✘Capitulo 34✘

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"Estoy parada en frente de un montón de gente con ojos completamente negros. Intento correr, moverme, pero solo me quedo ahí sin poder dar ni un paso. De repente se apartan formando un camino y un figura avanza hacia mi. Kail... Su mirada es aterradora, sus ojos completamente negros y su piel de un tono pálido, casi grisáceo. Y oh dios mío, sus alas... Son enormes y negras, abiertas en todo su esplendor. No sé por qué siento miedo al mirarlo, no me asusta su apariencia, pero sé que algo no va bien con él. -Yo me encargo de ella. - dice con voz fría. Se abalanza sobre mi con una horrible sonrisa y grito, grito con todas mis fuerzas."

Una pequeña pero firme sacudida en mis hombros me hace abrir los ojos, estoy sudando y realmente aterrorizada.

-Dana estoy aquí, tranquila, tranquila. Solo es una pesadilla... - me susurra Kail en el oído una y otra vez.

Tan pronto como soy consciente de que se trata de él, envuelvo mis brazos en su cuello. Está suspendido sobre mi, lo único que evita que me aplaste son sus brazos que aguantan todo su peso sin ningún esfuerzo.

-Shhhh, cielo. Estoy aquí, tranquila. - sigue susurrando palabras tranquilizadoras.

Logro calmarme y me siento separándome de él, intento detener el temblor de mis manos respirando profundamente, pero no funciona.

-Ven aquí. - tira de mi hasta sentarme en su regazo. Apoyo mi cabeza en su hombro y aspiro su aroma. -¿Quieres hablar de ello? - pregunta tras unos minutos.

Me tomo mi tiempo para responder. -Soñé con demonios, no podía huir... entonces apareciste tú, pero estabas diferente, tenías alas... Ibas a matarme. - las últimas palabras me cuestan un maldito mundo decirlas.

-Solo ha sido una pesadilla, todo está bien. Yo nunca te haría daño. - dice acariciando mi pelo.

Cierro los ojos absorbiendo su contacto y dejo que mi mente viaje a los recuerdos del baile de hace unas horas. Bailamos abrazados y fue un momento mágico, luego nos fuimos a su casa y nos quedamos dormidos entre bromas. Dios fue una noche preciosa, tan normal, nos comportamos como adolescentes.

Miro el reloj, son las cuatro de la mañana, he dormido tres horas. Me siento cansada física y mentalmente.

*Descansa, preciosa. Cuando despiertes seguiré aquí. Nada va a pasarte mientras yo esté aquí.* dice con voz tranquilizadora. Y entonces recuerdo algo importante y levanto la mirada, buscando la suya.

-Lo hice. Anoche te hable así como lo haces tú a veces. - abro mucho los ojos y Kail sonríe suavemente.

-Tus habilidades están despertando. - se limita a decir mientras sigue jugando con mi cabello, enrollandolo en sus dedos.

-¿Cómo? ¿Por qué hoy y no antes?

-Cielo, estoy seguro de que llevas haciendo cosas extraordinarias toda tu vida sin saberlo si quiera. Ahora que eres consciente de ello te das cuenta de cuando sucede.

-¿Puedo hacerlo siempre que quiera?

*Prueba.* me dice escondiéndose en el hueco entre mi cuello y mi hombro y depositando un suave beso. *Me gusta que hagas eso.* pienso y espero su respuesta. Puedo notar su arrogante sonrisa contra mi piel antes de que vuelva a besar el mismo punto caliente por su contacto. *A mi me gusta hacerlo.* responde.

-Madre mía. ¡Sé comunicarme contigo mentalmente! - casi chillo, esta vez usando mi voz. -¿Puedo hacerlo solo contigo o con todo el mundo?

-Solo conmigo, tienes la puerta a mi cabeza abierta por eso puedes entrar y hablarme. Te di permiso, dejo la puerta abierta siempre, solo para ti. - acaricia mi clavícula con la nariz. -Si otra persona te deja entrar en su cabeza puedes hacerlo también, pero creo que no me gustaría que tuvieras esa conexión con alguien más.

-Con poder hacerlo contigo me vale. - digo mordiéndome el labio mientras pienso. -¿Qué más puedo hacer? - estoy tan emocionada. Sé que si tengo está habilidad entonces tendré otras que me sean útiles para luchar. Kail y Eyden e incluso Gabriel tenían razón tengo poderes o lo que sean.

