Shikamaru caminaba en dirección a casa de Temari, había tenido un día duro en el trabajo, además de que habían bajado su cargo y multado, Serena lo molestaba en todas las formas posibles, era demasiado para el, si no tenía novia era porque quería evitar ese tipo de problemas. Su capucha lo cubría de la chispeante lluvia, no estaba siendo fuerte pero pronto lo sería.
Su teléfono comenzó a sonar y se dio cuenta de que Temari le estaba llamando, lo único que le pidió a Dios al momento de contestar la llamada es que no le molestase con algo, tenía suficiente por el día de hoy y ya le había llamado muchas veces. — Hola.
—Ah... Te dignas a responderme. — Muy bien, había problemas. — He estado llamándote desde las cinco.
— Relájate, estaba trabajando. ¿qué ocurre? — Sus hombros dolían y su cabeza palpitaba, tenía muchas ganas de llegar a casa para descansar. — Iba justo a tu casa para encontrarme contigo.
— Perfecto. — La línea se mantuvo en silencio. — Bueno, pasa algo pero prefiero decírtelo en persona. — Shikamaru se paró frente a su casa, y ahí estaba Temari mirándolo con furia, ¿Qué había hecho ahora?
— Eres rápida. — Camino hacia ella y le saludó con la mano. — ¿Qué ocurre?
— Bien. — Temari miro su teléfono y colgó la llamada. — No puedo creer que sigas viéndome la cara de estupida... O sea — Shikamaru intentó respónderle pero ella le callo. — No, basta. Te creo que tu padre murió porque, es obvio que fue así... Pero sabes empiezo a dudar de tu historia teniendo en cuenta que solo te quieres acostar conmigo.
— No entiendo de qué hablas.... — Shikamaru suspiro cansado. — ¿Podemos hablarlo mañana?
— No. — Temari le empujó y bufo. — ¿Es cierto lo de la persecución e tu padre? — Shikamaru rodo los ojos y ella le exigió respuesta con la mirada. — O solo querías que sintiera lastima por ti.
— Hablas como si no me conocieras... — El la señaló— Nunca pensaría eso de ti porque sé qué tipo de persona eres.
— Le dijiste a Chouji, Karui lo escucho. — ella frunció el ceño avergonzada. — Y camino aquí lo pensé, me ignoraste cuando me invitaste a salir, tus amigos me siguen tratando como quieran, de repente estás siendo súper amable, pero solo cuando estamos solos... O sea he estado con tipos que actúan así, y sé que estás buscando.
—¿Qué? — Shikamaru soltó una risa y Temari se cruzó de brazos. — Si quisiera acostarme contigo, que no estoy diciendo que no claro, pero si hubiese tenido esas intenciones, hace semanas lo hubiese logrado.
Temari lo miró furiosa y le dio una cachetada. —¿me estás llamando fácil? — lo empujó. — Le dijiste a Chouji que estaba en tus planes acostarte conmigo. Karui los escucho por teléfono.
—¡Piensa lo que quieras Temari! — Shikamaru le respondió furioso y comenzó a alejarse. — No sé de qué hablas pero si piensas que utilizaría la muerte de mi padre para acostarme contigo, de verdad que me decepcionas...
— Bueno... Yo...
— Olvídalo. — El hizo un gesto desinteresado. — No quiero acostarme contigo, no te he llamado fácil, no he hablado de ti con Chouji y mucho, pero mucho menos te he mentido.
— ... Está bien. — Ella se quedó en el lugar. Se había dejado llevar por los comentarios de Karui, por las actitudes estupidas de Shikamaru y sus amigos, y por su propios sentimientos, pero escuchándole y mirándole se daba cuenta que hablaba enserio, aún si el quisiese acostarse con ella, no habría porque molestarse, pero ¿cómo pudo pensar que mintió sobre su padre? Temari se dio la vuelt y levantó el menton, lo menos que podría hacer en este momento era darle la razón. — Adiós. — Shikamaru en respuesta solo continuó caminando, Temari miro en dirección a la casa y suspiro, bien, ahora sí había conseguido lo que Karui estaba esperando, ya no iba a estar detrás de él ni el iba a estar detrás de ella, pero ¿era en verdad lo que quería?
