Oigo el ligero chirrido de la puerta del baño abrirse y después salir a un Óscar con el ceño fruncido.
La gran pregunta, ¿Le preguntas o no Camila? Quizás no sea para tanto y esté dispuesto a contarte o alomejor prefiere omitir esa información, ¿Entonces?
-¿Con quién hablabas? Se escuchaba feo-Obviamente le he preguntado, ¿Callarme? ¿Quedarme intrigada? Por dios ¿Qué es eso?
-Era un colega que quería que le hiciera un favor pero le he dicho que estaba contigo-Sigue en tensión por la discusión, lo noto en su rostro.
-Si quieres puedes ir- A ver, está claro que quiero quedarme con él pero tampoco puedo ser egoísta y si ese amigo suyo le necesita, pues quien soy yo para retenerlo.
-No es tan importante, bueno, en realidad nada es más importante que tú-Se acerca a mí y me toca la punta de la nariz con la yema de su dedo índice.
-¿Puedes abrazarme?-.
_______________________________________
Bostezo, dios, que sueño, con Óscar no dormimos nada; pasamos toda la noche hablando y riéndonos, la verdad es que fue todo super bonito y ¡Buah! Maravilloso, jamás lo olvidaré.
Voy camino de casa, Óscar estaba con gripe y no ha venido a clase asi que he decidido volver a casa andando, hoy estoy de muy buen humor la verdad y quizás luego lo visite para hacerle compañía.
Cruzo uno de las calles, todavía me queda un buen trozo para llegar a casa, está lejos, sí que lo está pero bueno andar no hace daño a nadie.
Siento como cruza la misma esquina un auto, es negro, lo veo por el rabillo del ojo, ¿Qué porque estoy hablando de un coche? Ese mismo lleva como dos calles siguiendo mis pasos, va muy lento, justo detrás de mí y está comenzando a causarme pavor ¿Porque me sigue? Aumento el paso aunque soy consciente de que si el conductor tiene la intención de hacerme algo lo hará, porque a ver, no es que me luzca mucho en cuanto a atletismo, ¿Por qué pienso estás cosas? A veces creo que estoy loca, enserio.
Sigo caminando con paso acelerado y mi corazón late muy rápido, tengo miedo, sé que va detrás mía y no sé qué piensa hacer.
De pronto siento el rugido de una moto, oigo su sonido acercándose y me giro con disimulo para captar todo mi entorno y ver si el coche sigue allí pero mi sorpresa es otra.
-¿S?- Dejo un suave susurro en el aire intentando observar lo mejor posible al chico que lleva la moto, el casco de esta me impide asegurarme pero entonces aumenta la velocidad hasta quedar justo a mi lado.
-Camila montate-Escucho gritar como si estuviera apurado-¡Corre!- Yo no lo pienso dos veces y me uno al plan, más que todo porque el tío que me sigue, está ahí.
Me agarró a él con fuerza rodeándole la cintura con mis brazos, nunca me he montado en una moto, total ¿En cuál me montaría? Mi padre, bueno, nunca he tenido amigos y yo pues ni me he planteado sacarme el carnet de ningún tipo de vehículo aunque viendo el incidente de ahora mismo no estaría mal.
Me estoy replanteando mi decisión, vamos demasiado rápido, tengo miedo y lo peor aún es que el coche va detrás nuestra y esta vez no va con lentitud, al contrario, casi nos va a alcanzar.
-¡Camila, agárrate fuerte y cierra los ojos!-Yo lo obedezco, quiero que todo esto pase ya, tengo mucho miedo y una presión muy fuerte en el pecho.
Recuesto mi cabeza en su espalda y me aferro a él como si mi vida fuera en ello, no quiero ver nada, no quiero que nos pase nada.
Escucho todos los coches y los pitidos provenientes de estos mismo a mi alrededor, el rugido del motor, la gente gritando a nuestro paso por la velocidad a la que vamos pero también escucho el sonido del coche negro.
Estamos alejándonos mucho, supongo que no me lleva a mí casa, aunque ¿Cómo podría llevarme a mi casa así?
Abro uno de mis ojos y lo observó todo aunque es difícil porque la rapidez a la que vamos hace que el viento me de muy fuerte en la cara y lloren mis ojos haciendo que apenas vea nada.
-¡CAMILA FUERTE!-Cuando dice esto siento como volamos, literal, volamos.
El corazón se me va a salir del pecho, sigo sin ver nada pero tengo la extraña sensación de estar lejos del suelo, dios, acabo de empezar a vivir no me lo arrebates ahora.
Yo sigo con mis brazos pegados al cuerpo de S, no quiero sentirlo lejos, entonces sí que moriría de miedo.
Es entonces cuando la primera rueda de la moto vuelve al suelo y pegamos un pequeño trastapies al llegar la segunda.
Yo abro los ojos como platos y me giro hacia atrás, no había nadie, ahora estábamos solos y la verdad es que no tengo ni idea de dónde cojones estamos ni vamos. Alejándonos de ella había una pequeña valla de madera la cual supongo saltamos, bueno Camila mira el lado bueno, has volado. Vale ya, me callo de una vez.
Me fijo en S, está concentrado en la carretera, está muy guapo, parece tranquilo apesar de todo y eso me transmite seguridad.
Sin apenas darme cuenta hemos llegado a nuestro destino; la pequeña cabaña, aquella donde S se sinceró conmigo y acabé yéndome en un taxi por un mal encuentro, dios, hace como tres meses o incluso más de aquello y las cosas estaban muy cambiadas, todo era diferente, ¿Como habíamos llegado hasta aquí?
S se baja de la moto y se quita el casco, por fin puedo apreciar su rostro, lleva su mano hasta su pelo y lo peina con suavidad, es demasiado sexy para poder soportarlo.
-La baba pelirroja- Me saca de mis pensamientos y me lo encuentro con una sonrisa cínica en la cara-¿Necesitas un babero? Estoy a tu disposición-Se ríe y apesar de que tengo ganas de borrarle esa estúpida sonrisa, verla me gusta aún más.
-¿Te crees que todo gira entorno a ti?-Le digo con los brazos cruzados y el ceño fruncido haciéndome la dura, yo también puedo intimidar querido S, o bueno eso creo.
-Tu mundo gira entorno a mí, es un secreto a gritos cariño-Me guiña el ojo y se va.
¿Cómo me bajo de aquí? Desventajas de ser una enana y que tus pies no lleguen al suelo.
-S por favor vuelve que no se cómo bajarme-Le grito porque ya está un poco lejos.
El chico se gira, se ríe y se vuelve.
Estúpido.
Paso mi pierna del lado izquierdo al derecho juntando ambas en el derecho, pego un pequeño saltito y acabo de boca en el suelo, genial.
Me levanto con rapidez y me limpio las rodillas y las manos, miro a la casa y me lo encuentro en la ventana riéndose, ¡Dios! Voy a matarlo lo juro.
-¡Eres un maldito imbécil!-Le grito cuando entro.
-Y tú estabas preciosa allí tirada, ¿Siempre tienes que ser tan bonita?-¿Por qué siempre lo dice con aire de suficiencia?
-¿Y tú porque eres siempre tan insoportable?-Empiezo a pegarle con mis manos cerradas en el pecho, tengo rabia ahora mismo.
-Vamos pelirroja ¿Eso es lo único que sabes hacer?-Dice con vacilación.
Sin pensarlo le pego un guantazo en la mejilla y de pronto se hace el completo silencio. El chico se lleva la mano a la mejilla, tiene la boca abierta en una perfecta O.
Gira la cara para enfrentarme, fija sus ojos en los mismo, veo el enfado en ellos y espero que me diga de todo menos bonita.
Si se acerca a mí con descaro, pone su mano en mi cintura y me acerca a él por completo.
-Nunca más, ¿Lo entiendes?-Lo suelta con veneno en los labios, se que ahora mismo se estará guardando decirme muchas cosas, lo noto-Eres una niñita mimada y malagradecida-Sigue con esa oscuridad en sus ojos, ahora mismo tengo miedo de él, se que es un agresivo de mierda que no es capaz de controlarse y temo porque me haga algo.
-Y tu eres un insensible e impulsivo incapaz de controlarse-Me estoy enfadando mucho con él-Nunca has sabido ser, dejaste a tu familia por ser un puto adicto de mierda-Cuando suelto eso mis ojos se abren como plato-Lo siento S, yo no debería haber dich....-Me suelta con brusquedad y se gira para agarrarse el pelo con las manos, ahora sí que estoy asustada.
-Eres una hija de puta-.
ESTÁS LEYENDO
Yo si cumplo mis promesas pelirroja (EDITANDO)
Novela JuvenilLlevo 11 años cargando sobre mí algo que me destruye, que me mata y que hace que el roce de cualquier persona me inquiete; porque tengo miedo, miedo de mí, miedo a que me vuelvan a hundir. Desde aquello cree una coraza, una que me alejaba de todos p...