-Por ahora no lo sabemos, pero estoy seguro que la mujer que me trajo al mundo tendrá respuestas tanto para mi como para ti. - encoje los hombros sin mucho interés al nombrar a su madre. -Vamos a intentar una cosa, entra en mi cabeza y busca lo que quieras.

-No sé como hacerlo.

-Solo concéntrate en lo que quieres ver.

-¿Estás seguro?

-Venga, hazlo.

Cierro los ojos y Kail sale de su escondite para dejarme espacio aunque sigo sentada en su regazo. No quiero ver cosas de su pasado, sé que no es algo de lo que está orgulloso aunque no lo diga.

Pienso en la primera vez que lo vi y borró mi memoria, pienso en cuando me salvo del camión. Quiero saber que sintió, que pensó. Todo se vuelve inestable durante un segundo y entonces puedo ver la carretera, la lluvia. Es como estar literalmente dentro de un recuerdo, pero lo veo todo desde fuera, lo veo a él y siento lo que siente.

~~~ Está corriendo entre las sombras a una velocidad increíble, completamente empapado. Se detiene y frunce el ceño, es como si estuviera buscando algo. Y entonces recuerdo que me dijo que esa noche estaba buscando un sello del apocalipsis. Siento rabia y sé que el sentimiento es suyo, lo siente todo el rato, es casi abrumador.

Me doy la vuelta cuando su mirada se detiene en un punto pequeño en la oscuridad. Y entonces me veo, soy yo... Asustada, corriendo mientras llueve a cántaros, descalza. Vuelvo a mirar a Kail, me observa con curiosidad desde una distancia prudente.

Entonces pasa, me detengo a coger aire y cuando me doy la vuelta veo al camión casi encima de mi. Todo sucede tan rápido que tan solo soy capaz de ver a Kail casi volar hasta mi, cuando todo pasa estoy entre sus brazos.

-Te tengo. - dice. Sus ojos, están negros, pero parece completamente controlado a pesar de toda la rabia que bulle de su interior. *Criatura hermosa.* capto su pensamiento. *¿Pero que coño? No tengo tiempo para tonterías.*

Mi otra versión está entre sus brazos temblando y sollozando, está aterrorizadas, pero aún así no aparta la vista de sus ojos.

-Saliste corriendo y cuando viste el camión te dió tiempo a apartarte, solo fue un pequeño susto. Ahora todo va a ir bien, cielo. - dice. Está borrando mi memoria. Me estremezco al oír "cielo". Me llamó así desde el primer momento que me vió, mi corazón da un vuelco furioso. ~~~

Vuelvo lentamente del recuerdo y cuando abro los ojos lo primero que veo son los suyos.

-Mira que hay cosas que cotillear en cabeza, como todo lo inapropiado y tú eliges ese recuerdo. - dice y sonríe cálidamente.

Lo vuelvo a abrazar con fuerza y sonrío al fin olvidando la pesadilla.

-Gracias. - no sé muy bien qué le agradezco de todo lo que ha hecho por mi.

-Ha sido raro. - admite. Lo miro confundida.

-¿A que te refieres?

-Nunca había dejado a nadie entra en mi cabeza. Ha sido raro, pero agradable.

-Creo que me gusta haber sido la primera.

-Y la única que lo hará. Mi cabeza es demasiado especial para que cualquiera entre, reservado a gente vip.

-Casi te queda bonito, prueba de nuevo.

-Eres la primera y la única. - dice poniéndose completamente serio. Y no sé si solo se refiere a entrar en su cabeza o a algo más. No soy ingenua, sé que ha estado con otras chicas, pero no es a lo físico a lo que me refiero.

-Cuidado Blake, no se te vaya a escapar el "te quiero". Por muy a prueba de balas que seas no creo que sobrevivas a eso. - digo con fingido horror.

-Mas quisieras Hunter. - empieza a hacerme cosquillas y pataleo entre carcajadas intentado detener la tortura que me ha sido impuesta.

Tras un rato hablando logro conseguir el sueño de nuevo, esta vez no hay pesadillas. Esta vez sueño con Kail, su sonrisa, sus ojos grises y sus palabras...

InfernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora