Capítulo 4

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Yixing se siente demasiado cómodo como para despertar. Puede oír voces y pasos a lo lejos, lo que provoca que se alarme inmediatamente. Abriendo sus ojos, un techo blanco lo recibe y no puede evitar fruncir el ceño. Se sienta lentamente y mirando alrededor, se da cuenta de que esta en otra habitación completamente diferente. El cuarto no tiene más que la cama, donde se encuentra sentado, y un pequeño escritorio con una lámpara. Se quita las mantas de encima y se sienta correctamente en el borde, sus pies tocando el suelo. Tiene la intención de ponerse los zapatos cuando los recuerdos del día anterior se reproducen en su mente de un golpe.

Justo cuando soltó aquellas palabras de su boca y observo el rostro complacido de Baekhyun, su cuerpo decidió jugarle un mal trato. Apenas se hubo levantado y dado dos temblorosos pasos, su cuerpo entero se sintió como gelatina, su vista se nublo y estuvo a punto de caer al suelo de no ser por un par de brazos que lo sujetaron. Y antes de que su mente también se rindiera ante el súbito cansancio, pudo ser capaz de escuchar algo como: "Joder, Baek. Eres un idiota. Sácalo de aquí y llévalo a una de las habitaciones. Lleva una jodida semana durmiendo en el suelo."

Eso explica porque se encontraba aquí ahora, piensa. Lo que no puede creer es que Baekhyun tuviera la amabilidad de atraparlo entre sus brazos para evitar que se desplomara en el suelo. Evitando dar muchas vueltas al asunto, se coloca los zapatos y solo hasta entonces nota que hay otra segunda puerta dentro del cuarto. Demasiado temeroso como para abrirla, se dirige a la primera y gira la manija. Un poco estúpido ya que está cerrada, obviamente.

—¿H-hola?—dice, esperando una respuesta. Pasan aproximadamente diez segundos hasta que una pequeña compuerta se desliza y alguien más habla. Es un pequeño espacio, lo suficiente como para poder ver solamente la nariz de un hombre.

—Oh, ¿ya estas despierto? —pregunta la voz desconocida.

Yixing trata de no rodar los ojos por la pregunta tan tonta y responde.

—Uhm, sí.

—Bien. El jefe dijo que cuando despertaras tomaras un baño. Es la segunda puerta. Te traeré un cambio y le avisare. Ya vuelvo.

Suelta un suspiro y asiente, a pesar de que no pueda verlo. Se gira en la habitación y camina hacia la segunda puerta. Tomar un baño le vendría realmente bien. Su cuerpo no ha tocado el agua por alrededor de siete días. Arruga la nariz pensando en lo sucio que debe estar, considerando todo el sudor que empapaba su cuerpo cada vez que recibía una corriente eléctrica. Abre la puerta y se adentra en el espacio, cerrando justo después. No es tan pequeño como creyó. Un inodoro con una toalla cuidadosamente doblada encima. Un lavamanos con un espejo. Y la ducha.

Se acerca al lavamanos y al mirar su rostro en el espejo suelta un grito ahogado. Se ve pálido y hay dos grandes bolsas debajo de sus ojos. Sin poderlo evitar, una risa desganada sale de entre sus labios. Este no es el Yixing siempre impecable y limpio, razona.

Desliza la puerta de la ducha y prende el agua caliente. Quita sus ropas con cuidado, dándose cuenta que todo su cuerpo se encuentra demasiado adolorido. Regula la temperatura del agua y antes de que las gotas caigan en su piel, la curiosidad de pronto lo ataca y lleva sus pies hacia el espejo una vez más. Se pone de espaldas y gira su cuello todo lo que este le permite, tratando de echar un vistazo al aparato en su nuca. Lo toca con sus manos y se estremece pues prácticamente esta incrustado en su piel. Nota que el área alrededor de este se halla un poco roja e hinchada.

Haciendo una mueca, olvida el asunto y se mete en el agua. Libera un sonido de satisfacción, toma el jabón y comienza a lavar su cuerpo. Mientras pasa las manos por su estómago, se pregunta si sus padres estarán buscándolo. A este punto, ya les habrían avisado que salió del colegio. Probablemente también les hubieran aclarado que ahora es un traidor.

The Comfort Zone - BaekLayWhere stories live. Discover now