Capítulo 10: Lo que sientes no lo puedes evitar

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Dedicado a MICHI03177178

Comenzó a acercarse lentamente mientras nos mirábamos, mis sentidos comenzaron a agudizarse, cerré los ojos y sentí su respiración frente a mi cara. Desprendió de su boca un leve hedor a alcohol que me hizo volver a la tierra, no es que no quisiera besarlo...si quería aunque me costara admitirlo, solo que no en esta situación. Quería que me besara sabiendo lo que hacía, no despertando al día siguiente preguntándose que hizo, quizá hasta arrepintiéndose y pensando en como pude seguirle el juego estando sobria, aunque lo deseaba no quería parecer una chica que se aprovechó de su estado etílico.

Abrí los ojos y vi su rostro cada vez más cerca del mío con los ojos cerrados, lucía hermoso, sus pestañas rozaban sus mejillas suavemente. Quizás me iba a arrepentir el resto de mi vida por lo que estaba a punto de hacer, pero sabía que era la decisión correcta.

Cuando estaba a punto de rozar mis labios puse mi dedo pulgar en ellos tomando su cara con la mano, acto seguido abrió los ojos algo confundido.

-N-no puedo hacer esto Erick.- me miró extrañado y quitó mi mano de su cara para comenzar a acercarse nuevamente.

Me estaba costando millones poder contenerme, su respiración agitada y su olor envolvente apenas me dejaban razonar, solo nublaban mi pensamiento.

Pasó una mano por mi cuello y sentí millones de sensaciones que puedo jurar jamás había sentido, comenzó a acercarme a él y otra vez...el hedor, el maldito hedor. Esta vez intenté dejarme llevar, ya no tenía caso, sin embargo en mi mente corría el miedo a que quizás no recordaría nada de esto al día siguiente y yo no quería jugar a ese juego.

-E-erick n-no me hagas esto más difícil.-

Sus ojos se oscurecieron al menos tres tonos.

-¿Que acaso no te gusto?.- mis mejillas comenzaron a arder con fuerza.- ¿te gusta ese otro?.- me desafió.

-Quien...¿MIGUEL?.

-No sé y no me interesa...

-No me gusta Miguel...no puedo Erick, no si estás en estas condiciones.- se acercó por tercera vez peligrosamente a mi rostro, realmente no sabía a cual de los dos nos gustaban más los desafíos.

Tomó mi cuello con su mano y subió hasta tomar un poco de mi cabello y envolverlo en su mano formando un puño, de esa forma tenía el control del movimiento de mi cabeza. La corrió hacia la derecha dejando un acceso directo a mi cuello. Comenzó a darle pequeños besos en fila hasta llegar a mi oído, sentía en mis oídos los fuertes latidos de mi corazón tras la impaciencia de no poder corresponder como me hubiese gustado.

-Serás mía.- me susurró al oído, rozándolo con sus labios, me soltó y se fue.

Hasta el último pelo de mi cuerpo se erizó con su comentario, no fui capaz de decir nada ni de moverme de ahí por lo menos en unos 10 o 15 minutos.

No podía procesar todo lo que había pasado, no podía correr a Ágata y decirle que Erick intentó besarme, estaba con Yoisbel. No podía calmarme y mi cabeza como siempre no dejaba de armar mil y una teorías sobre qué debía hacer o como debía reaccionar. No puede ser que acaba de pasar, él dijo que estaba loco por mi, que sería de él....oh mi dios, que hago, como lo veré mañana en el hotel, y ahora si salgo de aquí quizás me estará esperando, y además piensa que me gusta Miguel, nunca había sentido estas cosas por alguien...

Estaba tan alterada, no sabía que me pasaba, sentía cosas en mi interior que eran inexplicables, no sabía si lo deseaba, si me gustaba o ambas cosas, mis experiencias amorosas eran prácticamente nulas.

CNCO - Cuando se esconda el sol (Erick B.Colon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora