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Ryan y Selena estaban sentados a la mesa, en casa de ________, jugando a las cartas. Jugaban con cacahuetes, y esto no quiere decir que las apuestas fueran muy bajas, sino que realmente apostaban cacahuetes, porque ________ no tenía fichas. Esta estaba repasando sus notas y fotos, pero la distraían las risas procedentes de la otra habitación. O tal vez la causa de su falta de concentración era otra: aún no había hablado en serio con Justin. Era extraño, la transformación de Justin parecía progresar muy bien, y el artículo que ella había pensado escribir sobre este tema, en cambio, era un desastre. A pesar de no conocer la versión de Justin sobre su cita, ________ estaba decidida a no obsesionarse por lo sucedido. Al fin y al cabo, aquel era un buen final para el artículo. De hecho, justificaba su escritura. Tenía que dar gracias por cómo habían terminado las cosas y ponerse a escribir.

Pero la verdad era que no podía avanzar. Sin una fecha fija de entrega, le costaba concentrarse. Ahora mismo tenía ganas de levantarse para picar algo, o llamar a Justin, o encender la tele, o simplemente echarse unos minutos y cerrar los ojos. Para ser honesta, hubiera querido incorporarse a la partida de cartas, que parecía divertida.

________ oyó a Selena golpear la mesa con la mano y exclamar «¡Gin!». Ryan le daba pena. Toda una infancia jugando a las cartas en Encino le había demostrado que Selena era invencible. En una ocasión se había llevado el dinero, las joyas y las muñecas Barbie de todo un batallón de girl–scouts.

________ se sonrió recordándolo y luego hizo un esfuerzo para seguir trabajando en el artículo. Pero era inútil, y con un suspiro se dijo que no podría escribir nada hasta que no hablara con Justin y descubriera qué pasaba con Demi.

¿De verdad era tan difícil encontrar a Justin? ¿La estaría evitando? Cosas más raras habían pasado. Puede que a Justin le gustara de verdad Demi. ________ sabía que aquel sería un tema difícil de tratar, pero ella pensaba que Demi no estaba a la altura de Justin, que no era lo bastante inteligente. Y él hacía tanto tiempo que no salía con nadie que quizá confundiera sexo con amor. ________ se dijo que tendría que abrirle los ojos, muy amablemente pero con firmeza. Claro que también tendría que asegurarse de que él no dañara ni ofendiera a Demi.

Pero también podía suceder que la relación entre ellos funcionara y que lo correcto fuera mantener la nariz fuera de aquel asunto. Después de todo, muchas amistades se rompían cuando la gente se enamoraba y se casaba. Había ocurrido con los Beatles, aunque ________ no recordaba muy bien con cuál de ellos. Quizá cuando Paul se casó con Linda.

¡El matrimonio! La idea de quejón se casara con Demi era tan ridícula que ________ no sabía si reír o llorar. ¿Por qué pierdo el tiempo con estos pensamientos absurdos?, se dijo. Aquello no debía de ser más que una atracción pasajera que acabaría en pocos días.

________ miró los post–its pegados por todas partes y suspiró al pensar que tendría que guardarlos. No; los dejaría donde estaban.

Oía a Selena que hacía sonar los cacahuetes que había ganado mientras Ryan barajaba las cartas.

—¿Has adelgazado? —oyó preguntar a Ryan.

Ryan y Selena parecían llevarse muy bien últimamente. ________ sonrió. Cuando él quería, podía ser encantador.

—Sí, creo que sí —respondió Selena, concentrada en su juego.

Luego se produjo un breve silencio. ________ contuvo la risa. Si Ryan pretendía distraer a su amiga, no iba a conseguirlo. Selena era la única chica que ________ conocía a quien no le preocupaba su peso.

—Gin —dijo Selena.

—¡No puedes tener gin! Si solamente hemos pedido una carta.

—Gin —repitió Selena, implacable.

Chico malo busca chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora