La historia de Coroline

Mi nombre es Coroline, tengo apenas 16 años. Tengo una madre llamada Kathy, un padre... en realidad yo no lo considero un padre. Esa es otra historia. Tres hermanos, Emily de 13, Ben de 6 y la bebe, Eva, de 1 año. A simple vista somos la típica familia que siempre rie, siempre esta junta, es feliz, convive con todo el vecindario y se ama, pero es todo lo contrario. Mamá Kathy, trabaja en una tienda de ropa en turno completo, nunca está con nosotros, así que yo me encargo de mis hermanos junto con la señora Betty. Se preguntarán, ¿porqué su padre no se encarga de ellos? Pues verán; mi padre ya tiene años sin siquiera visitarnos, el se marcho de casa cuando yo tenía 13 años, yo en ese entonces no entendía mucho de lo que sucedía. Era domingo, un horrible domingo. Recuerdo estar en mi habitación jugado y corriendo junto con Emily (Ben en aquel entonces era un bebe, y Eva aún no existía) recuerdo que jugábamos a las muñecas, cuando yo empecé a escuchar gritos por toda la casa. Salí de la habitación lentamente para que nadie me viera o escuchara. Recuerdo ver a papá ebrio gritándole a mamá, yo me llene de rabia, incluso sin saber muy bien todo lo que sucedía, pero no podía hacer nada. Entro Emily y pregunto:

-¿Coroline, que sucede, porque papá le grita a mamá?

-No lo se Emily, pero no te preocupes, solo es otra de sus típicas discusiones de siempre. Anda ve a jugar, ahora te alcanzo.

-Esta bien Coroline.

Pero me equivocaba, no era "Otra de sus típicas discusiones de siempre" todo eso era aún peor de lo que imaginaba. Baje a la cocina y ahí estaban.

-Mamá... papá, ¿que sucede? -dije con timidez.

-¡Oh Coroline, que haces aquí, deberías estar cuidando de los niños!

-Déjala mujer, ese no es su trabajo, es el tuyo -dijo mi padre- pero claro, no tienes tiempo porqué te la pasas de golf...

-¡CÁLLATE! -exclamo mi madre- ¡no se te ocurra insultarme, y menos en frente de mi hija me escuchaste!

-Anda Mindy, deja de llorar y vete a tu habitación, tengo que hablar con tu madre.

Vaya, aquel hombre ni siquiera mi nombre sabía -pensé- Subí a la habitación y llame a Emily que estaba llorando en una casita de madera que mamá nos regaló hace algunos años atrás, entre con ella y la abracé con todas mis fuerzas.

-Todo estará bien Emily, no te preocupes -mentí.

-Estas segura, papá nunca le había gritado de esa manera a mamá. ¿Viste sus ojos, tan llenos de rabia, de coraje, tan, tan llenos de odio?-dijo Emily llorando a chorros.

-Si Emily, lo note, pero esto no dura para siempre, tiene que terminar. Ahora duerme, no llores más, todo saldrá bien.

Me abraso con tanta fuerza que se podría decir que sentí algo dentro de mi romperse. Dormimos dentro de aquella casa esa noche.

A la mañana siguiente baje a desayunar junto con Emily. Mamá estaba preparando huevos con tocino. Ni siquiera se giró de frente para hablar y dijo:

-Emily, sube a tu habitación tengo que hablar con Coroline -dijo mientras lloraba.

Emily subió llorando con su desayuno en mano, quizás ella sabía muy bien todo lo que sucedía. Mamá se sentó a mi lado tenía un gran golpe en la mejilla y dijo:

-¿Sabes que ayer tuve una discusión con tu padre, cierto?

Asentí con la cabeza.

-Pues... ¿Cómo te lo explico? Pues... tu padre ya no vivirá con nosotros nunca más.

-¿Porqué, que paso, porqué tienes ese golpe en la cara?

-¡Oye, son demasiadas preguntas niña! Tu no entiendes nada de lo que pasa, no tienes siquiera derecho a opinar sobre nada. ¿Quieres saber lo que pasa? Tu padre, el idiota de tu padre me engaño, se encontró a otra puta y me dejo por ella, nos dejo por ella.-grito furiosa. Se quedo en silencio y después de tiempo se disculpó.-perdona hija, yo no quería...