Capítulo.01

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"Sólo cuándo mis ojos se cruzaron con los tuyos, me dí cuenta de que eras tú"

Las palabras retumbaban en mis oídos, me era imposible creer que aquella persona se estuviera refiriendo a mí. Era aquella persona que en mis malos días me sacaba una sonrisa, que su baile me volvía loca y cuya voz me parecía utópica, de otro universo.

Estoy hablando del mismísimo Kim Seok Jin, aquel chico de casi metro ochenta que era muandialmente reconocido como hermoso, guapo, y sobretodo, buen cocinero. Después de un enorme esfuerzo para conseguir el dinero suficiente para ir a Corea, ya sabiendo fácilmente el idioma coreano, e ir al concierto dónde tuve la oportunidad de conocerlos, entablar una amena y tímida conversación con ellos y que mi álbum fuera llenado de la tinta de su firma. Todas las conversaciones fueron muy simpáticas.

Obviamente todos me preguntaban de dónde provenía, pues destacaba bastante por mi pelo rizado y ojos grises con unas pestañas largas que hacían envidiar a algunas personas aunque no entendía por qué, yo envidiaba con todas mis fuerzas la forma de su cuerpo, tan esbelto y curvado.

Sí, no es que fuera muy fan de mi cuerpo.

Pero eso no fue importante, ya que sólo iba con intención de hablar y que me firmaran el preciado álbum.

La primera persona fue J-Hope, quién me saludó con una de esas sonrisas que hacen que todo tu cuerpo se calme por completo y deje escapar los nervios en un suspiro de ternura. ¿O sólo soy yo? Automáticamente comenzó a hablarme en inglés a lo que yo le respondí que no se preocupara por eso, que sabía de su idioma.

J-Hope iba seguido de Jungkook, la verdad su belleza me ponía muy nerviosa, pero sabía que iba a ser un encuentro divertido, sobretodo cuándo comenzó a hacer caras graciosas haciéndome reír.

-Tu risa se parece a la de Jin-Hyung- Dijo el mayor entre leves risas.

-Su risa es tan contagiosa que llegó a mis cuerdas vocales- Reí más suave, regulando mi respiración justo antes de pasar a otro integrante me acordé de una pregunta que le quería hacer- ¿Tú piensas que soy tu noona?

-Es difícil deducir tu edad, pero yo diría que no- Yo pienso que en su mente ya pensaba que le iba a decir oppa para molestarle, pues obvio que no fui la única que lo hacía- Puedes llamarme oppa, soy mayor- se río.

Sólo me dispuse a reír cuándo mis rodillas se movieron solas hasta el tercer integrante, Jimin.

Jimin me recibió con una cara de sorpresa que sus ojos salían de sus órbitas, me causó bastante gracia ya que también empecé a hablar para que supiera que hablaba coreano, cómo tuve que hacer con todos y no lo volveré a repetir. Hice algo que deseaba hacer desde que conocí las pequeñas manos de jimin. Compararlas con las mías.

Cuándo lo permitió y su mano se posó con la mía sentí como mi corazón palpitaba en fuertes cantidades, su mano era muy suave y de temperatura cálida, podía ver una parte de la yema de sus dedos sobre los míos, haciéndome entender que mis manos eran más pequeñas que las de jimin, pero no por mucho. Aún así el se sintió victorioso lo que me provocó una risa suave.

Él siguiente era Taehyung, con él estaba un poco más nerviosa porque en serio su belleza me parecía tan lejana que no me sentía merecedora de hablar con él, era cómo si él fuera el rey y yo una simple campesina. Él parece ser que notó mis pequeñas manos temblar y me las cogió con sus dos manos, diciéndome que estaba bien, que me calmara, eso hizo que me sonrojara y mi sonrisa apareciera instantáneamente.

-Tus ojos son muy bonitos- Dijo imitando mi sonrisa y fijándose atentamente en mi ojos haciendo que en mis mejillas se creara fuego.

-No, tu ojos son bonitos, me encantan los ojos super oscuros- dije para evitar quedar en un silencio incómodo

-¿Vives en un mundo paralelo o qué?- ambos nos reímos y el soltó mis manos para firmar el álbum- A todo el mundo les gustan los ojos claros y a ti los marrones.

-Soy rara- aclaré, tampoco es que me disgustaran los ojos claros, pero sólo a pocas personas les queda bien, y los ojos marrones oscuros siento como si se profundizaran en mi interior haciéndome sentir atracción instantánea, y eso que no es mi color favorito en absoluto.

