— ¿Listo para tu primer día? —pregunto Bibi Abbruzzi regalándole una sonrisa gigante a Simon.
—Creo que estoy más que listo, lo extraño es que vinieses a escoltarme, como si fuese un niño de diez en su primer día de escuela—Ella le regalo una risa bajita que hacia achinar sus ojos azules. A Simon le agradaba la presencia de Bibi, era una chica agradable en todos los sentidos de la palabra, pero le parecía un poco extraño que ella lo estuviese acompañado un lunes por la mañana a su primer día de trabajo; le atribuyo eso a dos persona: Pame y Timmy.
—Bueno, literalmente hablando es tu primer día de escuela—El chico la miro antes de que su vista pasara de manera rápida a una camioneta negra parqueándose frente a ellos—. Y quería que todo saliera bien—de la camioneta se bajaron dos estudiantes de al menos unos 17 años y le dieron una sonrisa a la chica antes de entrar. Simon la miro.
— ¿Pame te amenazo verdad?
—No—comento mirándolo—. Bueno sí, pero no lo considero una amenaza. Solo quiero hacer agradable tu estancia, por alguna razón me agradas y me recuerdas a un amigo que aprecio mucho.
Empezaron a adentrarse al gran condominio campestre al que llamaban escuela. Caminaron y subieron hasta el segundo piso como lo habían hecho la primera vez.
— ¿Te recuerdo a un novio? Porque si esa es tu manera de hacer agradable esto, no funciona así. No es tan genial saber que luzco como un ex, me hace sentir un poco mal y no lo digo por ti, lo digo por el chico.
—No, no es un novio. Como te dije es un amigo, me recuerdas a él, pero si te hace sentir mejor, tú eres mucho más joven que él—comento guiñándole el ojo—. No quiero que suene atrevido esto pero me he enterado que eres un fan absoluto de orgullo y prejuicio.
La secretaria les regalo una sonrisa antes de que le fuese entregado el horario de clases al chico en sus manos. Tenía justo a la primera hora matemáticas ese lunes, con un grupo que desconocía. Ya se había puesto un poco nervioso por ello, pero acabo con ese nerviosismo al sentir la mirada de la chica.
—Bien Bibi, tienes cara de que quieres decirme algo, así que dilo. Y sí, soy gran fan de orgullo y prejuicio, pero no solo de esa obra, de Jane Austen en general.
—Unos amigos en Nueva York presentaran una obra de teatro de orgullo y prejuicio en el contexto actual, será el sábado por la noche, ¿te gustaría ir conmigo? —La pregunta lo dejo atónito por dos cosas: sabía que detrás de todo eso estaba Pame Brown y sobre todo, le parecía extraño que una chica linda como Bibi le pidiera prácticamente que salir. Agregándole algo más; a otra ciudad, que no era lo mismo. Era como un capítulo de una mala novela de Young adult en la cual el empresario millonario le costeaba citas caras a la protagonista, lo más triste de todo es que Simon era la protagonista—. En plan amigos, ¿bien? No te estoy invitando a salir, es...bueno sí, técnicamente te estoy invitando a salir—la chica comenzó a colocarse colorada. Simon le toco el hombro para hacerle sentir apoyo y principalmente para que se calmase.
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ARRIÉSGATE CONMIGO | LIBRO #3 |
Teen FictionSimón Fitzpatrick tenía sueños, su vida puesta en una balanza eran más cosas buenas que malas, era maravillosa, hasta que vio como el sueño que había construido durante toda su vida se destruyó en pocos segundos. Para un deportista decirle que no p...