Capítulo 1: El mejor día de mi vida

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Soy Harry Potter, un chico azabache de cabello despeinado como mi padre y tengo los ojos verdes como mi madre, anoche soñé con una chica, no sé quién es pero sé que la encontraré y será mi alma gemela.

- Harry, Harry- dice una voz familiar.

- ¿Sí?

- ¿Puedo hablar contigo?

- Sí, claro dime.

- Harry, soy Hermione y necesito hablar contigo a solas.

Me levanto y veo a mi mejor amiga mirándome con sus ojos castaños y una sonrisa, llevaba una camiseta blanca de manga corta que se le notan los pechos y unos vaqueros rotos cortos que le llegan un poco por encima de las rodillas.

- ¿Y dónde podemos estar a solas?- pregunto.

- Sígueme- dice Hermione cogiéndome de la mano y llevándome a la Sala de Menesteres.

- Verás Harry, me gusta alguien pero no sé cómo decírselo.

- De acuerdo pues si sabes que a él le gustas díselo- digo.

- Está bien pues entonces se lo tendré que decir- dice Hermione.

- Ve y te espero aquí- le propongo.

- Muy bien, adiós Harry.

Sale de la habitación y yo me quedo y me doy cuenta de que está lleno de corazones y hay una cama de matrimonio.

- Bueno, me voy a acostarme un rato.

- Harry, he vuelto.

- Ah, hola Herms- digo mientras toso un poco.

- ¿Estás bien?

- Creo que no pero no me apetece ir a ver a Pomfrey.

- Bien entonces yo me quedaré aquí a cuidar de ti- me responde Hermione.

- Vale pues ¿qué hago?- pregunto.

- Dormir.

- No puedo me duele la cabeza- digo.

- Apártate a un lado y hazme un hueco- me dice Hermione.

- Está bien.

Le hago un hueco y se mete en la cama junto a mí, mientras estamos tumbados sin querer nuestras manos se juntan y se entrelazan los dedos.

- Harry, ¿sientes algo raro?- pregunta Hermione.

- Creo que sí pero sólo somos amigos- contesto.

- Sí, amigos y nada más así que intentemos dormir- dice mi mejor amiga.

- Gírate- dice Hermione.

Me giro y ella me abraza por detrás juntando su cuerpo con el mío.

- Buenas noches Harry.

- Buenas noches Hermione.

Los dos intentamos dormir pero no podemos.

A medianoche me despierto y me giro pero mis labios se juntan con los de la castaña mientras que sigue durmiendo.

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