MARIANA: una abogada en Chile.

Yo, Mariana (la de Puente Alto) / UNO

Yo soy adoptada, soy flaca, estudié Derecho en la Universidad Católica. Fui una "Padre Hurtado"@no pagué en la Universidad por mi buen rendimiento. Y me gané una "Beca Chile". Estoy en Alemania. No me gustan las personas gordas. No quiero volver a Chile. Mi madre biológica me vendió en una feria. No es que me haya vendido pero así me lo explicó mi madre adoptante (a quien llamaré "madre" o "mi madre"). Ella se llama Yosebet Yamilet. Mi nombre es Mariana Yosebet. Me llamo Mariana porque la señora que empleaba a mi madre cuando supo que me querían poner "Yosebet Yesenia" montó en cólera. Mi madre la única vez que usa las palabras "montó en cólera" es para explicarme por qué me puso Mariana. Mi madre cree que a mí no me gusta el nombre Mariana. Y no, no me gusta. Viví toda mi vida en una villa en Puente Alto. Una compañera de la facultad me dijo que ella conocía el lugar porque había ido a misionarlo. Aunque dudo que haya sido así. La única iglesia que hay en el lugar es la "iglesia del As". El dueño se llama Yeison, y lo atiende junto a su familia. Yo no como carne. No tomo alcohol. No creo en Dios.

Con la menarquia comencé a cortarme los muslos. Me gusta utilizar palabras que las personas, generalmente gordas, no conocen. Mi madre me contó que la señora que me vendió en la feria era gorda. Estudié el examen de grado en la biblioteca de Providencia, la que queda en Antonio Bellet y durante esos días en que todo parecía gris, salía a caminar por la avenida a subirme el ánimo. Es impresionante la cantidad de personas gordas en Santiago. Yo no puedo usar traje de baño sin dar lástima. Es por mis brazos y muslos. A parte de eso, soy casi normal. Me fue muy bien en la facultad y siempre quise estudiar en Alemania. Tengo cinco hermanos y siete medio hermanos. Ocho sobrinos, y mi madre cría a dos niñitas de una vecina que está en San Joaquín. La vecina cayó por microtráfico. Ella es lo que en políticas públicas se llama una "nini". La vecina se llama Mirian. Tengo varios tíos por parte de mi madre. Todos vienen por temporadas a Europa. "Son europeos". Y si bien ninguno de ellos llegó a sexto básico, todos, sin ningún problema, pueden una vez arribados en Frankfurt, tomar el tren a Mannheim, y luego esperar el siguiente a Heidelberg. Mis tíos creen que a mí me gustan las cosas Louis Vuitton o Bally. Y siempre me traen carteras. A mí no me gustan, pero hago como si me gustaran.

Y esta es mi historia.