Shikamaru regresó rápidamente, y se acercó a Temari. — ¿Qué se supone que escucho Karui? — Le dijo y poco a poco se cercana a ella. — Nunca he hablado de Ti con Chouji, o sea nunca en ese sentido... Te respeto. — Temari continuaba cruzada de brazos.
— El té dijo que no debías acostarte conmigo aún si estuviese en tus planes porque era una arpia . — Temari observó como Shikamaru analizaba todo y sonrió. — Ya ves... Que es cierto.
El comenzó a negar. — No hablábamos de ti. — el sonrió y toco el hombro de Temari. — El mundo no gira a tu alrededor...
Ella bufo junto a una carcajada. — Discúlpame, no sabía que últimamente planeabas acostarte con cualquier cosa.
— Ese es el problema, no sabes nada. — El se encogió de hombros y se dio la vuelta. — Bien, creo que ya podré dormir mejor sabiendo que como siempre, tengo la razón.
Temari lo tomo del hombro y lo hizo girar. — Oh no, no. — Ella respiro profundo. —¿ Me estás diciendo entonces que me invitaste a salir mientras planeabas revolcarte con una zorra?
— No Temari. — El bufo. — ¿Preguntaste si quiera hace cuanto fue eso? — El quito el brazo de Temari de su hombro y la miro con fastidio. — No entiendo porque te ofendes, te invite a salir como amigos y yo debería ser el ofendido aquí porque acabas de decirme que utilizó a mi papá para llevarte a mi cuarto.
— bien, Olvida eso ok, no me interesa lo que utilices porque es tu problema... — Temari deseaba que la tierra la tragase, estaba prácticamente diciendo cosas con demasiado significado, había tomado las cosas muy enserio. — Todo lo que hagas es tu problema, lo que no quiero es que me incluyas en tus tonterías y no quiero... Nada que ver contigo y... Olvídalo, esta conversación no tiene sentido siempre buscas tener la razón cuando sabes que yo la tengo y te pones muy eng- —Y callo, porque Shikamaru le tomó la cara y le plantó un beso, con sabor a café y nueces, fue tan sorpresivo que ni tiempo de cerrar los ojos había tenido Temari, rápido y sorpresa. El se retiró y le sonrió.
— Ves lo fácil que es callarte, nada difícil besarte... ¿Qué te hace pensar que se me hará muy difícil el resto?
—¡Shikamaru! — Temari le empujó y el chico se alejó riendo.
—No necesito a mi padre ni mucho menos historias tontas y lo sabes... — Shikamaru sonrió y corrió hacia la parada de bus, Temari estaba a punto de perseguirle y golpearle pero él fue mucho más rápido.
—¡Aaaaah! — Le dio una patada a la puerta. — Ni se te ocurra aparecerte frente a mi, no te quiero ver, no te quiero ver. — Temari se alejó hacia su casa en la cual entro para segur peleando con el nada, insultando al todo y sonriendo sin querer pero queriendo.
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"Te perdono."
Decía el mensaje que Shikamaru le había enviado unos minutos antes de Temari recostarse en su habitación, aún si quisiera respónderle con insultos y más lo evitaría, no le daría el gusto y rienda suelta a la conversación, se había termiando, y se había acabado, estaba harta ya de tener que escucharle como se burlaba de ella y escribirle significaría eso otra vez. Luego de conversar con Karui y transversar un poco la historia, dejándole claro que no volvería a involucrarse con el, se acostó en su habitación y comenzó a tomar sus libros, debía decidir cuáles vender y cuales no, el semestre había terminado y necesita un poco de dinero extra para sus lentes nuevos y un par de botas. Habían cosas más interesantes que hablar con él imbecil de Shikamaru.
