Prólogo

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narra Jaeden

Me desperté, mi cabeza daba vueltas en un sin fin de pensamientos, por lo que, cuando me levanté para ir al baño tuve que sostenerme de las paredes con ambas manos temblorosas. Al verme en el espejo, divisé algunas lágrimas secas en mis mejillas; y así un montón de recuerdos de la noche anterior, atormentaron de una forma infernal mi cabeza, haciendo que mis piernas se debiliten, mientras otro mareo se hacía presente.

-flashback-

"-A partir de mañana, -mi nuevo representante hizo una pausa- empezarás a salir con la deslumbrante, Lilia Buckingham. Tu relación con Wyatt Oleff no es admitida si nosotros te vamos a representar. Lo sentimos mucho pero no podemos trabajar con un jóven adolescente que tiene una relación amorosa con su mejor amigo; es algo que no es admitido en la sociedad, por lo tanto tampoco en nuestra empresa. Mañana en la mañana asistirás a una cita con ésta chica. Le pedimos que esté activo en sus redes sociales, interactúe con ella a través de éstas y luego de unos días, cuando los rumores sobre ustedes estallen, confirme su relación. Eso es todo lo que le tenía que comunicar, jóven Lieberher, puede retirarse.-"

Decir que había soportado ese comunicado sería una completa mentira. Había salido de aquella oficina totalmente destrozado, mis latidos habían empezado a ser más acelerados, tenía un nudo en la garganta, la respiración agitada y los ojos totalmente empañados. Al llegar a mi casa, solo me recosté en mi cama y abracé el gran oso de peluche que mi novio me había regalado para nuestro mesiversario número siete. Lo único que había en mi mente, eran las palabras que había dicho aquel hombre con cara reprimida:"tu relación con Wyatt Oleff no es admitida..."

Hundí, de una forma casi violenta, mi rostro en la suave almohada perteneciente a Wyatt -que se encontraba allí debido a que se había olvidado de ella en mi casa la última noche que se quedó a dormir-, tomé aire y rápidamente mis pulmones se llenaron de su perfume. En ese momento tomé consciencia de cuánto lo extrañaba.

De la nada, recordé la promesa que nos hicimos con el rizado, que, quizás hacía que la esperanza esté presente en ambos: "-nada podrá separarnos, nunca-" dije "-nunca-" repitió el menor.

Quise recordar, de forma más profunda, aquel día así que tanteé el cajón de mi mesa de luz, lo abrí y tomé mi vasto diario.Deslicé lentamente nis dedos hacia la hoja que decía la fecha de este evento en resaltador y comencé a leer aquellas cuatro páginas describiendo esa maravillosa ocasión.

En el momento en el que terminé mi lectura, tomé mi lapicera roja y agregué en un minúsculo lugar de la hoja que estaba en blanco:

"Sí, somos una pareja de enamorados, inconscientes del mundo exterior, evitamos el hecho de que podrían dañarnos solo porque sabemos que siempre estaremos para el otro, incluso si intentan rompernos por un contrato, incluso si estamos separados por siete jodidos océanos, seguiremos amándonos, porque somos fuertes -o al menos eso me gusta pensar-."

Al terminar de redactar aquellas palabras, débilmente caí rendido, mientras una lágrima radiante recorría mi sonrojada mejilla.

-fin del flashback-

our storm; jyattDonde viven las historias. Descúbrelo ahora