Arthur era un omega común; trabajaba en la librería de su campus universitario para ayudarse a pagar su matrícula, le gustaban las cosas simples de la vida; como el té caliente y un buen libro y, él, por supuesto, quería una relación. Había estado en algunas durante su vida, pero ninguna duró mucho, una resulto en ser buenos amigos, nada más.
Arthur se descubrió a si mismo que era lo suficientemente normal como para que los alfas consideraran invitarlo a salir, pero no lo suficientemente importante o extraordinario como para iniciar una relación seria. A regañadientes, había aceptado su realidad. Para un omega de su edad, 24, no era raro que aún no tuviera pareja, pero Arthur sabía que nunca podría encontrar a esa "persona especial".
Con el tiempo dejo de molestarle, sin embargo, lo que le hartaba, era el constante coqueteo de los estúpidos alfas que pensaban que eran bastante poderosos y "asombrosos" como para ingresar en la prestigiosa universidad en la que estaban. Y entonces, esos idiotas coquetearían con cualquier par de piernas que les gustase para un 'polvo' rápido -y nuestro omega bibliotecario no sería ese par de piernas.
Lo cual nos lleva al día en que Arthur lo conoció.
Arthur estaba organizando estantes, y a favor de la pequeña tarea que le habían asignado, ignoraba el mundo que le rodeaba. Y así, perdido en sus pensamientos, no se dio cuenta del alfa que intentaba llamar su atención.
"Oye, yo...uh, necesito ayuda urgente, dude?"
Arthur se sobresaltó al sentir como una mano se posó sobre su hombro. Al voltear ya tenía varios insultos en la punta de su lengua, pero ahí murieron después de que viera bien al hombre que se le había acercado. Hombros anchos, alto (Bloody hell, tengo que alzar la mirada para hacer contacto visual), perfectos y brillantes ojos azules enmarcados perfectamente por lentes, un cabello rubio perfecto... el ideal paquete americano.
Arthur estaba embriagado. Lástima que probablemente sea otro imbécil, suspiró.
"Eh... ¿Puedes ayudarme a encontrar un libro?" Preguntó el alfa.
Mierda, incluso su acento es hermoso
"Claro, ¿qué libro?" Arthur estaba muy agradecido de que su voz sonara normal, y no como una coqueta colegiala.
"¿Introducción al espacio aéreo?" El alfa parecía nervioso.
Arthur levantó la vista, arqueando sus cejas, "¿Te estas especializando en el espacio aéreo?"
El alfa sonrió alegremente (fuck, es muy lindo), "¡Si!, Soy muy bueno en ciencia, pero aparentemente no soy bueno al navegar en la biblioteca. O en la ciudad. ¿Quién diría que Londres era tan confuso?"
Arthur sonrió, sintiéndose extrañamente cómodo con el alfa, "Puede ser un poco complicado para las personas que no están en el área. Sígueme", dijo mientras comenzaba a caminar hacia la sección de física. Con lo poco que sabía sobre la maldita industria aeroespacial, esperaba que el libro estuviera ahí. No podría hacer el ridículo por no saber dónde estaba el libro, claro.
Ambos estuvieron callados durante todo el camino, ninguno empezó una conversación. No es que Arthur hubiera esperado tanto, pues solo estaba haciendo su trabajo. Un trabajo que no incluía charlas. Cuando encontró el libro, lo veloz suficiente como para no parecer un idiota, consiguió un amable gracias en lo que regresaba a organizar el resto de estantes.
Hasta que escuchó como el alfa lo llamaba, "Eres bibliotecario, ¿cierto?"
Arthur se giró, confundido, "¿Si?"
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One-Liners
FanfictionArthur solo estaba tratando de hacer su trabajo, pero es difícil cuando algunos alfas intentaban ligar con él, y con esas frases tan cursis y horribles, también. Honestamente, Arthur odiaba a los alfas. Pero él, parece ser bastante encantador... [T...