Soy un tipo como cualquier otro, estudio en un liceo pequeño, siempre dije que es una caja de fósforos de tan pequeño que es, de hecho son dos casas unidas. Mi historia empieza ahí, cuando cursaba segundo medio, antes de repetir dicho año. Todo avanzaba con normalidad en mi vida, nada descuadraba, tenía mi vida calculada todos los pasos que iba a hacer estaban meditados con antelación. No tenía nada interesante que contarle a nadie, ya que siempre fui muy retraído para ello, todos pensaban que los odiaba, pero no era así, solo me temía al qué dirán de mí. Mi música siempre fue en ese tiempo de dos tipos, que de por sí ya era extraño para el tiempo en el que estaba viviendo, en el 2009, escuchaba Metal y Rap en ingles y español.
Poco a poco empecé a conocer gente, entre ellos a un amigo en particular, teníamos los mismos gustos, e ¡incluso la misma fecha de nacimiento! , el tipo en cuestión se llamaba Jesús Delgado, es quizá el amigo que jamás volveré a encontrar, con el hice de todo tipo de estupideces mientras estuvimos en el mismo curso. Tuvimos una amiga en común, que se llamaba Yesenia Aguilar, una mujer con la misma enfermedad mental que los dos juntos, también nos acompañaba a todas las locuras que podíamos imaginar. Un día como cualquier otro, yo iba en micro camino al liceo, y en el trayecto me encuentro a un viejo amigo, que conocí en básica por mi primo, Fabián Albornoz era su nombre. Lo vi sentado en el fondo de la micro, el no alcanzo a divisarme entre toda la gente que iba en ese momento, ya que era hora punta de tráfico. La micro avanzaba lentamente a su destino, los vehículos se mantenían quietos debido a un accidente que hubo más adelante donde una camioneta choco a un tipo en moto. Todo esto con el agregado de que los conductores de los vehículos no despegaban sus rostros de sus celulares mandando mensajes de texto.
Avanzadas un par de cuadras Fabián logra a duras penas y con dudas divisarme entre la voluptuosa masa de personas que había en el transporte público, se acerca entre la gente para poder saludarme, pero con la duda de saber si era yo o no, cuando por fin estaba a mi lado me dice –Hola, a ti no te veo hace mucho tiempo, ¿eres Jaime cierto?- . Me volteo hacia donde venia la voz que me habla, pero tengo que mirar reclinado hacia abajo ya que el Fabián es pequeño, lo veo y lo reconozco inmediatamente, respondo – ¡pero si tú no has cambiado nada pulga!, como has estado, tantos años sin saber nada de ti -. Su cara seguía igual que cuando lo conocí en quinto básico, una cara redonda, con los ojos achinados, y una frente de bola de discoteca, su aspecto físico no cambio, a excepción de su voz que ahora estaba más grave que antes. -(…)¿Y donde estas estudiando actualmente?- Fue mi pregunta de una manera sutil y poco agraciada como es de esperar de mi, mi actitud siempre me delata con eso, -Estoy en el liceo Lastarria, pero me quiero puro salir de ahí, aunque es buen lugar, me aburre ya que los profes a veces enseñan como la mierda, y el profe de filosofía que tengo es un cerrado de mente, no sabe que cosas decir cuando alguien sale con una idea nueva. Quizá me cambie a tu liceo y podamos molestar como nunca- Pensé que seria una buena idea, tener a alguien que ya conocía desde antes en una institución como la que estaba, pequeña, pero cercana. De repente se me daba la rara idea de que lo que pensaba uno lo pensaban todos ya que tan juntos que estábamos.
De camino me encontré con Jesús, le pregunte inmediatamente como le fue con lo de su ida a medico. Ya que últimamente, andaba mas raro de lo normal, estaba decaído, de ves en cuando perdía la noción de donde estaba, quizá me dije que tenia depresión, típico de el. Con su rotunda forma de ser con todos, a veces parecía que a mi me odiaba. Procedí a preguntar que es lo que le pasaba, por que la intriga me ganaba, aunque sabia de la manera en la que me respondería, tan raro como siempre, de una manera que la gente que no lo conocía pensaría que este lo quisiera lejos de el.
-Y como te fue con el medico?- Le pregunto con un tono de intriga
-Es un cardiólogo pedazo de hijo de puta, y no me fue muy bien que digamos, tengo una condición en extremo rara, mis vagas ganas de vivir se están llevando mi vida, y por eso mis signos vitales a veces son preocupantemente bajos, y pareciera que estoy muerto, por eso es que de repente me miras y yo estoy volando en otro mundo, lejos de aquí, alejado de la matrix.- Me responde de una manera lúgubre, apagada, muy típico de el. Pero esta vez, sentí un extraño frio en mi en un pleno día de marzo, fue yo creo, la misma sensación de ver a alguien morir en frente tuyo sin poder hacer nada para cambiar eso.