— Te tengo que pedir algo. — Kankuro entró en su habitación de repente y Temari se sobresaltó. — No me importa si quieres escucharme o no, lo harás... Mira... — Temari asintio y se sentó para escuchar a su hermano. — La semana que viene mis amigos y yo pondremos un stand de comida en la feria gastronómica, sabes Deidara y Ryoga, entonces estaremos ahí y venderemos platillos tipo snack...
— Bien... — Temari se cruzó de brazos y Kankuro sonrió.
— Deidara había conseguido a una chica para que entregase folletos y nos ayudará a cobrar en caja, pero el muy imbecil .... — Kankuro rodo los ojos. — La dejo, no eran novios pero la dejo... Entonces
— Quieres que yo vaya en su lugar.
— Si. — Kankuro asintio y sonrió. — No podemos poner en caja a alguien que no sea de confianza y todos los amigos se Ryoga son ladrones, así que...
— Bien. — Temari se encogió de hombros, de todas maneras no tenía nada bueno que hacer en estos dos meses de vacaciones. — Siempre y cuando me pagues y me des un lindo uniforme.
— Bah... Si te digo a ti es porque eres mi hermana y podía ahorrarme lo de pagarte. — Kankuro sacó su celular y estuvo en él unos segundos para luego enseñarle una fotografía. — Ese es el uniforme, disculpa lo revelador pero necesitamos vender y bueno, ya Deidara lo había confeccionado para su novia...
—... No. — El traje era un uniforme estilo mesera de los sesenta, falda ajustada, camisa de botones con hombreras en campaña, color rojo, tacones rones y junto a eso un pequeño delantal negro que se ajustaba en la cintura. — Luciré ridícula ... Estas vendiéndome y si quiera sin paga.
— Ay vamos... Lo único malo es lo corto de la falda y que debes usar patines... — Kankuro y Temari soltaron una carcajada. — Nosotros nos vestiremos como Alvis Presley, es la temática.
— Bien... Suena divertido. Pero... — Ella le señaló y el frunció el ceño. — Por lo menos merezco una paga...
Kankuro respiró profundo y se encogió de hombros. — Bien lo conversaré con los chicos, te prometo algo. — El toco la cara de su hermana. — Gracias.
Ella sonrió orgullosa, sabía que Kankuro sentía una gran pasión por la cocina y su sueño era abrir un pequeño restaurant, ser el jefe de cocina y ponerle un estilo antiguo. — Me alegra que hayas tenido el valor de hacer esto sabiendo cómo es papá con todo el tema.
— Me vale que diga Rasa, su sueño era ser lo que es ahora y lo respetaron, el mío es este. — Kankurl se puso de pie y abrió la puerta de la habitación. — Gaara se irá al campamento de matemática pronto aunque como preparador... Pero ira. — Kankuro suspiro y Temari sonrió. — Esperemos que no llegue enamorado de una chica de Konoha.
— Tonto. — Temari se acostó y le guiñó un ojo. — Me besó.
Kankuro estaba a punto de salir de la habitación cuando dio un giro para mirar a su hermana. — ¿Y?
La puerta se abrió y Gaara entró refunfuñando, se acercó a la cama de Temari y suspiro irritado. — Papá me estresa...
Kankuro cerró la puerta y se acercó igualmente a la cama de su hermana. — Gaara silencio, Temari se besuqueo con Shikamaru.
— ¿Otra vez? — Gaara no reaccionó de ninguna forma.
— No, no. — Ella se sentó nuevamente y comenzó a contarle todo a sus hermanos, todo, inclusive la verdad sobre el padre de a Shikamaru, cómo murió, lo que pasó en el concierto, como le ignoro en la última fiesta, su reencuentro en el bus, y lo que había pasado hace algunos minutos, la verdad no le avergonzaba contarle nada a sus hermanos, tenía mucha confianza con ellos, Kankuro pensaba como un chico normal, Gaara por su parte tenía un poco del sentido común de Shikamaru, así que sus consejos siempre eran acertados el problema de ambos es que siempre se unían para molestarles, siempre.
— Vaya, yo estaría furioso contigo, actuaste como una novia celosa y perra malagradecida. — Kankuro se cruzó de brazos.
Gaara negó y agregó. — Esta muy enamorado de ti Tem, luego de todo eso no iría a besarte, supongo que a pesar de todo le gustas. — Temari soltó una risa tonta. — Igual fuiste demasiado obvia, ¿qué te pasó?
— Ya ves, actuó como idiota. Las mujeres no pueden ser así Temari. — Kankuro negó como un padre decepcionado. — Debes hacerte de rogar.
— ¿Porque debería cohibirse Kankuro? Ella no depende de las desiciones de un hombre. — Gaara lo miró en desacuerdo. — Desde mi punto de vista si las personas, independientemente de su sexo quieren hacer algo, que lo hagan. — El se encogió de hombros y sus ojos verdes se dirigieron a Temari. — El problema es que te pasaste de la línea, no son novios, no es tu problema con quien salga.
— Ves, te dije que era gay Temari. — Kankuro miro a Gaara y el pelirrojo le dio un puñetazo en el brazo.
— La verdad ni siquiera sabía que salía con alguien o no... La cosa es que, Karui me dijo eso y sus amigos continuaban tratándome igual, y pensé que... Quizás había dicho algunas mentiras porque era su plan acostarse conmigo en venganza o algo así. — Ella se tapo la cara avergonzada. — Se que la arruine lo sé pero... Ya no quiero seguir con esto.
—¿sale con alguien? — Gaara le interrogó.
— Creo que fue la cita que le arruine con la pelirroja... La del café ¿recuerdan? —ambos asintieron recordando todo lo que les había contado hace algunos segundos.
Gaara miro a Kankuro y luego a su hermana, Kankuro siempre ponía caras molestas cuando Temari hablaba de sexo o algo por estilo, era demasiado celoso en ese punto así que no solía opinar demasiado. — Tem. — Gaara tomó la mano de su hermana. — la cosa es ¿te gusta?
Ella los miro a ambos, se sentía insignificante y diminuta delante de ellos, sus mejillas entraron en calor y comenzó a patalear o bueno, intentar eso estando sentada en la cama. — No se. — Se acostó de repente y cubrió la cara con sus manos. — Si.
— Era una respuesta obvia. — Kankuro se encogió de hombros. — Mira si yo fuese el, obviamente seguiría intentando sabes, pero ya habría bajado la guardia un poco por qué bueno, eres una malagradecida te conté el secreto de mi vida y lo relacionas con tu vagina, así que no sería ni mi prioridad en este momento. — Kankuro suspiro. — Así que deberías de disculparte y luego ignorarle, odiaría que me ignorasen.
— ¿Gaara? — Temari levantó su cara y miro a su hermano menor, siempre tomaba en cuenta el consejo de ambos.
— Discúlpate, luego no busques ninguna forma de acercartele, él debe venir a ti... Ya ha sido suficiente de tus actos humillantes. El lo único que ha hecho por "esto" — Hizo unas comillas con los dedos— es ser amable y explicarte cosas del pasado... Ah, y besarte hoy.
— Claro... Tú por no superarle jamás te has hecho ideas tontas en la cabeza, déjale abrirse un poco y demostrar que le importas y no que eres una ex novia linda e interesada aún por el de la cual debe tomar alguna ventaja. — Kankuro se puso de pie y se estiró.— Aún si actuaste como loca hoy, solo le demostraste más interés.
Gaara sonrió hacia Kankuro. — Has madurado. — El suspiro agotado y también se puso de pie. — Bien, aún si mi padre me estresa hablar con ustedes me tranquiliza.
— únete al lado oscuro e ignora a papá. — Temari le susurró y se puso de rodillas en la cama hasta llegar hacia su hermano menor. — El solo quiere que alguien siga sus pasos, no debes ser tú... — Le abrazó y le dio un beso en la mejilla. — Así que tranquilízate, yo aún le hago creer que formaré parte de esa compañía y eso le tranquiliza un poco.
— Yo quiero ser parte pero... Es demasiada presión. — Negó y sonrió hacia sus hermanos. — Gracias, creo que ya debería dormir... Mañana iré a inscribirme al campamento.
— Ruega porque encuentres una linda chica. — Kankuro hizo un baile de Victoria.
Gaara soltó una carcajada y su herman terminó el abrazo. — Había olvidado ese verano, Temari regresó escuchando canciones de amor y colgada del celular.
— "Tienen que conocerlo es tan inteligente y tan lindo, les caerá súper bien."— Kankuro se había tomado ambas manos y alzado una pierna.
—" Gaara asegúrate que papá no se despierte, estaré hablando por teléfono" — ambos hermanos soltaron una carcajada y Temari comenzó a empujarles para echarles de su habitación.
— ¡lárguense imbeciles! — Los señaló antes de cerrar la puerta. — Recen a los cielos que nunca les encuentre una novia...
— Ricin i lis ciilis qui ninqui lis incuintri ini nivi — Kankuro se fue repitiendo las palabras y Temari sonrió para cerrar la puerta.
Se dirigió a su cama para entonces acostarse, pero antes tomó su celular y respondió un mensaje.
"gracias por tus disculpas"
Y luego apagó su celular para entonces dedicarse a lo correcto. Ella.
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Gaara había terminado de hablar con sus hermanos, la lluvia continuaba algo suave pero si se mojaba su madre comenzaría con la sobreprotección así que decidió colocarse la capucha. Tenía que ir a deshacerse de la basura y comprar algunos cuadernos nuevos, iría este año de preparador al campamento y tenía que estar preparado, cuando tuvo la oportunidad de asistir como Kankuro y a Temari su padre no le dejo, pero esta vez si podía y nada más y nada menos que como un preparador. Estaba muy entusiasmado, tomó la basura y algunas monedas para dirigirse a la tienda más cercana.— Me voy. — Escucho unos pasos y salió apresurado, de seguro era su madre para decirle algo acerca de la lluvia.
— Espera. — su hermana corrió antes de que cerrara la puerta. — ¿Vas a la tienda? Dejare un anuncio de libros a la venta.
— Oh, bien. Vamos. — Gaara le extendió la mano a su hermana, aunque fuese un poco tonto hacer eso lo hacía sentir el que protege y no el protegido, como siempre. Temari siempre le permitía hacer ese tipo de cosas, igual su madre, pero... Era mucho mejor cuidar así a su hermana que a su madre, se sentía otra vez, sobre protegido si tomaba la mano de su mamá.
Comenzaron a caminar rápidamente bajo la lluvia, durante el recorrido ya sus manos se encontraban sueltas, no hablaron ya que la lluvia se intensificó, y no tenían tiempo de detenerse a dirigirse palabras, estaba helada y gotas caían sobre tu nariz y manos, había dejado la bolsa de basura una cuadra atrás en un recipiente, fue tan rápido que pudo jurar que se cayo y no entro dentro de él.
— Buenas noches Señora. — dijo Temari entrando a la tienda, Gaara le siguió. — ¿me permite poner un cartel de venta de libros fuera?
— Hola jovencitos. — una anciana mujer se levantó de una silla y ajustó sus anteojos, miro de arriba a abajo a los recién llegados y asintio. — Bien, bien. Póngalo fuera, cerca de los demás.
— Gracias... ¿Tiene cinta? — Temari se detuvo y la señora le ofreció un poco, así que apenas la tomo salió al exterior.
— Yo quiero dos cuadernos cuadriculados por favor. — Gaara se acercó a la caja y la señora comenzó a alejarse hacia un estante de cuadernos. — No importa la calidad, lo importante es el cuaderno.
— Bien, bien. — La señora se tomó varios minutos ahí, incluso Temari había llegado y continuaba buscando, Gaara estaba impaciente, detestaba esperar, pero algo dentro de él lo detenía a gritarle que se moviese. — Aquí está, son apenas de cincuenta hojas cada uno.
— Entonces deme cuatro. — dijo Gaara irritado. La señora se acercó con los cuadernos y recibió el pago del muchacho. — gracias adiós.
— Gracias, hasta luego. — Temari bajo los escalones de la entrada, Gaara continuaba aún con su capucha cubriéndole el rostro, en un momento de la caminata se la ofreció a Temari, pero como siempre ella negaba sus actos de caballerismo alegando que era el hermano menor.
Estaban cruzando la esquina para llegar a su casa cuando sintió una punzada en su brazo izquierdo y otra muchísimo más fuerte en su hombro, antes de saber de qué se trataba fue lanzado al suelo por su hermana, un líquido caliente comenzó a correr por su lado izquierdo, desapareciendo entonces el frío de la lluvia, todo comenzó a sentirse mucho más frío y confuso, y el dolor que sintió en su brazo no lo podía describir con nada parecido, nunca había sentido algo así nunca. — Gaara... Gaara... — Su hermana lo tenía entre los brazos pero él no podía decirle nada, aunque intentase había perdido las fuerzas, los brazos de Temari estaban al rededor suyo, y lo único que pudo escuchar antes de apretar el brazo de la rubia fue un grito de ayuda.
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No había escuchado nada, ni siquiera había visto a alguien simplemente vio como algo golpeaba a su hermano en el brazo mientras corrian y este se quejaba y para cuando intentó darse vuelta otra, al parecer bala, pasó por el hombro de este, un auto había pasado en la calle anterior y justo en ese instante se detuvo el agresor, quien quiera que fuese, Temari fue rápida y en el momento decidió lanzarse al piso, pero todo paro, nadie continuó atacándoles, y ahí estaba su hermano sin una lagrima ni queja de dolor pero con la peor expresión que podía haber imaginado, y estaban solos, bajo la lluvia y ella incapaz y sin ninguna idea de quién podría haberlos atacado y porque. — Gaara... — fue todo lo que pudo decir mientras lo tomaba entre sus brazos, su pequeño hermano, el que recordaba tener muchas veces entre sus brazos cuando dormían juntos o quien de pequeño le pedía un beso de buenas noches cuando mama trabajaba hasta tarde se encontraba ahí desangrandose y pidiendo auxilio con la mirada. — Garaa... — sus ojos se llenaron de lágrimas, ¿estaba a punto de perderle? No, no podía permitirlo, lo abrazo con mucho más fuerza y el le sostuvo él brazo, continuaba ahí, aún tenían tiempo. — ¡AYUDA! — Temari comenzó a gritar, no había traído su celular y las compras de su hermano yacían mojadas en el suelo. — ¡Ayuda!— comenzó a llorar mas fuerte mientras se arrastraba en las calles humedas, estaban solas, solo en las calles lejanas se veían carros transitar, el miedo la invadía ¿qué haría si regresaba otra vez? — Ayu.. Denme... — Temari lloriqueo y con todas sus fuerzas levanto a su hermano quien se encontraba inconsciente, estaban muy cerca de casa, pero cargando a alguien y bajo la lluvia todo parecía infinito. — ¡Mamá, Kankuro, ayuda! — Temari gritaba con todas sus fuerzas. — ¡Papá! — Su hermano estaba cada vez más frío, quizás ella también, no lo sabía y no le interesaba tampoco, el podría estar muriendo. —¡MAMÁ! — Temari se detuvo en la puerta de su vecina al sentir un punzón en su pierna, estaba caliente y palpitando. ¿Se encontraba también herida?
Unos pasos se escucharon y ahí estaba su vecina quien preocupada abrió la puerta del jardín delantero —¿qué ocur-
— Llame a mi madre, por favor, se lo ruego. — Temari pedía a llantos, estaba sintiéndose cada vez más debil, sus brazos no podían más con el peso de su hermano, la señora salió corriendo hacia dentro de su casa pero unos pasos se volvieron a escuchar delante de ella y Kankuro apareció de la nada, llevaba un paraguas consigo y un vaso de jugo en la otra.
— Kankuro... — El chico corrió hacia ellos lanzando el vaso hacia un lado, y tomó a Gaara entre sus brazos, ni siquiera le miro a ella, aunque le ofreció un brazo para caminar. Estaba pálido y temblaba del miedo, quizás.
— Rasa. — Comenzó a decir Kankuro. —¡RASA!
Su padre salió corriendo de la casa, estaba en pijamas y se encontraba alerta ya, quizás la vecina les había avisado. Miro a su hijo y luego a Kankuro, sus manos comenzaron a temblar. — dámelo. — Rasa tomo como pudo a Gaara y señaló a Kankuro. — Muévete, ve por las llaves del auto y la billetera. — Kankuro corrió tan rápido como pudo dentro de la casa, la vecina preocupada se asomos con un botiquín de primeros auxilios, Temari estaba apoyada del muro de su casa, ese que estaba cansada de escalar. — Pasa adentro con tu madre, esta desmayada... Señora Wata, le pido su comprensión y ayuda en este momento, ayude a mis chicas. — Temari comenzó a llorar, no porque le doliera y quizás en parte por su hermano, lloraba porque su padre lo hacía y ver al hombre más fuerte que conocía así la hizo sentir desprotegida y con miedo, Kankuro salió de la nada y en menos de un minuto estuvieron montando el auto y desapareciendo.
— Vamos a casa pequeña. — Su vecina, un poco más joven que su madre la tomó por el brazo, estaba temblando y un poco pálida, pero actuaba tan valiente como podía. — Es difícil dejarles pero ya se encargarán... Tu madre está sola, vamos.
Temari camino con dificultad dentro de la casa, su madre estaba en el suelo de la sala con el teléfono a unos centímetros de sus manos, estaba inconsciente, quizás la vecina si le había llamado, Temari se sentó y la punzada en su pierna volvió, no fue necesario quitarse el pantalón para encontrarse con una herida en su pierna, lucia como un raspón, pero se sentía caliente y estaba lleno de sangre. — ¿porque?
— Les han disparado... — Su vecina estaba sentado a su madre recostada de la pared. — La herida parece roce de bala, mi padre solía cazar... Quien les atacó no tenía tan buena puntería. Gracias al cielo. — Amy, así era el nombre de su vecina, estaba temblando. — Odio que molesten de noche. — Ella negó varias veces. — Pero agradezco al cielo que hayan tocado mi puerta.
Temari no estaba prestándole demasiada atención, estaba preguntándose qué pudieron haber hecho ambos para que alguien tratara de atacarles, porque a ellos, porque a Gaara, era indefenso, apenas si salía de casa o tenía amigos, era alguien muy tranquilo y no buscaba meterse con nadie. ¿Porque? Comenzó a llorar otra vez, estaba tan asustada, su casa no estaba tan protegida, las ventanas eran fáciles para cualquiera que quisiese entrar de noche, trato de ponerse de pie para comenzar a verificar cada ventana pero el dolor en su pierna no se lo permitió. — Siéntate. — le pido si vecina, Temari carraspeó y limpio sus lágrimas, necesitaba asegurarse de todo.
Su madre movió la cabeza de un lado a otro, sus ojos se abrían somnolientos y su respiración era lenta. — Ra... — su mamá estaba intentando llamar a su padre, estaba asustada, sus manos comenzaron a temblar y sus ojos se abrieron de repente, miro a Temari y a la vecina confundida y comenzó a negar. — Hija... — camino hacia ella, corrió o gateo, como pueda ser interpretado para abrazarle, Temari le devolvió el abrazo y comenzó a llorar. — ¿Dónde está Rasa? ¿Gaara? ¿Kankuro? — miro a la vecina y a Temari buscando respuestas.
