Niño Lombardo | Mauro Lombardo•Duki•|

O8

-Eu, me llamó mamá, se olvidó la billetera se la voy a llevar, voy rápido.- dijo y salió por la puerta.

Después de eso... suena mi celular, no sabía quién era ya que marcaba nmr privado así que decidí no contestar, al ver que seguía sonando, Ailen habló.

- Mauro,¿ no vas a contestar?.

Que lindo es escuchar mi nombre salir de su boca. Sé que existen un montón de Mauros en el mundo, pero saber que me lo dice a mí me hace sentir bien.

-No, no sé quién es, es número privado.

-Capaz es algo importante.

-Si, tenés razón.

Espere a que el celular vuelva a sonar para luego contestar

[Llamada numero privado]

-¿Qué te pasa, Mauro? ¿Tantas veces tengo que llamar para que me contestes?- dijo Lucía del otro lado de la línea.

-¿Qué querés?- pregunté seco.

-Yyyyy... lo que quiero ahora es tenerte en mi cama, como antes- me respondió. Que mina más pesada ¿no entendió lo que le dije en la joda de Marcos? Parece que no.

-Me parece que fui claro con eso la última vez que nos vimos.

-Te extraño, Mauro- dijo triste- no seas así.

-No, vos no seas así- dije para luego cortarle.

Creo que Ailen iba a decir algo pero Candela entró gritando a la cocina.

-Ailen prepárate que los chicos me avisaron que salían y les dije que íbamos.

Ailen sólo la miró y asintió.

Cande me miró y después habló.

-Mau, ¿ no querés venir?

-No Cande, es salida de amigos, no me invitaron, aparte no los conozco.

-Tranki que yo te estoy invitando- dijo haciéndome burla por esa vez que invite a Ailen a la joda de Marcos.

Parece que Ailen se dio cuenta y empezó a reír por lo bajo.

-En ese caso si voy.

(...)

Estábamos en Apple Cande y sus amigas estaban bailando como locas, pero no podía dejar de mirar a Ailen.

La miré un par de minutos más y luego de eso decidí acercarme a ella.
Cuando llegué la agarré de la cintura por atrás causándole un susto a lo que dio un salto, acto al cual reí leve.
Se dio vuelta, me miró y empezó a bailar para mí. Esta chica me va a matar.

Clavé mis ojos en ella y cuando me devolvió la mirada no aguanté más y volví a besarla, acción a la cual ella no se negó.

Se acercó a mí oído y me dijo que iba por algo para tomar.

Después de eso se perdió entre la gente.

Siento que alguien me abraza de atrás, pensé que era Ailen, pero no, era Lucía Otra vez.

-Ya te dije que no quiero verte- le dije a Lucía

-Seguro es por la trola esa con la que estabas recién ¿No?.

-No le digas así, no la conoces- dije enojado

-No, vos no la conoces, te dejó para irse con otro- dijo apuntando hacia donde estaba Ailen con otro chico a los besos.

Eso me enojó bastante, así que fui a buscar a Candela para darle las llaves del auto y decirle que me iba en taxi.

[Narra Ailen]

Fui a buscar algo para tomar cuando por el camino me encuentro con Seba.

-Amor, perdóname, en serio con quería, pero me habló mamá quería que vaya y bueno... perdón- dijo-gritó.

-Siempre lo mismo- contesté desinteresada.

-No va a pasar otra vez, lo juro- dijo para acercarse y besarme

Sinceramente no sé porqué se lo seguí, no sé si por que quería o porqué estaba borracha. Me siento una zorra, hace 10 minutos estaba besando a Mauro y ahora a Seba.

Reaccione y lo corrí, busqué a Candela y fui con ella.

-Che Cande ¿Y tú hermano?- pregunté

-Fue a casa, no sé que le pasó, pero estoy preocupada- ay dios, ¿Y si le pasó algo a Mauro? Pensé- ¿Vos querés quedarte más tiempo?- me preguntó- es que me preocupa bastante mi hermano.

-No, vamos- dije.

No podía no pensar en Mauro, pero no podía dejar mi casa sola, así que Cande me dejó en casa y dijo que cualquier cosa me avisa.

[Una semana después]

Una semana.. Hace una semana no sé nada de Mauro, Candela dice que está bien, que no me preocupe, que no le pasa nada. No es que no le crea, porque no tiene porqué mentirme, pero todos estos días estuve yendo a su casa y Mauro no estaba, ella dice que salió con sus amigos. La verdad no se que pasa, quiero hablar con él y ver que onda.

Dejando eso de lado, estaba yendo a la casa de Candela.
Cuando llegué, me abre Sandra dejándome pasar y diciendo me que Cande está en su pieza y que pase, que ella iba a la casa de su amiga y volvía a la noche.

Siempre pensé que Sandra tiene más vida social que Candela, ella sale con sus amigas se van a desayunar, comer o cenar por ahí, con Cande o nos juntamos en su casa o en la mía.

Entro y estaba Candela en la cocina comiendo dulce de leche con cuchara. Esta chica debe tener parásitos de tantas golosinas que come.

-Siempre comiendo vos- digo haciendo que de un salto.

-Tengo hambre- dijo encogiéndose de hombros.

La miré y reí.

Estuvimos hablando un rato, me contó que se estaba hablando con un chico que conoció dos semanas atrás, me decía que era muy lindo, atento y cariñoso con ella, yo por otro lado no tenía ganas de hablar de amor, no tenía ganas de hablar de Seba directamente.

Me iba a seguir contando de su chongo cuando Mauro llega a la casa, me miró y siguió de largo.

-Voy a comprar algo, ya vuelvo- dijo Cande

-Te acompaño.

-No no no, quédate, por las dudas.

-Bueno-dije y volví a sentarme.

Pasaron como 15 o 20 minutos y Candela no volvía, me levanté de la silla y fui al baño. Llegué y la puerta se abrió haciendo que Mauro y yo chocaramos cayéndonos al piso.

-Perdón, no te vi- dijo seco.

-No importa, estoy bien- dije levantándome del suelo.

-Mmjm- dijo y se dio la vuelta para irse.

- Mauro ¿se puede saber que te pasa?- pregunté haciendo que pare y se de vuelta a mirarme

-Vos sabes bien que pasa- dijo

-Si lo supiera no te estaría preguntando- dije obvia.

-¿Sabes que pasa?- preguntó acercándose y acorralandome contra la pared- pasa que estas re buena y no sabes las ganas que tengo de partirte la boca de un beso- hizo una pausa- pasa que pensé que eras distinta y resultaste ser como las otras- dijo y se apartó de mí.

Lo miré con el seño fruncido, no entendía eso de que resulté ser como las otras

-No entiendo.

- Que ese día en el boliche me dejaste para ir con tu novio- dijo. Me quede callada no sabía que contestar- ¿por qué me besaste si tenes novio?- preguntó enojado

- Mauro, para, yo te puedo explicar- dije y él sólo rodó los ojos- es todo un mambo.

-Primero soluciona tus mambos y después hablamos- dijo para entrar a su pieza y cerrar la puerta de un portazo.

Fui una tarada.