¿Ángel o demonio qué eres tú?

Podría comenzar esta historia como cualquier otra de cuentos de hadas, con un 'había una vez', pero ésta no será una historia de cuentos de hadas. Su vida jamás lo fue. Nunca tuvo la suerte que ellas tuvieron, más nunca nadie vino a rescatarla. 

No existen finales felices cuando ni siquiera existe un desenlace alegre. Porque ¡vamos! ella jamás sintió siquiera alegría ¿cómo puedes sentirlo cuando no existe más que tu sombra junto a ti? Y seamos honestos, muchas veces dicha proyección propia parecía también abandonarla. Sola. ¿Cuántas veces habremos escuchado esa simple palabra en una historia? La princesa se sentía sola, la princesa estaba sola... y en verdad jamás lo estuvo. Pero ella sí. Ella lo estuvo, lo está, y estará por siempre. 

La oscuridad, aquella fiel amiga, la envuelve y abraza. La protege de todo mal, porque claro está, ella era el propio mal. El mal para ella misma, el mal para todos. Pero ¿quiénes son todos?, pues claro, nadie. ¡Cuantas paradojas en un sólo relato! 

'Morir es vivir en la memoria de todos', pero qué pasa cuando no existen otros ¿moriríamos de todas formas? o sólo estaríamos en el Limbo. El Limbo no suena nada mal, pero lo que sonaría mucho mejor; el infierno. ¿Por qué? porque allí solo abrían almas marginadas, almas sucias, impuras que no toleraron el mal propio de la Tierra y decidieron unirseles o acabar con sus vidas terrestres. Sin embargo, por qué no creer que la propia Tierra es el mismísimo infierno. Quizás por tal razón algunos están condenados al sufrimiento, como ella. Quizás como tú también que te detuviste a leer esto, quién sabe. ¿Se podrá cambiar semejante hecho? En lo que respecta a mí, sí. No obstante, nada podría importarme menos. Porque ella, yo, tú, dejamos que el sufrimiento nos coma por dentro hasta que algún día ya no quedará nada. Por qué no hacer algo para cambiarlo, por qué no cambiar la tristeza por la alegría, sola, acompañada como fuese. Sólo habrá que intentarlo, y quizás ese ángel que cayó al infierno pueda volver a subir. O quizás ese ángel ya esta en casa, y más no podrá volver jamás. 

Esta la historia de una muchacha que alguna vez fue un ángel agraciado de virtudes pero que las personas que más amó la corrompieron hasta que se convirtió en un demonio. Los ángeles que nadie amó se convirtieron en demonios.