Capítulo 44

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 Luka Ferrara

Se que Judith jamás me perdonará el hecho de haber cambiado los planes. Se cuanto anhelaba conocer Roma, así como yo deseaba caminar de su mano por las calles empedradas, pero sinceramente no podía quedarme, necesitaba volver, necesitaba escapar de mi pasado.

Ayer por cosas de la vida o quizá por caprichos de la misma, volví a ver a Laura, mi ex esposa.
Verla me produjo un sin fin de sentimientos encontrados que como filosas dagas se instalaron en mi pecho, en mi corazón. 
En estos momentos me siento un perfecto cobarde porque permití que el miedo ganara la partida. 
Miro de reojo a Judith la cual lleva su mirada perdida en la nada, no nos hemos dirigido la palabra después que salimos de Roma. 

— ¡ya han vuelto! ¿Pero qué ha pasado? --- interroga Tiffany una vez que nos abre la puerta de entrada del apartamento.

—  ¿ustedes no deberían estar de luna de miel? — interroga mi nona. 

Sin dirigir la mirada hacia ellas, libero una mentira que ni yo me la creo :— ¡Lo hemos postergado!¡Extrañaba a Sofía!

Con algunas maletas en las manos subo las escaleras de dos en dos rumbo al dormitorio. Puedo sentir los pasos de mi esposa detrás de mí. 
Luego de depositar nuestras pertenencias, me giro sobre mí eje, y para mi sorpresa a la que descubro es a mi hermana, la cual me observa fijamente con sus grandes ojos azules.

---- ¿se puede saber qué ha pasado en tu luna de miel? porque ese cuento de que extrañabas a Sofía no me la creo.

--- ¿Por qué no? ¿Acaso está mal que extrañe a mi pequeña hija?

— ¡Por supuesto que no! Pero se que hay algo más y te conozco Luka — expresa Tiffany.

A continuación, luego de cruzar sus brazos, entrecierra sus ojos —  ¿no me digas que has discutido con Judith?

--- no ha pasado nada de eso. ¿Nadie te ha dicho nunca que eres una cotilla? — Tiffany menea su cabellera dorada a modo de negación —  ahora déjame ir a buscar lo que falta

--- ¡Ni lo sueñes! No me moveré de aquí hasta que me digas que ha pasado

— ¿no te cansas verdad? 

— no mi querido hermano.

Con desánimo me dirijo hacia la puerta y luego de cerciorarme de que no hay nadie, la cierro.

---- prometeme que no le dirás nada a nuestra abuela, ni a Judith

---- Te lo prometo, pero por favor dime qué ha pasado

--- Ayer vi a Laura --- susurro. 

En ese instante mi hermana abre sus ojos como platos

---- ¿Laura?¿Tu ex esposa? ¿La madre de Sofía? — rápidamente asiento con la cabeza

---- si, ella misma. La verdad no sé qué hacía en Roma. Pensé que nunca más la volvería a ver.

— sin dudas la vida nos da sorpresas. Quien diría que esa mujer volvería aparecer ¿Y te vio?

— si lo hizo y su sorpresa fue tan grande como la mía. Te juro que en ese momento quería decirle un sinfín de cosas — expreso mientras siento como mi mandíbula comienza a tensarse — Judith fue la que llevo la peor parte. Me volví loco y la traté mal, además de que arruiné su paseo a Roma. 

—¿ Y cómo están las cosas entre ustedes?

— ni siquiera nos hablamos. 

— ¿y qué estás esperando para arreglar las cosas? Me imagino que ver a Laura le habrá molestado mucho.

Contratada para casarme © BORRADOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora