JOSÉ ANTONIO GUTIÉRREZ CABALLERO
65 Un poeta que pinta con sus Décimas
Siendo muy pequeño, en 1966, José Antonio Gutiérrez Caballero declama y escribe poemas suyos y de otros escritores nacionales, como si fueran garabatos infantiles, y gracias a que sus mayores aficiones fueron, desde siempre, el teatro, la música y la poesía, pues, apenas sin ser adolescente, se aventura a componer e improvisar décimas, repentistas, más que cultas, pues así es como se les llama a las coplas, surgidas en medio de las “controversias” que ganan su espacio, entre los “guateques campesinos” de la isla. Por ende, Josán Caballero se convirtió, tempranamente, en un poeta que pinta, no sólo con sus décimas de colores, sino con todo el arsenal lírico, que logra desarrollar, aún antes de los quince años, que es la época de donde provienen dos libros importantes de este autor, en este género tradicional cubano, tales como “Ríos Interiores” (1974) y “Acuarela” (1975-1976), respectivamente.
JOSÁN CABALLERO es el “alias”, o seudónimo literario de José Antonio Gutiérrez Caballero (Ciudad de La Habana, 1959), quien a menudo se debate, entre diversos roles como poeta, periodista, editor, dramaturgo e investigador literario; y aunque conserva en su lejanía el título de Licenciado en Filología, de la Facultad de Artes y Letras, en la Universidad de La Habana (1985-1986), no puede dejar de reconocer sus balbuceos, cuando comienza a improvisar, y luego declamar, sus poemas a los seis años de edad, “metiendo las narices donde nadie lo llama”, lo que se vuelve una costumbre, con el paso del tiempo.
67 Textos infantiles que escribe en "guaguas" y parques públicos, hasta que unos amigos lo convencen y logra ordenarlos, bajo el nombre "sorteado" de “Por entre los sueños: cantos”, para enviarlos al Concurso 13 de marzo 1978, convocado por el Departamento de Actividades Culturales, en la Universidad de La Habana, razón por la que apenas, con dieciocho años, obtiene el Premio de Literatura para niños y jóvenes, en dicho certamen; y el Segundo Premio de Poesía 1978, del MIR de Resistencia Chilena, gracias al poemario infantil “La Llama de los Andes”.
Otros textos más adultos, pero igualmente de intenso lirismo, son creados por Josán Caballero, en su adolescencia, y enseguida se decide a “armarlos”, cual piezas infernales, para integrar su original “Rompecabezas” (1973-1993): una apologética antología familiar, con la que encara después su “Manía de ángel” (1986), también Premio 13 de Marzo 1986, de Poesía, en su particular manera de ver este “Circo de Ángeles” (1980-1989), como una “Casa-Cárcel de Pandora” (1991), convertida, posteriormente, en un verdadero “Manicomio para Turistas” (1995).
Gran parte de su obra teatral y literaria la ha desarrollado entre Cuba y Venezuela, como redactor y crítico, en periódicos y revistas culturales; o de organizador y facilitador de talleres de poesía y teatro, además de guionista de programas, en la radio y la televisión de ambos países. Por doce años, fue dramaturgo y director artístico del Grupo Teatrova, miembro del Consejo Nacional de las Artes Escénicas y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), junto a la actriz María Eugenia García Gonce, y los trovadores Augusto Blanca, Ireno García o, más tarde, Oscar Huerta, con quienes estrena varias obras de café-concierto (“Los Riesgos del Equilibrista”, “Con un Garabato”, “Los Duendestrellas”, “El Pescador de la Luna”, “La Casa de Pandora”, “La Cuerda Floja”, “Las Trampas del Espejo”) o hasta monólogos, entre los que se encuentran “Señora del Tiempo” (1989) y “Epitafio para la Compañera” (1994), Premio Ochún de las Artes Escénicas 1995, otorgado por la Dirección de Cultura de la Gobernación del Estado Nueva Esparta, luego de su exitoso estreno, en el Teatro “Simón Bolívar”, de Juan Griego, en la Isla de Margarita.
Al llegar a Venezuela, muy pronto crea, redacta y edita el Suplemento Cultural “Brujular”, y la Página Infantil “Trotamar”, publicados en el Diario La Hora Cero, de la ciudad de Porlamar, en Margarita, reconocido espacio editorial, entre 1993 y 1994, respectivamente, que recibe elogios de los mejores periodistas en la región, hasta el punto de invitarlo a realizar recitales de sus obras y espectáculos, con el Grupo Teatrova de Cuba e incluso integrar la Asociación de Escritores de la Isla de Margarita.
