Pequeños Momentos

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-¿Sabes?

 -¿Qué?- se dio la vuelta para mirarme.

 -You have the most beautiful bootie that I’ve ever seen- Se echó a reír a carcajadas, pero eran de estas risas que sabías que salían del alma, sabías que no fingía al hacerlo.

 Sinceramente, viéndome aquí recostada en la cama de él, apoyando mis codos sobre la misma para poder tener más vista hacia él, jamás me imaginé que sería tan feliz en mi vida y que el verlo a él acabado de salir del baño, con su pelo húmedo, gotas cayendo sobre su pecho y con una toalla envuelta en su cintura, dejando así todo su torso al aire serían de los momentos que llenaran mis ojos de lágrimas por tanta felicidad.

 -Really?- respondió cuando pudo calmarse a sí mismo, acercándose lento, pero decidido hacia mí. Tras todo este tiempo juntos y jamás deja de ponerme nerviosa.

 -Yes, Sir, you should know that, because I love your bootie as much as I love speak English with you- Soltó otra sonrisa, iluminando así toda su cara, irradiando un brillo especial, sus ojos llenos de picardía mientras se deslizaba hasta llegar a mí.

 -Oh, dear, you shouldn’t look to my ass, that is kind of pervert. I can send you to prison for do that.- Ya estaba frente a mí, tan cerca que podía sentir su respiración en mis mejillas.

 -Well, well, let me tell you something… in Spanish- Levanté mi mano derecha y con ella le toqué el pelo, trazando un camino entre el.

 -Verte ahí de pie, enfrente de mí, a espaldas de mí y con semejante vista, es algo así como ir a Disney por primera vez. No importa la edad que tengas, y el género que seas, siempre que vez a las princesas por primera vez, tu corazón se llena de felicidad e instantáneamente e inconscientemente quieres sacarte una foto con ellas y quieres abrazarlas y nunca dejarlas ir, porque sabes que ellas forman una gran parte de tu vida y automáticamente vuelves a hacer la más inocente niña que jamás haya existido.- Volteo sus ojos, como pensando en mi gran respuesta. Luego de una pausa por fin contestó.

 -O sea, ¿me acabas de decir que mi trasero parece una princesa de Disney?- Me dijo divertido

 -Algo así- le respondí

 -Sabes, eso es lo que me encanta de ti. Nunca pasa un minuto sin que salgas con cosas tan serias y a la misma vez tan incoherentes. Nunca te entiendo y eso, eso mi vida, es lo que más me gusta de ti. Me gusta tu manera de ver todo como una nena pequeña. Me gusta la capacidad que tienes para decir cosas tan estúpidas, pero que a la misma vez sean tan adorables. Me gusta la manera en que te ríes, no el sonido de ella, porque es horrible, si no con la pasión en que te ríes. Cada vez que te ríes tus ojos brillan, tus mejillas cogen algo de color y eso es lo más tierno que yo jamás haya visto. Me gustas por cómo eres y por cómo me haces ser cuando estoy contigo. Me gusta todo de ti, hasta tus manías, hasta esa extraña obsesión que tienes con inventarte una historia para cada canción, lo cual creo que es totalmente absurdo, pero al verte tan concentrada escuchando la canción para así poder darle personajes, lugar y una historia para contar, hace que se vea de lo más divertido y así me veo obligado a ayudarte. Por todo eso y mucho más me gustas.

 >>Y si a ti te hace feliz mirar mi trasero, porque según tú, se parecen a las princesas de Disney, pues, no pienso privarte del sencillo placer de mirarlo. Porque para mí, verte sonreír es como un 4 de julio a las 8 de la noche, con los mejores fuegos artificiales, nadando en el lago y lanzándonos de las rocas. Así de divertido y peligroso, que aunque sé que probablemente al tirarme de la roca caiga en un lado llano del lago y me fracture y vaya al hospital, lo sigo haciendo porque me gusta, me divierte y me hace feliz, algo así como masoquismo. Me gusta verte sonreír aun sabiendo que puedo quedar loco, que me puedo acostumbrar a ella y que ella sea mi perdición, sigo queriendo verte sonreír porque sencillamente no me pienso privar del sencillo placer de hacerlo, porque cada vez que lo haces, me haces la persona más feliz de este universo. <<

 -Ves, y yo que pensaba que yo era la cursi por comparar tu trasero con las princesas de Disney- se echó a reír otra vez, y luego cuando pudo calmarse se quedó mirándome fijamente como si intentara descifrar algo de mí.

 Sonrió de nuevo, pero esta vez fue de la forma más sexy que él jamás haya podido hacerlo, sin darse cuenta y sinceramente.

 -Eres todo lo que quiero ahora, no te digo que también lo querré mañana porque podré volverme loco por ti y quizás no recuerde esto, pero eres todo lo que quiero ahora y sé que todo se lo lleva el viento, y que todo termina y que quizás mañana no estés y esto quede olvidado, pero sé que hoy eres todo lo que necesito y no me importa si estás pensando que soy un maldito cursi por decirte todo esto, pero, eres todo lo que quiero hoy.

 Se inclinó hacia mí y me dio el beso más cálido, suave y tierno que jamás haya podido existir en la tierra.

 -Eres el cursi más cursi de todos los cursis. Estás mal, necesitas ayuda.

 -Te necesito a ti.

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