Unidos Jamás Seremos Vencidos - (Inazuma Eleven)

Capítulo 13

(POV Kiara):

Estaba terminando de arreglar mis cosas, cuando un extraño ruido me alertó de que algo estaba pasando.

Rápidamente salí del edificio y me encontré a una multitud corriendo para ver algo que estaba más allá de mi alcance.

Con la mirada, divisé a Mark y a los chicos, que se encontraban observando confusos la situación.

—¡Mark! —el chico se giró para mirarme.

—¿Qué está pasando? —me preguntó a penas me vio.

—No lo sé, deberíamos ir a ver que ocurrió —ver como las chicas corrían me aseguró que algo grave estaba ocurriendo—. ¡Vamos, rápido!

Me adelanté a los chicos, corriendo y apartando a cualquiera que se atravesara en mi camino. Llegué a donde se suponía que estaba una de las áreas intermedias, pero ésta se encontraba repleta de chicas que rodeaban algo o a alguien.

—¿Qué está ocurriendo? —le pregunté a Sahari, quien se encontraba cerca de mí.

—Alguien está atacando al instituto —dijo nerviosa—. No sé quien es, pero sé que ese alguien se encuentra aquí.

Aparté a las chicas que me impedían ver lo que ocurría al centro del claro y lo que vi me dejó anonada.

Clara se encontraba discutiendo con Val y muchos otros chicos que yo desconocía. En ese instante se me vino a la mente lo que nos dijo el novio de mi hermana un tiempo atrás: "...estén atentos porque antes de que se den cuenta, ya habremos ganado el torneo."

Seguramente el hecho de que ataquen este instituto es para ganar un poco de fama para que después más gente les ayude a ganar el torneo. Lo encontraba ridículo, pero era lo único que podía pensar.

Me acerqué un poco hasta donde se encontraba Clara y le toqué el hombro para que notara mi presencia.

—Querida hermanita —dijo con sarcasmo la peliazul—, les dijimos que estuvieran atentos de nuestros pasos.

—¡Callate, traidora! —la rubia se giró hacia mí con la furia reflejada en sus azulados ojos. Nunca la había visto así en los años que pasé con ella.

Las demás chicas del equipo también observaban, un poco más alejadas, pero lo suficientemente cerca como para escuchar la conversación.

—Jajaja —Val río a carcajadas—, ¿de verdad creyeron que yo era su amiga?

—Pe-pero... —a Tina no le salían las palabras y pequeñas lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

—La verdadera pregunta es si tú alguna vez formaste parte de nuestro instituto —Hannah se plantó enfrente de la peliazul, también con la furia reflejada en sus ojos—. ¿Alguna vez nos dijiste la verdad? Todo este tiempo estuvimos rogando para que volvieras con nosotras, pero cuando vuelves, nos encontramos con la sorpresa de que quieres destruir lo que se forjó hace años. Jamás pensé que nos fueras a traicionar de esta manera y debes saber que jamás te perdonaré. Lo que nos has dicho no han sido simples palabras sin significado alguno, han sido palabras de odio y rencor que nos han dolido. Por lo que ahora nos dijiste supuse que jamás formaste parte del equipo y menos del instituto. Yo... —se le quebró la voz y las lágrimas comenzaron a salir con fuerza.

—¿Qué les dijiste? —le dije desafiante a la que alguna vez sentí que era mi hermana—. ¡¿Qué les has dicho para que estén así?!

—Ya no importa —dijo Tina aún llorando—. Lo que sí importa es que jamás dejaremos que destruyas todo por lo que hemos estado luchando y por todo lo que alguna vez luchamos contigo.