-Ah... entonces te fue bien jaja.- Le respondí con mucho sarcasmo, el suficiente para sacarle alguna sonrisa a alguien deprimido.
-Te das cuenta de lo estúpido que eres?- Replica algo molesto, como si mis risas fuesen burlas para el.
-Si, jaja, siempre te trato de sacar una risa de tus cosas mas tristes, sabes que me gusta hacer reír a la gente que estimo, no me gusta verte tan muerto como dices.
-Si lo se, y te agradezco que hagas el intento por ello, de hecho, hasta ahora eres la persona que mas me aguanta al lado, aunque te cuente estas cosas tan deprimentes, sigues haciéndome compañía.- Se acerca a mi con cierta pena, como si algo de lo que dije le afecto o le llego muy al fondo de el. Fue la primera vez que lo vi de esta manera con algo que dije yo.
-Pero que paso, por que de un de repente te acercas tanto a mi, siento que dije algo malo para tu persona.- Contesto un poco asustado por la manera en la que se acerca a mi.
-Es solo que... nadie nunca me ha dicho que le estimo, o que siente amistad por mi, mas allá de lo que soy.-
Después de esto, ya no se que mas responderle, solo lo miro con una sonrisa estúpida, como intentando sentir lo mismo que el en ese incomodo momento.
Seguimos caminando con un extraño silencio, pero no era incomodo, es como cuando con tu amigo no tienen ningún tema de conversa y tienen que caminar en silencio con todo arreglado para los dos, sentía que el tenia algo mas que decir, pero siempre le costo expresarse mucho con la gente que tenia cerca, era demasiado cerrado como para decir algo con la soltura que una persona normal lo podía hacer.
Aunque para mi siempre fue una permanente pregunta de que seria mi amistad con el, sabia que llegaría mas lejos de lo que pensaba, era algo que no podía dejar pasar por alto en mi cabeza, pero bueno, es algo que tenia que pasar por algún motivo, quizá tendría repercusiones en el futuro, algo fugaz me lo decía. Quizá por que sentía cosas así en ese momento, durante ese periodo siempre fui una persona que no pensaba demasiado las cosas, solo vivía, no le daba mucha importancia a los temas que a otras personas les hacia revolver la cabeza en preguntas que no tenían respuesta, yo prefería evitar todos estos temas ya que me sentía de cierta manera mas feliz, con menos problemas que los demás eso me permitía vivir de una manera mas tranquila, quizá con mucha ignorancia, pero tenia la preferencia que las cosas se dieran así conmigo. Prefería ser alguien ignorante y feliz, que un sujeto que supiese demasiadas cosas pero tuviese la cabeza demasiado ocupada como para preocuparse de cosas que no tenían importancia, que quitaban la felicidad del poco conocimiento, de lo que llaman ''inocencia''
Empezaba a entender muchas cosas que pasaban a mi alrededor con cada acontecimiento que podía observar, me daba cuenta de muchos de ellos. Compañeras con problemas de parejas, tanto sexual como amorosamente, niñas que quedaban embarazadas a temprana edad y tenían que abandonar estudios por que no tenían otra salida, o simplemente no la veían como una posibilidad la de seguir estudiando aun con su condición. Aunque la verdad no eran decisiones que me afectaran pensaba en las salidas que estas podrían haber tomado para cambiar un poco sus vidas y no tener que abandonar algo a mitad de camino solo con la escusa de que tienen una vida en su interior, la verdad nunca debería ser una escusa para dejar las cosas hasta la mitad, si no se podría tomar como una motivación para salir con las cosas lo mas adelante posible.
Las cosas negativas de la vida no siempre resultan ser así, siempre hay que darle paso a esto para que se avecinen cosas buenas. Eran estas cosas las quede vez en cuando me hacían pensar, las que me hacían cuestionar la existencia de ciertas personas el rumbo que estas mismas decidían tomar cuando un problema se les presentaba en sus caminos, se ven débiles, como si algo demasiado malo les fuese a pasar si es que sus decisiones estaban mal. Por lo menos para mi siempre la cosa fue así, la vida siempre estará plagada de problemas es lo que hace interesante el diario vivir, una vida sin problemas con todo arreglado seria tan aburrida, tan plana, tan gris. La angustia que genera un problema y la satisfacción que genera poder salir de el, el triunfo que se logra con ello es lo bonito que tiene la vida.
