ʙᴇᴀᴜᴛɪғᴜʟ;🌙

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560 palabras;🌿
22/O1/18
[Drabble]
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Desde esa tarde que la vio en la terraza, Natsu no dejo de subir ni una sola vez.
  Le gustaba ver el movimiento que hacia su dorado cabello con el viento. Le hubiera gustado tener una cámara para poder fotografiar tanta belleza.  
   Ella de espaldas, apoyada en la baranda. Su figura contrastando con el cielo celeste, adornado por alguna que otra nube. Precioso.
   Se sentaba en silencio y la observaba.
  Ambos eran callados, y no había necesidad de arruinar el ambiente soltando una sola palabra. Los sonidos del viento les producían demasiada tranquilidad.

  Sin moverse demasiado de donde estaba, Natsu quiso mantenerse alejado de aquella mujer.
  Sentía que si corrompía ese ambiente, todo sería diferente. La armonía se destruiría y no quería ser el causante de aquello.
  Pero él ni siquiera se acercó. Un día, finalmente pudo ver la preciosa cara de aquella mujer.
  Al voltear a verlo, destruyó la imagen de la fotografía que él jamás había llegado a tomar.
  Quiso acercarse a él, pero él no la quería cerca. No quería que ella se acercara, quería observarla desde la lejanía.
   Simplemente no se movía, en cambio ella si lo hacía, y cada vez la distancia entre ellos se acortaba más.

  No fue suficiente hasta que rozaron sus narices. Viéndose detenidamente el uno al otro.
  Natsu jamás había observado en su vida unos rasgos tan sutiles y delicados como los de esa preciosa mujer. Unos ojos café que parecían más profundos que el mismo océano; una piel que parecía aun más suave que la seda, y más blanca que la propia nieve; y sus labios. Sus labios se veían carnosos, pequeños y esponjosos. En resumen esa era la mujer más hermosa que había podido admirar en toda su vida. 
   Y como antes, solo bastaba con mirarla y deleitarse con ella, al igual que una obra de arte.
  No podía tocar a ese manjar. Era como darle pinceladas anaranjadas a la мodalιdad y romper la armonía.
  Pero a Lucy no parecía importarle lo que aquel hombre pensara, porque ella quería saber quién era él.
Quería saber quién era el hombre que la observaba en silencio y sin disimulo alguno.
  Así que se atrevió a formular dos simples palabras:

¿Quién eres?

Natsu acarició su mejilla. Sintió que estaba tocando a las mismas nubes, y no quería abandonar esa suavidad.
  Lucy admiró con detenimiento esos masculinos rasgos que tenía en frente.
  Unos ojos verdes que podían compararse con el jade; una piel que poseía un tono perfectamente bronceado; y lo más peculiar de todo un cabello rosado.

No necesitas saberlo.

Sin pensarlo demasiado, besó los labios de aquella mujer. Tan suaves y esponjosos como se veían.
    Enredó sus dedos en el suave y dorado cabello de aquella mujer y no quiso separarse. No quiso, pero su cuerpo necesitaba aire.
Se separó jadeante, admirando por unos fugaces y rápidos segundos las bonitas mejillas sonrosadas de la mujer.
    Su pulgar se posó en sus finos y rosados labios, y los acarició de forma delicada, admirando ese color rosado que le hacía recordar a su cabello.
    Por unos momentos sintió que el corazón se le detenía, o tal vez había sido el tiempo.
Una fresca brisa levantó el cabello de la mujer, haciéndola ver todavía más hermosa de lo que se veía.
    La miró a los ojos y llevó su mano a su mejilla.
   
Creo que me gustas.

Fin.

No q shit escribí but vamo a publicarla.

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⏰ Última actualización: Jan 27, 2018 ⏰

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