Otro día mas, otra vez en la escuela. Clases y tareas entre las que paso inadvertido, salvo para mis 3 amigos, únicos que parecen notar mi existencia de los 40 adolescentes que somos en el aula. Llevamos compartiendo clases y profesores poco más de 6 años, y con algunas personas no he hablado. Sin embargo, esto no parece molestarme. No soy de las personas que sienten la necesidad de socializar con todo el mundo que se le cruce por delante.Mi rutina es igual desde que ingresé en esa escuela; simple, aburrida y monótona. Las clases terminan, vuelvo a casa, entro en mi cuarto, dejo mis cosas y enciendo mi computadora. Raras veces voy a casa de alguno de mis amigos, o paso la tarde con ellos. Simplemente prefiero estar en mi cuarto, relajándome y estando un poco afuera del mundo exterior. Estar en mi burbuja.
Abro el navegador y entro a mi red social de preferencia: Facebook.
Me entretengo un rato mientras escucho música, cuando de repente suena una notificación en mi teléfono y a la vez suena la pestaña que tengo abierta en mi computadora:
-Tienes una nueva solicitud de amistad de M. N.-
Me asombro. No suelen llegarme muchas solicitudes. Solo tengo añadidos a mis amigos, compañeros de la escuela, familiares... lo normal para un chico que no habla o es abierto a lo desconocido.
Intento revisar el perfil, pero mi intento es en vano. El perfil es nuevo, no tiene fotos, ni de perfil ni portada y solo tiene a 4 personas agregadas, incluyéndome a mi. Toda gente que no conozco, o al menos no creo conocer. dos chicas y dos chicos, aparentemente de mi edad.
Me dispongo a hacer click en el primer nombre que aparece entre sus amigos, cuando un mensaje nuevo me sacó de mi concentración en el perfil. El mensaje era simple:
M: - Hola.
D: - Hola. ¿Te conozco?
M: -No, pero tienes que confiar en mí. Necesito tu ayuda, y también te pido que tampoco hagas muchas preguntas.
M: -No estaré todo el tiempo conectada. Hablaremos luego, y yo te diré que debes hacer para ayudarme. Es urgente.
D: - Está bien.
Acepté al instante. Al leer el último mensaje, me dio la sensación de que quien sea que haya escrito esos mensajes, estaba en peligro y no mentía. Mi intuición me decía a gritos que ayudara, que no era un simple perfil falso.
Todo eso me llevó a responder sin siquiera preguntarme cuales consecuencias esa decisión tendría luego....
Por el momento, seguí con lo mío. Escuché música, hice la tarea que tenía pendiente, y me di una ducha. Al cabo de un rato, me despejé y el tema del mensaje había quedado algo rezagado.
A la hora de la cena, no le comenté nada a mis padres. Era normal que eso pasara. No solía hablar mucho con ellos ya que no quería preocuparlos, o pensaba que no le iban a dar mucha importancia.
Después de cenar me despedí de mis padres, y fui directo a mi habitación. Cuando llegué allí, y al disponerme a revisar mi perfil de Facebook por última vez en el día, llega otro mensaje de ese perfil misterioso. Decido abrirlo antes de irme a dormir.
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- El mensaje -
Non-Fiction"Dante es un chico tímido, de 17 años. En su último año de secundario, y después de compartir casi 6 años con sus compañeros, muchos de ellos no lo registran. Tiene su selecto grupo de amigos, aunque no es de comunicarse mucho con ellos. Un día, mie...