Situaciones (I)

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Existe para algunas personas la necesidad de intentar comunicar a los demás la importancia que algunas cosas o situaciones en la que otros por desconocimiento o por falta de interés no reparan. Esa soy yo.

Algunos de los que estaréis leyendo mis escritos pensara que solo me intereso por un tema, las enfermedades de la mente, y aunque no sea del todo cierto, si es verdad que por haberme tocado de muy cerca, me esmero por intentar hacer llegar a otros estos temas de una manera mas amena o fácil. Me siento en esa obligación.

La ignorancia muchas veces duele y mucho y en muchos aspectos de la vida, no solo en este que trato.

Cuando una persona, hombre o mujer, se despierta una mañana y por primera vez en su vida, lo primero que hace es llorar, es tan desconcertante para esa persona como para la que pueda estar a su lado.

Muchas veces los que tienen estos problemas no saben porque se sienten como se sienten, solo saben que una pena indescriptible los inunda y no pueden parar de llorar. En esos momentos, si alguien comparte el día a día con esa persona, se sentirá casi tan desesperada como quien lo sufre.

Imaginar que alguien al que queréis mucho esta en esta situación. No es fácil de imaginar, pero supongo que pensaréis que sería terrible y seguramente sufriríais mucho por esa persona. Pues si, así es.

¿Que ocurre ahora?, pues lo lógico es que queramos animar o consolar a esa persona. Esto hay veces que no es buena idea. Quien se siente así no quiere pensar que esta transmitiendo su dolor a su madre por ejemplo, esto incrementa su sufrimiento y su malestar ya que muy probablemente, su madre llore por impotencia al ver que su hijo sufre y por tanto, además se sentirá culpable y responsable de la desgracia de su madre.

Aunque por supuesto, habrá quien lo agradezca y prefiera compartir esos momentos. Cada persona es un mundo y no se puede generalizar.

¿Como podemos ayudar? Esta seria la pregunta del millón.

Por la experiencia que yo he vivido, ayudar significa por ejemplo, obligar a salir a la calle a la persona, tarea nada fácil ni para uno ni para el otro. Intentemos recrear esa situación:

Maria, llamémosla así para no tener que usar "persona" constantemente, será quien no quiera salir a la calle y la otra parte, su madre, para seguir como antes.

Pues bien, aquí viene lo difícil. La situación podría ser:

María esta sentada en el sofá del salón con ojos llorosos y mirando a ninguna parte, absorta en sus pensamientos que bien podrían ser, "nadie me comprende, porque estoy tan triste, nunca me recuperare, esto no es vida... una gran cantidad de pensamientos negativos y contraproducentes que lo único que hace es que María se regodee en su pena aún más.

Ahora llega el papel de la madre, intentar por todos los medios que María salga a la calle. María llorará, puede que hasta insulte a su madre, pero es que haría cualquier cosa por salir huyendo de esa situación. La madre no debe ceder bajo ningún concepto, el chantaje emocional, yo diría, que en estas situaciones esta permitido. Creerme cualquier cosa, y si su madre consigue solo que se vista para salir, ya la habrá ayudado mucho, porque la ha acercado a la calle un poco mas.

Con este ejemplo quiero destacar la importancia de que su madre la "obligue" en cierta forma a hacer algo que María no quiere hacer.

Cuanto más lejos pueda llegar María, mas cerca estará su mejoría.

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2010 ⏰

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