— Nos atacaron mamá, no sé quién... Porque... No sé nada — Temari comenzó a llorar y abrazarle. — Gaara está herido... Esta con papá y Kankuro.
Su madre se puso de pie y se tambaleó un poco, Amy trató de ayudarle pero salió como un rayo hacia su habitación. Temari se quejó de dolor y Amy, la pobre siempre intentando ayudar, comenzó a curarle la herida, primero claro, cortando el pantalón.
— Voy al hospital... Deben estar en el hospital. — Temari vio cómo su madre se colocaba un abrigo y tomaba las llaves.
— No mamá no, por favor no me dejes. — Temari lloro y le rogó a su mamá. — No salgas sola por favor, quédate conmigo. — Karura miro a su hija quien le pedía que permaneciese ahí, estaba asustada, pálida y temblando, su hija, quien tenía el mismo temperamento que Rasa, estaba asustada.
Se detuvo y tomó la mano de Temari, estaba fría y húmeda, no podía dejarle ahí, aunque su corazón le rogase que se fuera no podía. — Tranquila cariño... Estare aquí contigo. Llamemos a tu padre.
— Mamá... Gaara. — Temari apretó la mano de su madre, Amy se puso de pie y aclaró su garganta.
— Me voy... Llamaré a la policía y le diré que estén por el vecindario, llámenme cualquier cosa. — Ella estaba llorando, y sonrió para tranquilizarles.
— Gracias Amy, por favor, dale todos los detalles que necesiten, pero que no toquen mi puerta, ahora no. — Karura miro a su hija y ambas escucharon como la puerta se cerró tras ellas. — Gaara está bien, yo lo sé, lo siento. Tranquila. — Su madre ni siquiera estaba llorando, estaba tranquila aunque pálida y un poco temblorosa, pero no lloraba. Saco con dificultad el teléfono del saco que se había puesto. — Llamemos a tu padre o Kankuro, y recemos que nada haya sido tan grave... — Beso la frente de su hija y ambas comenzaron a llorar.
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— Estoy en casa. — Shikamaru dejó su mochila a un lado y se quitó los zapatos en la entrada, su capucha estaba toda mojada así que se la quitó y la dejo en el tendedero, la lluvia lo había sorprendido. — Ma... ¿Qué haces?
— Viendo las noticias en la Internet hijo... — Yoshino contemplaba la pantalla del computador como si fuese oro. — Estoy leyendo la mejor noticia que he leído en años. — Una sonrisa pinto el rostro de su madre, Shikamaru quien tenía el peor humor del mundo no pudo evitar contagiarse. — El asesino.. El asesino de tu padre ya finalizó su condena.— Shikamaru sonrió y abrazo a su madre. —¡Ese maldito ha muerto!
— Ma... Ma... Nunca había estado tan feliz por un asesinato. — Shikamaru sonrió avergonzado y miro a los cielos. — Lo siento Dios.
— Dios.... Ese hombre no era hijo de los Dioses. — Yoshino camino hacia el gran altar dedicado a su padre, estaba llorando, de tristeza Shikamarj lo sabía, pero él no podía evitar sentirse más tranquilo. — Hablare con tu padre hijo...
Shikamaru hizo algo que nunca había hecho nunca, porque le parecía innecesario y ridícula, pero hoy se sentía con la necesidad de hacerlo, suspiro y se arrodilló frente al altar. — Y yo Ma... Y yo. — beso la frente de su madre y ambos soltaron una lagrima.
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Un amor indeleble. SHIKATEMA fanfic
FanfictionTemari es una joven universitaria, de camino a sus clases se encuentra con el ex novio mas significativo de su pasado, Shikamaru, a raíz de eso los encuentros son inevitables y con ello descubre la terrible realidad de su inesperada ruptura, un ases...