En el lente

Capítulo único

Título: En el lente.

Autora: Fergarc García.

Derechos: Ninguno, soy tan pobre.

Fandom: Boku no Hero. KiriBaku.

Advertencias: Sólo que es una historia homosexual.

Dedicado a: Maryf Ortiz.

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El amor no mira con los ojos, sino con la mente, Y por lo tanto es el Cupido alado pintado de ciego. -William Shakespeare.

Era una mañana maravillosa, su cámara después de haber sido reparada estaba entre sus manos esperando usarla. No tener una cámara cuando su profesión era ser fotógrafo, era estar ciego.
Se encontraba probando la cámara en un parque, para ver si la luz y la sombra hacían buen contraste, tenía una gran sonrisa en el rostro, hoy parecía ser un día espectacular.

Le gustaba fotografiar vistas únicas, algunas veces era criticado por las cosas que su lente retrataba, no le importaba, lo que veía era especial para él.

Fijó el lente hacia la gente, comprobando su estado.

Servía.

Con el ojo aún pegado en el lente, hizo un acercamiento al ver a un peculiar joven con capucha, lentes oscuros y cabello rubio.
Lo peculiar era que estaba dentro de un edificio, podría hacerlo sospechoso de algo, ¿terrorismo?

El joven con cabellera rubio levantó la mano de la nada, le enseñó el dedo medio, parecía estar viendo en su dirección.

¡Carajo!

Nunca quiso morir de está manera, él sólo cargaba su preciada cámara,  no traía nada más con él,  se podría decir que en ese día, en ese momento, en ese lugar, estaba jodidamente pobre.

No podía haberlo detectado el chico, era casi imposible de encontrar entre tanta gente a su alrededor.

Miró a su alrededor, nadie le prestaba atención,  todo iba mal. Si el tipo no le estaba hablando a alguien más,  era una clara señal de que le estaba hablando a él.

Cruzó la calle con miedo y curiosidad, su frente estaba perlada de sudor, sus manos apretaron la cámara. Miró a los lados esperando un ataque o algo. Nada ocurrió.

El rubio giró en su dirección y Kirishima solo deseaba morir. Estaba nervioso, más nervioso que cuando electrocutó a Kaminari en el baño.  Tragó saliva esperando el ataque o lo que sea que le hicieran.

-¿Qué mierda quieres?- Kirishima escuchó entonces las trompetas del cielo desde la misma voz del rubio- ¡Muere!

-Yo solo...

-¿Eres idiota o qué?- le volvió a gritar con más fuerza.

-¿Me dejarías tomarte unas fotos?

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Día 1.

Lo  siguió  hasta su casa porque el rubio lo había golpeado con fuerza extraordinaria,  que bueno que era bastante macizo.

Era una persona muy especial.

Tenía ese presentimiento.

Día 2.

Al parecer su modo sigiloso no servía de nada y lo descubrió cuando el pequeño musulmán, apodo que le otorgó después de un incidente, le arrojó un cohete directo a los pies con un grito bastante fuerte diciendo "¡Muere!"