Al llegar a la sala de clases, todo transcurría con normalidad, el curso como todos los días estaba disperso por todos lados, en pequeños grupos dividido como siempre, nunca faltaba aquel grupo que destacaba por ser un poco mas grande que los demás mas desordenado y mas llamativo. Como era de costumbre, estaban haciendo penitencias que siempre respondían al hecho de gritar algún garabato lo mas fuerte posible para ser escuchado por todo el liceo. Cuando todo esto por fin se llevo a cabo dentro de ese grupo, en el preciso momento que un tipo de ese grupo iba a gritar con toda la fuerza posible se asoma nuestra profesora jefe de ese tiempo, en ese momento este tipo con toda su fuerza y sin darse cuenta de la presencia de la profesora, grita ''Hijo de la maraca culia'', y todo el curso en un absoluto silencio lo queda mirando junto a la mirada impactada de la profesora, quien en un breve momento, y sin pensarlo demasiado, le hace una seña de ''fuera de esta sala'' solo con las manos sin decir nada.
Jesus se acerca y me dice -Que hueon mas hueon- con una sonrisa de sarcasmo, apelando a la estúpida acción ejecutada por este sujeto en un momento de arrebato por la situación forzada por una penitencia.
Por consecuencia de esta acción la profesora jefe nos empieza a dar un sermón por lo acontecido, era una cosa tan aburrida tener que escuchar todo eso por la acción de alguien ajeno a nosotros no me gustaba estar ahí encerrado por ello, mi mente volaba hacia cualquier lado cuando esto pasaba ya que no me interesaba, y lo hacia notar.
Dos meses después de lo acontecido, empecé a notar que Jesus tenia mas ganas para hacer las cosas que antes, quizá algo bueno había pasado por su vida que le dio una nueva luz de esperanza para poder seguir viviendo con mas animo, la verdad no quería preguntarle para no incomodar su situación y por miedo a meter la pata preguntando algo que no debía. Preferí dejar que su felicidad fluyera ya que es algo que normalmente me calma, que es ver a la gente feliz no me gusta ver a los demás amargados o que estén siendo atacados por algo de lo que pueden superar por que siempre tiendo a poner ayuda de mi parte a la gente que de verdad me importa, y bueno también a las que no pertenecen a mi circulo igual intento ayudar.
Avanzo el tiempo como siempre sin acontecimientos muy importantes, la verdad es que ese año fue algo demasiado normal, avanzo de una manera demasiado rápida como para tener anécdotas muy interesantes a excepción de lo de Jesus que fue lo mas destacable de ese año. Casi finalizando el año, cuando se supone el tiempo de vida de Jesus terminaba, estaba expectante a ello ya que era algo que me podría perseguir por siempre, un sentimiento de culpa que sabia que con el paso del tiempo podría hacerme mal.
Al mes después Jesus se decidió a contarme algo que le estaba pasando y me pidió ayuda con respecto al tema, cosa que yo no tenia muchas ideas pero de igual manera intente ayudar. Lo que le pasaba a mi amigo era que se estaba enamorando de una chica, la cual lo aceptaba cual tal era, con su frialdad, su rara forma de ser, su poco animo para hacer las cosas.
Le pregunte sobre lo que le pasaba de su estado de animo, era algo que de verdad me preocupaba, era un amigo muy querido de mi parte, no podría dejar pasar algo con tal nivel de importancia.
-¿Oye y al final como te fue con el tema del cardiólogo?, es algo que he tenido casi todo este tiempo en la cabeza, un tema que me preocupa.- Pregunte con cierta inquietud, con la constante de no haber dañado una fibra sensible.
-Sabes, creo que eso ya es tema del pasado la verdad, por que ahora hay alguien que me da razones para mantenerme activo, aun no se lo digo, pero es que de verdad me da un resplandor que no puedo creer. Me anima mas allá de mi ser, mas allá de mi razón.- Me responde mirando el horizonte, como si algo bueno estuviese recordando.
-Ya... Y ese alguien quien es que no me habías contado nada, ¿como siempre manteniendo secretos eh?- Le respondo con cierto asombro, no creí que podría haber pasado algo de esa manera.
-Son cosas que me prefiero mantener para evitar malos entendidos, si quieres saberlo puedo decírtelo sin problema, eres alguien en quien confió plenamente.- Replica de una manera seria, común de el, pero esta vez con la diferencia que fue mas suave que otras veces, al parece alguien por fin le dio al clavo con el. Tenia mi curiosidad por saber de quien se trataba.
