Adiós, Taehyung

Siempre lo había sabido, aunque en ocasiones pareciera inverosímil, muy en el fondo lo había sabido desde el principio.
Ahora, mientras él lo golpeaba, le parecía tonto no haber hecho algo antes. Pudo haber evitado muchas cosas. Entre ellas su muerte.
Había querido tanto permanecer en aquel sueño feliz que había creado,
que había ignorado cómo poco a poco éste se iba desmoronando, dejándolo solamente con pedazos de una ilusión imposible.
Puede que en el fondo lo haya hecho por él, Taehyung se había esmerado tanto por ocultárselo, que prefirió ignorarlo. Hacerle creer que no sabia nada, aunque podía sentir su dolor.
Al final, todo lo que había hecho por él, no sirvió. Las palabras de amor que le susurraba al oído al despertarlo, el cálido abrazo que se daban por las noches o aquellos besos que en ocasiones él le robaba. Todo, en vano.

—¡Pudiste haberlo detenido, Yoongi!- le gritaba Jungkook.—¡Podías haberlo evitado!- otro golpe.
Ah, claro que pudo haberlo hecho.
Lo tenía enfrente cuando lo vio saltar, lo vio a los ojos cuando tomó su decisión.
Habría sido tan fácil, tan simple como gritarle, tan simple como agarrarlo. Y, sin embargo, no lo hizo.
—¡Todo es tu maldita culpa!¡Por tu culpa, Taehyung está muerto!- soltó el más joven.
Pudo notar, que sus palabras no lo afectaban en lo más mínimo. Porque él y los demás no lo entendían. Taehyung había estado muerto desde hace mucho, atormentado por la vida. Lo que quedaba de él en ese entonces no era más que una cáscara vacía, carente de felicidad, por más que quisiera fingirla.
Miró a los ojos al joven que tenía delante, jadeaba mientras lágrimas caían por su rostro. Sus ropas estaban desarregladas y su puño estaba manchado de sangre.
Estaban en la sala de ensayos de la empresa, ese era el sitio al que ahora escapaba en las noches para alejarse de los demás.
—Él confiaba en ti.
"No es cierto"
—Él creía que iban a estar siempre juntos.
"No es cierto"
—Sólo le mentiste cuando le juraste que lo ibas a salvar.
—Yo lo intente...- susurró Yoongi.

"Él no quería ser salvado"

—¡No fue suficiente! ¡Le fallaste! ¡No lo ayudaste, maldita sea!
—Ya no importa, se ha ido.-musitó, ocasionando que el maknae le diera otro golpe. Él ya no tenía fuerza para regresárselos.
Con los ojos cerrados y los puños apretados, Jungkook salió de la estancia dando un portazo tras él.

No le sorprendía su actitud, todos los miembros se sentían igual, aunque no lo dijeran. Y los comprendía.
Pausadamente, se paró y salió cojeando del cuarto.
Milagrosamente el lugar estaba vacío, razón por la cual nadie había acudido a detenerlos por la pelea, pudiendo salir de la agencia sin molestias.
El aire soplaba fuertemente y él sólo contaba con poca ropa para abrigarse, sin importarle eso, siguió caminando sin rumbo fijo.
Siguió andando por mucho tiempo, hasta que, sin darse cuenta, llegó a aquel lugar.
Taehyung siempre había dicho que la vista que brindaba ese puente le gustaba. Fue el lugar donde se habían dado el primer beso que los unió, donde habían compartido sus secretos y donde él había saltado para quitarse la vida.
Taehyung siempre había parecido una persona alegre, siempre sonriendo y riendo. Confortando a los demás y brindándoles cariño, encerrado sus propios sentimientos, portando una máscara.
Las cosas habían estado mal últimamente, noticia mala tras noticia mala. Siempre intentando esconderlo de todos, hasta que poco a poco se fue desmoronado, perdido como un niño ante la realidad. Él había prometido ayudarlo, apoyarlo, salvarlo de aquella tortura. Sin embargo, se escapó de sus manos. Un día, sólo exploto todo lo que llevaba adentro.
Y cuando se dio cuanta, éste se hallaba al borde del puente queriendo escapar, aliviar el dolor.
Por supuesto que tuvo la intención de detenerlo. Hasta que lo vio a los ojos, aquellos que mostraban desesperación y profunda tristeza. Hasta que observó esa sonrisa desgarradora, hasta que lo oyó decir mientras caía:

"Déjame ir"

"Te amo."

Fue en aquel momento en que él perdió sus fuerzas, fue en aquel momento que algo se rompió dentro de si.
Ahora él estaba en el mismo lugar que Taehyung hace un mes. Justo en el mismo sitio, en la misma posición, con sus dedos temblorosos agarrando el borde.
Se preguntó si él sintió miedo o si, estando en el aire, sintió arrepentimiento.
—Sería tan simple, tan fácil. Sólo tengo que soltarme-se dijo. Cerró los ojos.

Y aunque en esos momentos se sintiera miserable y vacío, supo que no lo haría.
Cuidadosamente, subió de nuevo.
Estando ya en la acera, soltó un suspiro tembloroso. Amó a Taehyung desde lo más profundo de su corazón, y pese a lo que los demás dijeran, el sabe que hizo lo que tenía que hacer.
Ahora sólo le quedaba vivir por los dos, esperando a volverse a encontrar más adelante en un lugar más pacifico y fuera de dolor.
Esperaría lo que tuviera que esperar, viviría y soñaría. Sólo intentar ser feliz con la vida que le había tocado vivir.

Gracias por leer