5:34 AM

La visita

Soledad

Desperté con el cuerpo empapado de sudor, estaba sola en casa, mis padres se fueron de viaje por negocios y regresaban en dentro de 1 semana, miré el reloj y me sorprendí, otra vez eran la 5:34 de la madrugada, ni un minuto más y ni un minuto menos, me levanté de mi cama toda sudada y fui al baño a lavarme la cara, cuando me mojo el rostro y me miro en el espejo grité, quien estaba en el espejo no era ni reflejo era la chica, tomó una aguja y comenzó a cocerse la boca y los ojos, no podía hacer nada, mi cuerpo no reaccionaba, contemple toda la acción hasta desmayarme por lo horrible que era.

Al abrir mis ojos estaba en mi cama, pensé que tal vez era somnámbula y yo sola me fui a mi habitación, me voy a dar una larga ducha pero chocó con algo duro, el corazón se me acelera cuando veo que la figura que está en el piso soy yo misma con los ojos y boca cocidos, me levanto de mi cama gritando, todo fue una vil pesadilla, mi televisor se enciende, yo me sobresalto, lo único que marca la pantalla son unos números teñidos de rojo sangre 5:34 salgo de mi cuarto y de mi casa lo más pronto posible, no puedo estar sola EB ese maldito lugar, me voy a la casa de mi única amiga, Sarah, su madre es Médium, investigadora de lo paranormal, referente a todo lo del más allá.

Me abre su madre y desde que me ve sabe lo que pasa.

- No debiste pisar su césped- Me mira de reojo, no tengo que contarle lo sucedido ya que su don se lo permite saber pero me mira como si fuera una desconocida.

- A qué se refiere?- Siento un escalofrío recorrer toda mi espalda y el dolor en la garganta vuelve a mi.

- Entra, rápido- Me toma del brazo y me entra a su casa lo más pronto del mundo, al cerrar la puerta puedo escuchar gritos demoníacos detrás de la misma.

Justo a tiempo, dijo Kleys, la madre de mi amiga, yo seguía sin entender nada, le pedí explicación, me dijo que vaya a la sala principal que me contará el porqué de las cosas. Sarah estaba durmiendo, eran aún las 5:34 AM ¡¡esa hora no va a cambiar!!

Me sentía observada pero por alguna razón solo desde afuera de la casa, como si lo que fuera que me estuviera viendo tuviese prohibido entrar. Llego Kleys con varios libros y un envase que supongo es agua bendita. Me moja con dicho líquido y puedo sentir el ardor en mi garganta, voces fantasmagóricas se escuchan, son de dolor, empieza a rezar, me está haciendo un exorcismo, creo que voy a vomitar, los ruidos de sufrimiento aumentan, todo en la casa empieza a volar, el cielo se oscurece, ya es de noche, las luces se prenden y se apagan, de repente el silencio reina en la casa, ya no me duele el esófago, empiezo a vomitar sangre, la sangre que había tragado de aquella chica.

- Estás limpia, fue una maldición, tu vecina antes de morir les echó una brujería, cuando pisaste el césped, la desgracia cayó en ti. Estas a salvo pequeña, te puedes quedar aquí en lo que regresan tus padres- dijo abrazandome de forma maternal, mis lágrimas empezaron a caer hasta quedarme dormida en su regazo.

Al día siguiente me fui al colegio junto con Sarah, el día trascurrió muy normal, ya no sentía miradas perturbadoras en mi, empecé a superarme, ya no era tan tímida, hice nuevos amigos, mis notas eran excelente, apliqué para una de las mejores universidades de medicina del país, era el orgullo de mis padres.

10 años después.

"Doctora Ivonne, neurocirujana, se le necesita en emergencias de inmediato" escuché como me llamaban por el megáfono del hospital, me di prisa, la paciente estaba en el cubículo no.3 entré y dejé caer todo, era la chica, esa maldita chica que me trajo pesadillas desde mis 17 años, no es posible Kleys la eliminó, qué hace aquí.

"Esto solo está empezando." dijo.

Todo se volvió oscuro.

Estaba sola.

Me duele la garganta.