El siguiente era el perfecto líder RM. Quién comenzó hablandome en inglés a lo que yo le pedí que me hablara en coreano, pues el inglés no se me daba tan bien, sí, era raro, pero dediqué más horas de mi vida al coreano que al inglés.

-Hize el TOPIK hace un mes o así y lo aprobé con una nota decente- Dije después de un pequeño rato de conversación

-Se nota que le hechas esfuerzo a lo que te dedicas, sigue así

-Por supuesto, sigo vuestro ejemplo- Sonreí, para luego escuchar un "Gracias" en mi idioma natal de su parte, cosa que me hizo reír de ternura pues su acento era muy gracioso, pero fue considerado además de que le había mencionado de donde venía, aunque en principio pensó que era francesa.

Seguido de RM estaba Suga, él fue una de las grandes razones por las que decidí aprender coreano, pues quería expresar la gran admiración que siento en su idioma natal para que me entendiera y eso hice, él me escuchó atentamente mientras firmaba y me lo agradeció tímidamente con una sonrisa.

-Debes de ser la primera extranjerq que me dice tanto en un fanmeeting- dice mientras me entrega el librito.

-Pues deberías mirar en las redes sociales, te dicen esto y más, aunque claro, están en inglés o español- me rasqué la nuca- Pero ¡No te preocupes! Seré tu traductora personal si gustas- Sonreí enérgicamente y él soltó una leve risa, aunque sé que no voy a volver a verlo, es tierno que me ofrezca de forma amable. Cruzamos meñiques y pasé al siguiente.

Aquí fue dónde mis nervios volvieron a aparecer, un nudo en la garganta se apoderaba de mí tanto que no podía ni decir mi nombre para que lo pusiera en la firma. Sentía algo en mis entrañas que avisaban de que algo iba a estallar si seguía mirando a ese rostro, que, para colmo, cruzó miradas con mis ojos haciendo que mis mejillas se tornaran de un color rojo natural, aún así no podía apartar la vista de sus ojos, eran demasiado para mí. No podía calmarme ni pensar con claridad en frente suya, y cómo se le ocurriera tranquilizarme de la misma forma que Tae lo hizo estallaría en mil pedazos como una bomba a contrareloj. Cuándo desvió su mirada para plantar su firma en el libro, noté sus mejillas un tanto rosas. ¿Le había hecho sonrojar? ¿Yo? ¿Por qué?

-¿Por qué?- pregunté en voz alta

-¿El qué?- Estaba confuso, no sabía a lo que me refería, además de que es la primera palabra que le digo, dándole la seguridad de que hablo su idioma

-¿Por qué te sonrojas cuándo yo no tengo nada de especial?- Dije señalándome, mis complejos querían salir de repente, quería entenderlo- Sólo mirame, no tengo cuerpo de coreana, mi rostro es muy largo y mis labios son horribles.- miré hacia abajo decepcionada- Lo único que me gusta de mí son los ojos.

-No digas eso, cada uno tiene su cuerpo y tiene que amarlo como tal, tu eres preciosa tal y cómo eres- me dedicó una leve sonrisa- me sonrojé por algo- dijo algo avergonzado.

Ese día acabó con un gran concierto que jamás olvidé, ni una de sus palabras, pues después de este encuentro han pasado 3 meses y en un directo en el cumpleaños de Jin, este nombró a una chica que conoció en el fanmeeting de hace tres meses, extranjera, de ojos grises y rizosa. Me era imposible creerlo pero no había nadie más así en aquel evento. Aquellas palabras me hicieron entrar en pánico automáticamente.

"Si estás viendo esto, ARMY, te pido que me des alguna señal de correspondencia y ARMY, pido su apoyo"

Las lágrimas resbalaban por mis mejillas cómo hielo derretido, mis manos agarraban mi cabello llena de desesperación, pues me encontraba en mi país y sin ningún recurso para volver.

-¡Mamá! ¡Necesito volver a Corea! -Dije marcando un número de teléfono para recobrar mi trabajo a media jornada.

-¿Pero por qué...? -viene y me ve llorando y desesperada con el teléfono en la mano- ¿Qué ocurre hija mía?

- ¡El amor me ha correspondido y está allí!- noto que cogen el teléfono- ¿Sí? Hola, quisiera recobrar mi trabajo...¿Jornada completa?... Sí ... Comprendo- colgué el teléfono dando las gracias- ¡Maldición! Tengo que buscar otro trabajo.

-No te exijas demasiado hija...

-Cueste lo que me cueste voy a ir a corea.

Memory [M.Y.G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora