Jimin de vez en cuando revisaba su teléfono para chequear la hora, puesto que, después de una larga y acalorada discusión con su madre, habían acordado que sólo estaría con sus amigos compartiendo en aquél parque hasta las once de la noche, nada más ni nada menos, y a pesar de que las lágrimas habían corrido por su rostro por lo injusta que consideraba la situación, su madre no había desistido en sus exigencias con ella, por lo que ahí estaba, sentada en el círculo que habían formado sus amigos con un vaso de vodka y gaseosa en su mano, intentando disfrutar de la velada a pesar de las sensaciones que le habían atacado al hablar con su madre por teléfono.
Una pequeña sonrisa triste se formó en sus labios cuando cierta rubia se sentó a su lado y le dio un trago al alcohol en su vaso, algo nerviosa al sentir como la chica se inclinaba para susurrar en su oído, y no es que Yoonji le desagradara o algo, pero por alguna razón extraña, su presencia le colocaba nerviosa y más de una vez se había encontrado a si misma no pudiendo apartar sus ojos de ella.
— ¿Sabes? Podríamos irnos de esta mierda. — Murmuró Yoonji en su oído, mandando un escalofrío por su cuerpo. La chica posó una de sus manos sobre las suyas y le dio una sonrisa ladina, invitándola a escaparse lejos por una noche.
— Pero Yoonji... sabes que no puedo.— Le murmuró de vuelta, pero la rubia, haciendo caso omiso de sus palabras, la jaló de la mano y la hizo levantarse, logrando que botara el vaso con su contenido al piso en el proceso. Sin dejarla hablar o siquiera reclamar, la llevó todo el camino hasta su motocicleta estacionada por ahí cerca, la cual pareciera esperar por ambas chicas.
Yoonji montó en esta y luego de colocarse el casco le tendió uno extra a Jimin, la cual dudó y observó la hora en su teléfono dándose cuenta que ya le quedaba poco tiempo antes de tener que volver a su casa, pero antes de poder negarse a las ideas de Yoonji observó la mirada ilusionada de la chica, ese brillo en sus ojos que le invitaba a conocer las miles de constelaciones que había en el universo, por lo que, apagando su teléfono y recibiendo el casco que la rubia le tendía, se montó en la motocicleta tras ella, rodeando su pequeña cintura con sus brazos y recargando su frente en su espalda.
Encendiendo la motocicleta, Yoonji partió en dirección a ninguna parte, dejando atrás a sus amigos y las preocupaciones de Jimin.
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Apenas llegaron a la playa la mayor estacionó su motocicleta y bajó de esta, ayudando así a la menor a bajar, sus piernas temblando puesto que había sido su primera vez montando una. En silencio ambas chicas entrelazaron sus manos y caminaron en dirección a la arena, observando el mar como si este esperara por ellas para disfrutar de sus olas. Se quitaron las zapatillas y los calcetines, dejándolos en la arena antes de correr por esta, persiguiéndose la una a la otra entre risas y cero palabras, querían disfrutar de la compañía de la otra.
Pronto Jimin se dejó caer en la arena, recostándose en esta y observando como Yoonji se recostaba a su lado, pasando un brazo por su cintura y atrayéndola más cerca de su cuerpo, logrando que el corazón de Jimin latiera con más fuerza y sus mejillas se colorearan de un tono rojizo.
— Deja que cuide de ti, Jimin.— Murmuró Yoonji en el oído de la menor mientras deslizaba una de sus manos por sus rellenos muslos, subiendo hasta tocar el borde de su falda e introduciendo su mano bajo esta, haciendo temblar así a la contraria.
— Yoonji-ah. — Gimió Jimin, mordiendo su labio inferior y cerrando sus ojos en un intento por concentrarse en las sensaciones que la mayor le estaba provocando con simples caricias.
Yoonji, sintiéndose hipnotizada por los gemidos de la menor llevó su mano hasta su intimidad, acariciando esta por sobre su ropa interior y presionando un dedo sobre su clítoris, masajeando luego la zona en círculos y sacándole suspiros y jadeos a la pelinegra. Jimin por su parte solo podía emitir pequeños sonidos de placer, dejándose hacer por parte de la mayor, la cual deslizó su mano libre hacia su camiseta, subiendo esta y dejando a la vista su sostén.
Yoonji relamió sus labios ante la vista de los pechos llenos de la menor, y es que la chica realmente tenía un cuerpo hermoso, rellena donde lo necesitaba y con las curvas firmes donde ella quería. Era simplemente perfecta.
Jimin llevó una de sus manos a la nuca de la mayor y la atrajo hacia ella, juntando sus labios en un ansiado beso y suspirando sobre sus labios cuando Yoonji se deshizo de su sostén, dejando libres sus pechos. La rubia rompió por unos minutos el beso, descendiendo hasta su cuello, donde se encargó de lamer, morder, besar y chupar la piel que se le presentaba, dejando marcas que la pelinegra podría relucir al otro día. Luego bajó hasta sus pechos, tomando uno de sus pezones en su boca y succionando este mientras que con una de sus manos se encargó de retorcer el otro, sacándole agudos gemidos a la chica.
— ¡Y-yoonji! — Exclamó la menor cuando sintió la mano de la mayor entrando bajo su ropa interior, acariciando su clítoris y masajeando su intimidad, la cual se encontraba sumamente mojada por ella, sólo por ella.
— Así, bebé, quiero que gimas tan fuerte que todos sepan a quien perteneces, ¿quién es la que te hace feliz, mh? — Murmuró Yoonji, introduciendo uno de sus dedos en la entrada de la chica, explorando el interior de ella y haciéndola retorcerse en busca de más.
— ¡T-tú! — Respondió Jimin, empujando sus caderas contra la mano de Yoonji, quería sentirse amada, querida, necesitada, y Yoonji le estaba dando eso.
Pronto un segundo dedo llegó para darle más placer a la pelinegra, dedo que logró tocar algo dentro de ella que la hizo gritar, que la hizo venirse sólo con un par de toques y caricias. Yoonji retiró sus dedos de la intimidad de la menor y los llevó a sus propios labios, saboreandola y sonriendo por lo bien que la chica se sentía.
Volvieron a juntar sus labios en un necesitado beso y Yoonji se posicionó sobre el cuerpo de Jimin, succionando su lengua y mordiendo su labio inferior. Ella también estaba jodidamente excitada, pero había cumplido con su prioridad, que era hacer sentir bien a la menor.
— ¿Sabes Jimin? Me gustas, me jodidamente encantas, veo tu carita de ángel y juro que me dan ganas de encerrarte en una cajita de cristal y cuidarte de todos los males del mundo, incluso, de ti misma. — Yoonji nunca había sido muy buena con el romanticismo, por lo que escucharle hablar esas cosas era más que un regalo para Jimin.
Y, entrelazando sus manos y quedándose ambas en silencio con la respiración agitada, Jimin cerró sus ojos, dejando que así, Yoonji la llevara a las estrellas.
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take you to the stars ✧ fem!yoonmin
Short StoryDonde a Jimin sólo le dieron permiso hasta las once y Yoonji quiere llevar a su amiga hasta las estrellas. 。fem! yoonmin (yoongi x jimin) oneshot. 。top!yoonji/bttm!jimin. 。fluff, smut, cosas de la vida. 。por favor no copiar y/o adaptar sin mi perm...