Pasó un día más, llevé a Tzuyu a la playa. Conversé un poco más con SeungHyun, estaba dispuesto a conocerme un poco antes de prejuzgarme, y me parecía lo más justo del mundo. Fuimos a almorzar juntos. Pero...no había mejora en Lisa, seguía igual, todo igual.
Al siguiente día...se cumplían las 72 horas que había recomendado la doctora. Tendríamos que tomar la decisión de desconectarla más enserio. Digo "tenemos" porque querían tomar muy en cuenta mi opinión. Esa noche...lloré como nunca antes había llorado, mi cuerpo ya no podía con tanto dolor. No era posible, tenía que despertar.
"Esperemos un poco más"
Es lo que su madre dijo después de haberlo meditado todo un día. Suspiré aliviada. Las esperanzas volvieron a mí. Esa mañana, en la que ya habían pasado 4 días, nos informaron de una mejora, bastante insignificante, pero existía.
-¡Jennie!- Dijo Tzuyu estirando los brazos.
-¡Linda!- Respondí de misma manera, abrazándola suavemente.
Me atrasé unos cuantos minutos, y sólo me encontré a Tzuyu en la habitación de Lisa.
-Mis padres fueron a ver un departamento- Comentó- Creo que viviremos aquí ahora.
-¡Oh! Eso es...emocionante- Dije intentando conseguir un buen adjetivo.
-Supongo- Dijo encogiendo sus hombros.
Honestamente...ya no me sentía con la seguridad, de implantarle la esperanza de que Lisa despierte. A este paso lo veía demasiado dudoso. Jalé la otra silla para sentarme a su lado. Veía como tenía la mano de Lisa entre sus dos pequeñas manitos, y la frotaba, como intentando darle calor.
Esta vez acaricié el brazo de Tzuyu, tratando de darle las fuerzas que necesita. Suspiré. Todo esto estaba mal. Creo que era mejor esperar lo peor, y alegrarme al máximo si mejora, pero dejar de ser positiva, dejar de esperar que...volverá.
-¿Podemos ir a tomar helados de nuevo?- Preguntó volteando el rostro hacia mí.
-Claro- Le aseguré.
Conversamos de cosas vanas, y sus padres llegaron a los minutos. Decidí dejarlos solos, así que salí a la salita de espera. Tomé una revista y empecé a hojearla, no podía concentrarme como para leerla. Elevé la mirada por unos segundos, la doctora de Lisa estaba en la barra de la recepción. Dudé unos segundos en ir a hablar con ella. Dejé la revista de lado, y me sorprendió verla acercándose a mí.
-Usted es familiar de la señorita Manoban, ¿verdad?- Preguntó sentándose a mi lado.
Asentí cerrando un poco los ojos.
-¿Cómo lo están tomando?- Preguntó entrelazando sus dedos.
-Pues...creo que bien- Dije frunciendo los labios.
-Deberían prepararse- Dijo lentamente- Para lo peor...
Tragué en seco. Muy detallista de su parte acercarse a mí para decirme eso.
-Es tan...¿definitivo?- Pregunté derrotada.
-Pues, las posibilidades bajaron considerablemente- Dije ladeando la cabeza- Cuando se salen de las 72 horas es menos probable que despierten.
Asentí comprendiendo.
-Pero...aún hay gente que lo hace- Dije con una ligera emoción- ¿Verdad?
-Un porcentaje bastante bajo- Dijo asintiendo.
Bien, si la doctora decía que había esperar lo peor...había que esperar lo peor. Ya...ni le veo el sentido de quedarme aquí honestamente. La miré y me disculpé para ir a la habitación de Lisa, probablemente por última vez. Ya me estaba golpeando la realidad de que no la volvería a escuchar, ni su hermosa voz, ni su preciosa risa. No volvería a escuchar esos suspiros que me daban sentido para seguir. Ya no iba a tener el honor de deleitarme con su presencia.
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Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•
Hayran KurguJennie era la nueva maestra de literatura, una mujer absolutamente hermosa, con una sensualidad que emanaba de cada poro de su piel, cruzó su camino con una joven llamada Lisa. A Lisa no le importaba nada, ya había decepcionado y lastimado a tanta...