𝗜𝗻 𝗧𝗵𝗲 𝗗𝗮𝗿𝗸; 𝗠𝗮𝗿𝗶𝗰𝗵𝗮𝘁.

𝗜𝗻 𝗧𝗵𝗲 𝗗𝗮𝗿𝗸.

Como ya era costumbre, patrullaba todas las noches, el día había sido de lo más pesado y el estrés se estaba haciendo presente en mi espalda.

Caminé por los tejados, dejando que la fresca brisa de la noche chocara con mi rostro.

Decidí ir a caminar por las calles de mi ciudad, así que con mi yoyo me impulsé y en un abrir y cerrar de ojos estaba en el suelo. Comencé mi recorrido, caminaba por todos lados observando lo maravilloso que es París de noche.

Un llanto me sacó de mis pensamientos, seguí aquel llanto y para mi sorpresa... Era Chat Noir. El chico estaba en un callejón llorando, tenía una idea del porque; hace rato le había roto su corazón al no corresponder sus sentimientos.

Mi pecho comenzó a arder, me sentía muy mal. Había rechazado a mi compañero de peleas, al único que a valorado mis esfuerzos... Me alejé de ahí y me destransformé.

-¿Qué harás, Marinette?-. Me preguntó Tikki confundida.

-Tengo que arreglar las cosas con el-suspiré-. Pero tengo que hacerlo como Marinette, Ladybug ya ha causado muchos problemas.

Dicho esto, mi kwami entró a mi bolso y salí de mi escondite, fui directo al chico rubio.

El se percató de mi presencia y rápidamente levantó su rostro. Su carita estaba triste, sus ojos rojos e hinchados de tanto llorar, sus puños cerrados... Me dolió el alma verlo así.

-¿Princesa?-preguntó con un hilo de voz, mientras trataba de aparentar que todo iba bien-. ¿Te encuentras bien? ¿Sucedió algo?

-¡No, para nada! Solo vine a dar una caminata nocturna y me encontré a un lindo gatito por aquí-trate de hacerlo reír pero me fue imposible, su estado de humor no era bueno-. ¿Te pasa algo Chat?

Sonaba estúpido que le dijera eso, si sabía perfectamente lo que le estaba pasando.

Suspiró pesadamente
-Solo problemas gatunos-. Rió un poco.

-¿Te puedo ayudar en algo?

-Me quiero desahogar. ¿Escucharias a este lindo gatito?

-Prrrsupuesto que si-. Intente hacer un chiste de el, pero fallé. Lo bueno es que le cause risa.

Caminamos un poco hasta llegar al río Sena, nos sentamos en el suelo mientras que la luna nos iluminaba. Podía observar perfectamente cada detalle de él, así como sus reacciones; Triste, decepcionado, cansado, harto...

¿Soy una hipócrita si se que esta así por mi culpa? Muchas preguntas aparecieron en mi cabeza, hasta que el comenzó a hablar.

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