Capítulo 28. Cariño incondicional, hoy y siempre.

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No lo entendía.
¿Por qué el?
¿Por qué yo?
Vida, ¿Por qué haces esto?
Yo no sabía si le gustaba.
Pero cuando lo veía te juro que sentía que volaba.
Me imaginé mil y un historias de mágico amor en mi cabeza.
Imaginaba platicar con él y al mirarlo darme cuenta de que soy la más afortunada por haberlo conocido.
Da igual si no le gusto.
Porque el simple hecho de haber podido compartir con él un poco de mi tiempo.
No lo cambio por absolutamente, NADA.
Aún puedo recordar ese perfume que él usaba, olía tan rico que, en un abrazo, no quería soltarlo, jamás.
Me gustaba muchísimo.
Estaba llegando a un punto donde estaba aceptando mi destino.
Muy en lo profundo pensaba que quizá en algún momento se daría algo.
Pero yo sentía que ya éramos algo.
Lo éramos todo.
Solo yo lo pensé. (Creo)
Sentía que lo éramos absolutamente todo, sin ser nada.
Porque yo sé que si él me llamara aunque sea tarde, incluso si es en 10 años, yo le contestaría sin problemas y emocionada también.
El solo imaginarlo con alguna otra chica me dañaba demasiado.
Porque sabía, que ninguna persona es para siempre.
Nada lo es.
Ni la familia, ni el amor, ni los amigos.
Ni siquiera el calor del café.
Quisiera contarte algo, fue un sueño en el que mi inconsciente me revelo muchas cosas.
Soñé.
Era extraño, no sabía dónde estaba, pero estaba oscuro.
Iba en un carro, no sabía quién manejaba pero me llevaban por una carretera para encontrarme con el.
Una carretera larguísima.
Que no tenía fin.
Entonces en la carretera interminable, el vehículo dejó de avanzar.
Me baje.
Y lo vi, a lo lejos lo vi.
Corrí y corrí y corrí hacia el.
Pero jamás lo alcanzaba.
Esto me dejó pensando en muchas cosas.
La carretera interminable y que al correr no logró nunca llegar hacía el, para mi significaba lo mucho que anhelaba estar con él y que sabía que jamás se podría, que él era solo un amor imposible.
Muchos te dicen que luches por lo que quieres.
Pero a veces creo que el acto de amor más grande que puedes hacer por alguien, es desaparecer de su vida.
Y entonces después de tanto tiempo conociéndolo.
Después de todas las ilusiones que yo solita me hice.
Después de pensar que muy en el fondo también le gustaba y que en algún momento podríamos ser algo.
Después de tratar de sentir que también soy alguien increíble y que le convenía.
Me di cuenta de algo.
Tal vez el sea para mi, pero yo no para el.
¿Qué cosas estoy diciendo? ¿No?
Es cierto.
Porque él se merece todo.
Se merece el sol, la tierra, la luna y el mar.
Anhelaba ser una constelación completa para el.
Mientras él era una galaxia que quería descubrir, yo solo era una pequeña estrellita brillando y dando todo de mi, por una falsa ilusión.
No te miento, el mirarlo me hacía sentir llena de vida.
Tan solo su sonrisa me llenaba mucho.
Escucharlo hablar con sus palabras llenas de sabiduría.
El mirar esos ojitos que me atrapaban.
Me mataba.
Sentir me enloquecía.
Porque sentía que debía seguir y a la vez sentía que era mejor dejarlo así.
Y no porque quisiera.
O porque me aburriera.
Sino.. porque se merecía más de lo que yo podía darle.
Además, yo quería verlo triunfar.
Quería verlo realizar todos y cada uno de sus sueños.
Si tenemos que estar juntos, aunque pase el tiempo, lo estaremos.
-Mi amor imposible-
Eres mi amor imposible, porque siempre te voy a recordar, pase lo que pase, ahí estarás.
En un rinconcito, alejado de todo, en mi corazón.
Y me hago a un lado.
Porque siento también, que mi presencia, te estorba poquito.
Porque tienes tus horarios y tu rutina día día, en donde no estoy incluida.
Y mira, no me molesta.
De verdad que no.
No me molestan tus horarios.
No me molestan tus actividades.
No me molestan las cosas que puedes pensar que si.
Porque.. no soy como las otras niñas.
El esperarte no me molesta.
El estar no me molesta.
Porque quiero estar.
Pero he decidido que me voy.
Y no es por ti, es por mi.
Porque mi mente está volando en romántico amor de chocolate, mientras la realidad puede que no sea así.
No dudes que siempre serás un amor verdadero.
Y que te mereces todo el mundo entero.
Que nadie te haga sentir lo contrario.
Mereces eso y más.
Mereces una chica linda, tierna, con un vocabulario que sea como el tuyo, una chica cortés, educada, que te quiera como nadie nunca.
Y que te lo demuestre siempre con acciones.
Que te presuma con absolutamente todo el mundo.
Mereces a alguien que nunca se canse de ti.
Que haga de todo por verte feliz.
Que no piense dos veces si de verdad quiere estar contigo.
Que sea la persona más honesta del mundo, que sea tan transparente contigo, que sea amable, que tenga confianza en ti y ante todo, que sepa cómo sacarte una bella sonrisa si es que lo necesitas.
Yo, soy todo lo anterior.
Pero este no es nuestro momento.
Hasta que la vida nos quiera juntar.
Con muchísimo cariño, mi amor.
-Alie.

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