-Pero si sabes que no hay problema en contarme lo que quieras, tienes mi total confianza y confidencialidad para estos temas.- Espero que me responda lo que quiero ya que siempre me responde lo que cree correcto, no lo que es en realidad.
-Bueno, esto... Lo que pasa es que creo que alguien me esta empezando a gustar, no lo se, no entiendo como solo esta pasando y ya...- Se ve a kilómetros como se iluminaron sus ojos, era algo totalmente nuevo de ver en el, la gente que lo conoce sabe que es verdad, y bueno quizá no sea el único que lo conoce y es la primera vez que ve esa cara de ilusión y alegría en el, me dejo una sensación extraña, un poco indescriptible, pero era satisfactoria.
-¿Enserio?, y no pensabas en decírmelo antes, para por ultimo ayudarte a saber algo mas de ella saco hueas.- Tengo que reconocer que fui un poco bruto con este comentario, pero fue algo que salió en el momento.
-Bueno pero no es para ponerse así tampoco, mira te cuento la persona en cuestión se llama Adelia, y es del segundo B, y de verdad que me encanta, se ve como la mujer que siempre quise para tener conmigo. Se ve tierna, es como yo de cerrada, y creo que la puedo conquistar aunque sea torpe. Me tengo fe.- Irradiaba una seguridad de sus palabras.
-Mira si necesitas algún consejo sobre ella, quizá te pueda ayudar, sabes como soy cuando quiero que alguien logre lo que se propone o cuando quiero que este salga adelante, pierdo toda cobardía, y me atrevo a todo.
Si quieres de verdad jugártela por una mujer como ella, tienes que mostrarte seguro pero tampoco estar totalmente encima de ella. La idea es que se sienta segura pero no intimidada.-
La verdad es que en ese momento yo no tenia idea de como acercarme a una mujer, había tenido amigas y todo eso, pero nunca me atreví a acercarme de esa manera. No era una de mis prioridades en ese momento, solo me enfoque en lo que podría gustarle a una mujer que era de esa manera y que quizá podría llamarle la atención. Lo negativo que encuentro de mis actitudes es que siempre me llevo por el ''quizá'' de todas las cosas que puedo hacer dentro del día a día que tengo.
Paso que al tiempo después los burdos concejos que le había entregado a Jesús tuvieron efecto, y para mas sorpresa, fueron positivos por que a los dos meses de salidas y conocerse entre esta chica y el comenzaron de a poco a llamarse la atención. Aunque por el trasfondo de todo esto, me entere que una cierta persona todo este tiempo estuvo detrás mío y que yo ni siquiera me había percatado, estaba tan concentrado en mis cosas pero dejando otras de lado, como ser mejor jugador de ''S4'' dejando de lado los estudios. Cuando por fin supe el nombre de aquella chica que yo le gustaba, quede impactado ya que nadie me había dicho sin antes tener que yo preguntar primero.
Pasaron los días, quien me habia enterado que yo le atraía era una persona que en el pasado busque. La cosa es que esta persona en cuestión no me prestó atención siendo que todos los días que pasamos juntos estaba pegado a ella, la trataba muy bien cómo pasa ser un simple amigo, era atento, amable, caballero y todo lo bueno que podía ser con una mujer en mí, contradiciendo todo lo que me respectaba, quería de verdad algo con ella cosa que nunca me esperaba de mí ya que siempre estaba disuelto en mi mundo.
Con esta persona había cortado tanto la comunicación que ya casi era una desconocida, pero igual insistió en retomar una amistad como la que teníamos, pero yo ya no era el mismo chico iluso de antes, era un poco más maduro que antes estaba más centrado con mis metas y quería más cosas para mí, era un egoísta conmigo mismo sabía que mi futuro dependía totalmente de mí, no tenía por qué depender de otra persona para lograr mis metas.
Por fin después de tanto tiempo pensando en mis cosas entendí de una vez que todo lo que pasaba conmigo era causa/consecuencia de mis actos, de todas las decisiones que tomaba en mi vida de las decisiones que tomaba y dejaba pasar, aunque fuese de los más simple esa decisión, hasta podría decir insignificante, podía cambiar el rumbo de la historia que podía estar llevando a cabo.
No importa cuántas veces mi cabeza me dijo que no callera en los juegos de aquella persona, siempre encontraba la manera de hacerme lo mismo, un daño casi irreparable siempre tuve el presentimiento de aquello, pero el corazón dejaba muda a mi cabeza.
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Incierto Destino
RomanceHistoria de un hombre, que encuentra su amor despues de un camino lleno de dificultades, empezando desde su enseñanza media, hasta culminar su historia en un tragico accidente con resultados inesperados