Cuestionamiento de la muerte

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Los pensamientos en mi cabeza eran inútiles puesto que pretendían encontrar sentido aún sin tener coherencia uno con el otro, pero eso sólo fué hasta que por accidente, o mejor dicho, casi sin darme cuenta metí mi mano al bolsillo de la bata que vestía en aquel momento, sin esperar que dentro encontraría mi vieja pipa de espuma de mar, que desde hace unos días consideraba extravíada. Le coloqué un poco de tabaco en un intento de recuperar la serenidad y abandonar mi irracional ansiedad, lo cual finalmente se logró. Más sin embargo, al acabar de leer el texto completo me hallaba en las mismas, siendo sincero.

Y es que la incongruencia sin justificar no era el homicidio en sí, siempre he estado consciente de que en este mundo suceden todo tipo de cosas abominables. El misterio radica, notoriamente, en la pregunta de; -¿Por qué es que no me enteré por cuenta propia?- Cómo ya dije.

Tras analizar otro factor supe que mis conclusiones eran válidas después de todo, y se que en verdad la simplicidad del texto de la noticia era una cosa que casi raya a lo mediocre, según mi parecer; La calidad de redacción no me convenció en lo absoluto y tratandóse de un hecho tan alarmante, la información presentada no parecía ser la suficiente.

Parecía que aquella curiosidad absurda terminaría matandóme, aunque, luego de pensarlo mejor, sería obstinado mantener de pronto tanta desconfianza hacia un medio de comunicación formal que nunca me había decepcionado con mentiras. Además, igual es muy bizarro molestarse así por asunto que no me incumbe demasiado (o eso pensaba)
Al día siguiente regresaría a mi trabajo y en caso de que fuera una estremecedora verdad me convencería mejor que nadie de ello pues tendría que verlo con mis propios ojos.

El reloj colocado encima de mi chimenea marcaba casi las 10:00 pm, entonces fuí a dormir pues tenía que entrar muy temprano a la morgue.

El Enterrador (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora