Cap 8- Centinelas

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Cuando ya estaban cerca del lugar, ellos tuvieron que detenerse a una distancia segura, pues Buck logró ver a uno de los lobos que vigilaban las cercanías, luego pudo ver a otros cinco, y después diez. 

-¿Cómo vamos a ir hasta allá?- susurró Crash.

-Son demasiados- susurró Eddie preocupado- nos harán mil pedazos.

-Tal vez no es tan mala idea regresar con la manada y pedir ayuda...

-¡No!- exclamó Diego- la manada y los invitados deben estar en la fiesta, si no, la sorpresa para Shira se arruinará.

-Si... pero...

-¡La fiesta no debe arruinarse y punto! 

Las zarigüeyas no dijeron nada más y sólo miraron hacia el suelo.

-A propósito, ¿dónde está Buck?

Ambas zarigüeyas menearon la cabeza e hicieron señales con las manos para indicar que no saben nada.

-¿Buck? ¿Dónde está...?

Voltearon a ver hacia atrás y vieron a la comadreja recolectando pacientemente unos frutos de un arbusto cercano, luego los metió en una bolsa y la ató en su cinturón, al lado de la otra con las moras que se llevó de la fiesta.

-¿Es acaso este el mejor momento para recolectar moras?- le preguntó Diego en un tono bastante serio y enfadado 

-Este es el mejor momento para recolectar algo que NO son moras- le respondió haciendo énfasis en la palabra "no"- Estas son municiones.

-¿Explotan?- se alarmaron las zarigüeyas.

-No, pero será igual de útil lo que estos pequeños frutos pueden hacer: basta con que un poco de jugo toque tu piel para hacerte dormir como bebé de forma instantánea- explicó- Eran muy comunes en la tierra Dino, y en varias ocasiones me sacaron de apuros. 

-Eso no me convence demasiado- señaló el tigre 

-¿Se te ocurre algo mejor?

-... No

-¿Ya ves?- dijo Buck con una sonrisa en el rostro y dando un par de toques en su frente con el dedo índice- ¡Andando mamíferos!

A hurtadillas se acercaron unos metros hacia donde estaban los lobos. Buck les señaló el punto ideal para realizar una emboscada y proceder al siguiente paso. Se prepararó para saltar y cuando vio que era ya el momento, saltó y se puso frente a los lobos. Cuando éstos notaron a la comadreja, corrieron hacia él, con una velocidad y fiereza impresionantes. Buck, rápido como rayo, les disparó sus "municiones", logrando darle a todos en segundos. 

-¡¡¡LO LOGRAMOS!!!- Celebraron las zarigüeyas, seguido de chocar las manos. 

Los tres se acercaron a donde Buck, seguros de que ya no habían más lobos cerca. 

-¡MUY BIEN, MAMÍFEROS! Esto fue sólo lo sencillo, ahora pasemos al... 

Cuando vieron a su alrededor, se dieron cuenta de que estaban rodeados por una manada aún más grande. Buck lanzó municiones de nuevo, logrando darle a tres de ellos antes de toparse inesperadamente con el fondo de la bolsa. Confirmó que la bolsa estaba vacía cuando la volteó y no cayó ningún fruto. No habían árboles cerca, ni rocas ni paredes, por lo que no había forma de escapar.

-¿Qué haremos ahora?- dijo Eddie muy angustiado mientras abrazaba con fuerza a su hermano. 

Buck contemplaba a la manada, en silencio, con su cuchillo en la mano.

Fanfic: Corazón de Hielo (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora