t o x i c ✧ sebaek

u n i q u e.

✧ T o x i c ✧

La música del bar resonaba levemente en las paredes del baño de hombres. No hacía tanto ruido allí dentro. Era el lugar perfecto para llorar.

Y eso hacía BaekHyun.

El chico estaba encerrado en un cubículo solo, llorando por aquel chico despiadado de las orejas grandes, quien ahora era su ex novio, Park ChanYeol.

Un nudo en la garganta se formó en el chico de cabellos plateados. Tantos sentimientos habitaban en su interior: tristeza, decepción, rabia, rencor, confusión, etc. Su corazón había sido roto en millones de diminutos pedazos, pedazos que jamás nadie iba a juntar de nuevo, o al menos eso pensaba él.

BaekHyun toda su vida había estado rodeado de personas tóxicas, personas que le hacían daño, que lo lastimaban cruelmente, pero él jamás pensó que ChanYeol sería una de esas personas.

Todo lo que creía BaekHyun de ChanYeol desapareció esa noche, justo ahí, en ese bar. Pocas horas antes ChanYeol le había enviado un mensaje de texto que decía que se vieran en la noche en aquel bar donde se conocieron hace un año. El chico de cabellos plateados lo aceptó alegremente, ya que pensaba que ChanYeol le haría una sorpresa por su primer aniversario, pero en realidad no fue así.

Al llegar al bar ChanYeol simplemente soltó aquellas palabras sin tacto. Aquellas jodidas palabras que causaron estragos en el corazón del más bajito.

"Baek, nuestra relación ya no tiene sentido alguno, es... bueno, algo aburrida."

Para ese punto las lágrimas de BaekHyun ya habían empezado a resbalarse por su delicado y pequeño rostro.

"Te seré sincero. Hace poco conocí a un chico y es realmente lindo... No digo que tú no lo seas, pero... Ya no es como antes, ya no me gustas como para besarte todo el maldito tiempo, no, no llores... Hey, aún podemos ser amigos, tal vez con beneficios. ¿Qué te parece?."

"Púdrete, Park ChanYeol." Fue todo lo que pudo decir el bajito antes de irse de allí hacia la barra.

Después de eso, y de varias rondas de amargos tragos que quemaban su garganta, BaekHyun fue hacia el baño de hombres, se encerró en un cubículo y lloró nuevamente.

Él sabía que ChanYeol no merecía sus lágrimas, pero no pudo evitar llorar. Realmente quería desahogarse. Quería preguntarle a todos los chicos con los que había salido qué hizo mal. Quería preguntarle al universo por qué él no podía ser amado verdaderamente. Sin embargo, lo único que salió de él fueron estupideces que decía inconscientemente por los efectos del alcohol.

Unos golpes en la puerta del cubículo lo asustaron, pero luego aquella voz grave habló con delicadeza.

—Baek, ¿te encuentras bien? Por favor, ábreme...

Era aquel chico, el chico que no era tóxico, el único chico que jamás podría hacerle daño; Oh SeHun.

BaekHyun le abrió, sólo porque quería estar con SeHun, sólo porque SeHun lo entendía a la perfección, él siempre estaba ahí para BaekHyun.

Al abrir la puerta el corazón de SeHun se estrujó por completo. Le dolía mucho ver a BaekHyun así. Sus ojos estaban hinchados y rojizos de tanto llorar, sus pequeños y lindos labios estaban resecos y su piel tenía un color paliducho debido al mareo que sentía.

—SeHun, ¿qué haces tú aquí? —Preguntó BaekHyun arrastrando las palabras.

—JunMyeon me llamó, me dijo que llevas horas aquí y que has bebido demasiado, Baek —Dijo el pelinegro con preocupación.