejor dime que han traído para cenar muero de hambre y hace mucho que no los veía, vamos
a la mesa y dejemos todo este asunto.

Nos sentamos todos y disfrutamos de una cena maravillosa ,la habitación comenzaba a cobrar mas color  y por unos segundos me sentí otra vez joven agache la cabeza y para mi sorpresa mi manos torpes y arrugadas ya no estaban en su lugar unos nudillos firmes y unos dedos carnosos pegados a una palma llena de color las reemplazaban ,  alce la cabeza con ansias de ver a mi hijo para hacer de el un testigo de mi repentino cambio , al poder ver mi nuevo panorama de la habitación se provoco en mi  una soledad maldita , todo el lugar se torno en un ambiente paupérrimo , las paredes manchadas de un color rojizo mientras que del techo se hacían notar mas las goteras , sin pensarlo me cubrí el rostro con las manos , mientras escuchaba como las nubes atacaban mi casa con rayos lleno de ira   –¿Papá estas bien ? , escuche la voz de mi hijo y me hizo toparme con la realidad  – Pasaras por lo mismo cuando llegues a tener mi edad  – diciendo esto force una risa para no darle mucho enfacis al asunto , aunque sabia que mi hijo me rendiría cuantas mas tarde por lo sucedió en la cena. 
  — ¿ Ya estas listo para decirme  que te paso en la cena ?-eran apenas las 7.30 de la noche y el ya estaba en mi habitación — Solo siéntate y ponte cómodo , sera la primera y ultima vez que te relate lo sucedido en Berlania cuando yo solo era un muchacho y en mi relato tu solo responderás a tus dudas - Lo vi directamente tratando de hacer aun mas serio este asunto , por la ventana se apreciaba a la luna en lo alto del cielo , majestuosa y llena de sentimientos , testigo de los amores desde tiempos remotos era ella la única que podía abalar mi historia .



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⏰ Última actualización: May 24, 2018 ⏰

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